Traducido del inglés por Tahíta desde...https://www.scienceandnonduality.com
Mientras sigamos un enfoque espiritual que nos prometa la salvación, los milagros, la liberación, estaremos atados a la "cadena de oro de la espiritualidad". Tal cadena puede ser hermosa para usar, con sus incrustaciones de joyas y tallas intrincadas, pero sin embargo, nos encarcela. Las personas piensan que pueden usar la cadena de oro como adorno sin ser encarcelados por ella, pero se engañan a sí mismas. Mientras el enfoque de la espiritualidad se base en el enriquecimiento del ego, este es materialismo espiritual, un proceso suicida en lugar de uno creativo.
Todas las promesas que hemos escuchado son pura seducción. Esperamos que las enseñanzas resuelvan todos nuestros problemas. Esperamos que nos proporcionen medios mágicos para hacer frente a nuestras depresiones, agresiones y problemas sexuales. Pero para nuestra sorpresa empezamos a darnos cuenta de que esto no va a suceder. Es muy decepcionante darse cuenta de que debemos trabajar sobre nosotros mismos y en nuestro sufrimiento en vez de depender de un salvador o del poder mágico de algunas técnicas. Es decepcionante darse cuenta de que tenemos que soltar expectativas en lugar de construir sobre la base de ideas preconcebidas.
Debemos permitirnos estar decepcionados, lo que significa entregar nuestro sentido de identidad, nuestro apego. Nos gustaría vernos alcanzando la iluminación, observar a nuestros discípulos celebrando, adorando, lanzándonos flores, con milagros y terremotos ocurriendo y dioses y ángeles cantando alrededor. Esto nunca sucederá. Lograr la iluminación, desde el punto de vista del ego, es la muerte extrema, la muerte del yo, la muerte de mí y lo mío, la muerte del observador. Es la última y final desilusión. Transitar el camino espiritual es doloroso. Es un desenmascaramiento constante, un desprender capa tras capa de las máscaras. Implica agravio tras agravio.
Esta serie de desilusiones nos inspira a renunciar a la ambición. Caemos bajo, bajo y más bajo, hasta que tocamos el suelo, hasta que nos relacionemos con la esencial cordura de la tierra. Nos convertimos en lo más bajo de lo bajo, lo más pequeño de lo pequeño, un grano de arena, perfectamente simple, sin expectativas. Cuando estamos anclados a tierra, no hay lugar para soñar o para frivolidades, por lo que nuestra práctica al final se hace viable. Empezamos a aprender cómo hacer una taza de té adecuadamente, cómo caminar recto sin tropezar. Todo nuestro enfoque de vida se vuelve más simple y directo, y cualquier enseñanza que podamos oír o libros que podamos leer se vuelven accesibles de poner en práctica. Se convierten en confirmaciones, estímulos para trabajar como granos de arena, como lo que somos, sin expectativas, sin sueños.
Hemos oído de tantas promesas, hemos escuchado tantas descripciones fascinantes de lugares exóticos de todo tipo, hemos vislumbrado tantos sueños… pero desde el punto de vista de un grano de arena, podría no interesarnos. Somos sólo una partícula de polvo en medio del universo. Al mismo tiempo nuestra situación es muy espaciosa, muy hermosa y realizable. De hecho, es muy acogedora, inspiradora. Si eres un grano de arena, el resto del universo, todo el espacio, todo sitio es tuyo, porque no obstruyes nada, no sobrepasas nada, no posees nada.
Hay una tremenda apertura. Eres el emperador del universo porque eres un grano de arena.
El mundo es muy sencillo y al mismo tiempo muy digno y abierto, porque tu inspiración se basa en la desilusión, fuera de la ambición del ego.
Chogyam Trungpa Rinpoche
https://www.scienceandnonduality.com/the-golden-chain-of-spirituality/
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