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martes, 30 de marzo de 2021

El deseo sagrado de existir - Anam Thubten

 

 Cuando las personas tienen una crisis existencial o cuando hacen una reflexión profunda, comienzan a hacerse preguntas que las personas normales no se hacen, como: "¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué hay un universo en primer lugar? ¿Por qué existe todo?

La mayoría de las veces, no entendemos por qué estamos aquí o por qué nacimos en primer lugar o por qué han ocurrido todos los acontecimientos que han tenido lugar en nuestras vidas desde que nacimos. Siempre existe este gran misterio desconocido que parece ser el fundamento de nuestra existencia.

Por supuesto, a veces podemos usar nuestra mente pensante para analizar e intentar averiguar por qué sucedió algo, por qué estamos aquí y qué ocurrirá mañana. Podemos entender las causas y condiciones hasta cierto punto, pero siempre existe el gran misterio. Podemos llamar a este desconocido, a este gran misterio, karma.

Podemos decir que todo es nuestro propio karma. Sin embargo, nunca podemos entender el karma. Es por eso que muchos de los antiguos filósofos orientales dijeron: "No analices el karma porque nunca podemos entenderlo completamente".

La idea del karma es que nunca entenderemos completamente el misterio de nuestra existencia. A veces esperamos que haya una explicación clara para todo y que haya un remedio, una solución para todos nuestros problemas, especialmente para el gran problema, que es nuestra mortalidad. Por supuesto, nuestro deseo es vivir una larga vida o tal vez incluso vivir para siempre. Vivir para siempre es completamente imposible, pero hay muchas personas que tienen este deseo de vez en cuando. La cuestión es que estamos aquí, y no hay nada que podamos hacer al respecto. Es demasiado tarde para cambiar de opinión. Bienvenidos a este planeta. Estamos completamente aquí, y hasta ahora no hay ninguna estrategia de salida. Así que podríamos disfrutar de este mundo lo mejor que podamos.

Parece que hay algún tipo de deseo cósmico que quiere existir. No el deseo como un deseo instintivo, sino el deseo como una fuerza, una fuerza casi eterna. Como decían los antiguos sabios, el universo no tiene principio ni fin. Esta es una teoría sorprendente: que el universo no tiene principio ni fin y que existe una fuerza eterna, este deseo eterno que quiere existir. De ese deseo eterno, todo surge, desde la realidad más pequeña hasta la más infinita, incluida la mota de polvo en un cojín. A lo largo del universo, todo viene a la existencia a través de este deseo eterno. El deseo eterno en sí mismo es sagrado. No es impuro. No es simple. Todos llegamos a ser, a existir, a través de esa fuerza. Entonces, desde ese punto de vista, nacemos de lo sagrado. No por el pecado original, sino por lo sagrado original.

No hay nada de malo en tener el deseo de existir. Cuando miramos a nuestro alrededor, vemos que todo tiene este deseo de existir. Los árboles, las flores, las montañas, todos lo tienen. Podemos ver ese deseo de existir en nosotros mismos. A veces es muy racional, y a veces es muy irracional. Cuando estamos enfermos, queremos vivir mucho tiempo. No por razones egoístas. Queremos vivir para estar con nuestros seres queridos. Queremos ayudarlos, y ese deseo es racional y heroico. A veces nuestro deseo de vivir y de existir es solo puro instinto. No hay lógica detrás de esto. Al final, solo tenemos que dejar todo en manos de este gran misterio que deberíamos llamar karma. Eso es una buena noticia, ¿no? Recuerda, los grandes maestros de la antigüedad dijeron: "No analices tu karma". No tienes que resolverlo todo. Puedes dejar todo en manos del gran misterio, el gran desconocido.

Buda dijo que la raíz de todo el sufrimiento humano es el ansia (anhelo o deseo intenso). Habló acerca de tres tipos de ansia: el ansia de existir, el ansia del placer sensual y el ansia de no existir. Esta forma de arrojar luz sobre la raíz misma del sufrimiento humano es la menos abstracta y menos conceptual. Todos pueden relacionarse con la idea de ansia. Realmente podemos entender esta noción con nuestras mentes, nuestros cuerpos y nuestros huesos. El Buda dijo que todo el sufrimiento humano surge a través de estos tres deseos (ansias).

El primero es el ansia de la existencia. El ansia es más que un simple deseo instintivo. Recuerda que todos nuestros instintos, todos nuestros deseos, son buenos en sí mismos. El deseo del universo de existir es bueno en sí mismo. Abrázalo; hónralo sin tener ninguna culpa por ello. El deseo es natural. Pero el ansia es algo diferente. El ansia a veces es antinatural. Tu deseo de existir es natural. Es sin esfuerzo ni artificios. Lo que es natural suele ser sano. Sabes que hay un estado mental sano, y luego hay un estado mental malsano. Hay un instinto sano y un instinto malsano. Tu deseo de existir es totalmente sano porque es natural. Has nacido con ello.

El ansia parece ser poco saludable. Es más bien como un nivel de deseo neurótico. Es casi como una obsesión neurótica por existir, y esa ansia suele ir acompañada de mucho miedo e inseguridad. Es un miedo a la muerte, y a veces viene con violencia. Hay violencia en la lucha contra la realidad, la impermanencia y el cambio.

Tal vez hayas escuchado que muchos maestros Zen afirman que han trascendido la vida y la muerte. ¿Puedes realmente trascender la muerte? Depende de cómo entendamos lo que significa trascender la muerte. Desde una perspectiva, no podemos trascender la muerte; todos vamos a morir. Por otro lado, podemos trascender la muerte. En el momento en que somos capaces de atravesar y soltar nuestra ansia por la existencia, hemos trascendido la muerte. Entonces ya no hay más miedo a la muerte. Entonces hay aceptación total.

De esta ansia, de este tipo de obsesión neurótica con nuestra propia existencia, surgen muchas otras formas de ansia. El ansia por la seguridad, el éxito, el poder, el afecto, el reconocimiento, la certeza, la riqueza, etc. El ansia por la comodidad, el ansia por las circunstancias favorables. Vemos claramente que gran parte de nuestro sufrimiento proviene de estas ansias. En realidad, si observas tu consciencia en este momento, tal vez encuentres sufrimiento. ¿Encuentras sufrimiento? Esta es una indagación poderosa. Esta es la forma más poderosa de auto-indagación, la forma más poderosa de auto-reflexión. Esta es la razón por la que Buda dijo: "Uno debe indagar para comprender la raíz del sufrimiento". Nunca dijo que trasciendas el sufrimiento. Dijo que te des cuenta del sufrimiento y te abras paso hasta la raíz. Esta es una declaración muy sabia.

El deseo es natural para nosotros, pero el ansia es neurótica. El ansia es una forma de deseo que se vuelve neurótico. Es el deseo que ha perdido su calidad original, su calidad natural. Reconoce tu sufrimiento y también su raíz y luego aprende a soltarlo. A veces encontrarás un lugar dentro de ti donde no hay más ansia, donde ya es libre. Por eso meditamos. Cuando nuestras mentes y cuerpos están completamente serenos, sentimos que estamos en algún lugar dentro de nosotros mismos donde no hay más ansias ni más miedo. Este es el estado natural de nuestro ser. El estado natural de nuestro ser ya es libre de ansias.

Es hermoso que existamos. ¿Alguna vez has tenido un momento en el que simplemente estabas disfrutando de que existes? ¿Un momento en el que estabas tan sereno y simplemente disfrutabas de estar vivo? ¿Disfrutar de que estabas respirando, que podías oler, que podías sentir y saborear? En momentos como este, sentimos mucha alegría. Disfrutamos el hecho de que simplemente estamos vivos en este mismo momento, que existimos ahora mismo.

 

Reproducido de Embracing Each Moment: A Guide to the Awakened Life (Abrazar cada momento: una guía para la vida despierta), por Anam Thubten.

Anam Thubten creció en el Tíbet y desde muy temprana edad comenzó a practicar la tradición Nyingma del budismo tibetano. Es el fundador y consejero espiritual de la Fundación Dharmata, y el autor de La magia de la conciencia y Sin yo no hay problemas.

Aceptación desde el Mindfulness- soltar, dejar ir...

 

Aceptar es decir "si" a lo que esta ocurriendo aunque no me guste, por el simple hecho que esta aconteciendo....

 

** La aceptación es en presente, es lo que hay aquí y ahora, no es aceptar en  un futuro. A veces, la palabra aceptación, causa rechazo cuando se le explica a alguien que comienza a meditar, pues parece algo incompatible con el estado de “consciencia egoico” en que, habitualmente nos encontramos.

Se trata de ver las cosas como son en el presente, tengo dolor de cabeza, y acepto que lo tengo, si tengo unos kilos de más, aceptarlos como una descripción de mi cuerpo en este momento. 

Antes o después, tendremos que adaptarnos a las cosas como son y aceptarlas, ya se trate de un diagnóstico de una enfermedad, de la muerte de alguien querido, etc.

En el día a día, perdemos  tiempo y energías negando o resistiendo lo que ocurre, en especial si es algo doloroso para nosotros, y generalmente, llegamos a la aceptación, luego de haber pasado por períodos de negación muy emotivos, y a continuación de ira.

Estas etapas constituyen el avance natural en el proceso de adaptarnos a lo que sea y forman parte del proceso de sanación.

Sin embargo, y dejando de lado el proceso de grandes calamidades, que por lo general absorben tanto tiempo antes de sanar, en el transcurso del día a día, desperdiciamos una gran cantidad de energía negándonos a lo que constituye ya un hecho, y resistiéndonos a él. 

Lo que hacemos, básicamente es intentar forzar las situaciones para que sean como nos gustaría que fueran, con lo cual generamos más tensión,  y esto impide que se produzcan cambios positivos. Podemos estar tan ocupados negando, forzando y luchando, que no nos queden casi energías para sanar y crecer, y que las pocas que nos queden puedan desvanecerse por nuestra falta de conciencia e intensión. 

En vez si cultivamos la aceptación,  que este es el único instante que tenemos, y podemos aceptarnos, antes que se produzca el cambio de la situación (perder peso, recuperar salud….), creamos las condiciones que nos ayudan a la sanación.  

** Aceptar no significa resignarse a lo que está ocurriendo, no significa que nos guste todo lo que está ocurriendo,  no es    renunciar a cambiar cosas, ni que tengamos que adoptar una actitud pasiva hacia todo y abandonar nuestros principios y valores, no implica  que debamos cesar en nuestros intentos de romper con nuestras propias costumbres autodestructivas, ni darnos por vencidos en nuestro deseo de cambiar y crecer, ni tampoco significa tolerar la injusticia. 

 

La aceptación quiere decir simplemente  que, hemos llegado a la voluntad de ver las cosas como son.

Esta actitud, prepara el escenario para que, pase lo que pase, podamos actuar de manera adecuada en nuestra vida.   

Lo más probable es que seamos nosotros mismos quienes sepamos qué es lo mejor para hacer,  y tengamos la convicción interna de actuar cuando contemos con una visión clara de lo que ocurre, en vez de hacerlo  cuando nuestra vista esté nublada por los juicios y deseos autoserviciales de nuestra mente, o por sus temores y prejuicios.

 En la práctica de la meditación, cultivamos la aceptación tomando cada momento como nos llega y estando llenos con él, tal y como es. Intentamos no imponer nuestras ideas sobre cómo deberíamos sentir, o pensar, o ver en nuestra experiencia, más bien  nos mostrarnos receptivos y abiertos a lo que sintamos, pensemos o veamos, y  lo aceptamos porque está aquí y ahora. 

Si mantenemos nuestra atención centrada en el presente, podemos estar seguros de que:

sea lo que sea que tengamos delante en este momento, cambiará y nos proporcionará la ocasión de practicar la aceptación, con independencia de lo que vaya a surgirnos en el momento siguiente.

 

HAY SABIDURÍA EN EL CULTIVO DE LA ACEPTACIÓN  

** Aceptar es lo contrario a ofrecer resistencia. Cuando algo no sale     como esperábamos, nos disgusta, reaccionamos oponiéndonos a ello, nos resistimos, generalmente, recurriendo a distintos mecanismos psicológicos, el más frecuente es evitándolo, que puede adquirir varias formas, desde la negación (ignoramos o pretendemos ignorar lo sucedido), la proyección, la racionalización, la represión de los sentimientos, de esta manera nos oponemos a lo  que es, en el presente, y puesto que ya es,  es una locura, un  absurdo negarlo.

En definitiva lo que intentamos es no hacernos plenamente conscientes del acontecimiento doloroso o incómodo. Si no empleamos la evitación como mecanismo de defensa (en muchas ocasiones es imposible, pues los hechos son contundentes), surge en nosotros la resistencia, en forma evidente, como una oposición clara y frontal a la realidad, naciendo  en nuestro interior un sentimiento de rechazo, de rabia, de asco o indignación. 

 El origen del rechazo es algo natural, todos los seres vivos intentan evitar lo que les hace daño y acercarse a lo que les favorece. Surge el problema cuando lo que nos disgusta es inevitable y, no queda otra que afrontarlo y ahí es donde la resistencia nos trae más problemas. 

 

RESISTENCIA

Hay dos consecuencias muy importantes que se derivan de la resistencia y que resultan “negativas”: 

** Sufrimiento añadido: en la vida hay situaciones dolorosas  (accidentes, enfermedades, pérdidas, etc.) inevitables que forman parte del vivir, y que al ofrecer resistencia, lo que hacemos es aumentar ese dolor, agregar un sufrimiento psicológico a lo que ya de por sí es doloroso, ese sufrimiento añadido, puede ser evitado mediante la aceptación.

 

Ejemplo, en el caso del insomnio, no podemos dormir por alguna preocupación, nos sentimos ansiosos por el hecho mismo de no dormirnos, así aumenta la intranquilidad, y se crea un círculo vicioso y cada vez cuesta más poder conciliar el sueño. La preocupación y el insomnio iniciales, son el “primer sufrimiento”, el incremento de la ansiedad y el  agravamiento del insomnio, serían el segundo “sufrimiento”.  

** La resistencia nos quita energía, esta es la segunda consecuencia nefasta, aunque su finalidad original era remover el obstáculo, en la práctica, al ser este inamovible, lo que hace la resistencia, es todo lo contrario, la imposibilidad de encontrar una solución adecuada a la situación desagradable que la provocó.

Y esto sucede por dos vías:

1- porque nos impide ver con claridad el conjunto de la situación para poder responder adecuadamente a la situación, porque la resistencia es un movimiento emocional que nos quita la calma y la lucidez (no siempre, pero en la mayoría de las veces, nos turba el entendimiento), y en esa tormenta emocional, nos dificulta ver la solución adecuada, demorándose innecesariamente su descubrimiento. 

2- Y aunque el remedio se atisba, la movida emocional, impide ponerlo en práctica, la energía disponible se malgasta en el conflicto interno, en la resistencia, en lugar de encausarse en la acción correcta que podría aliviar la situación problemática.

O sea que, la resistencia, no solo incrementa el sufrimiento, sino que nos dificulta el encuentro y la puesta en marcha de la solución inteligente del problema.

En cambio, si no oponemos resistencia, surge la aceptación.

 

 ACEPTACIÓN: 

 Es sinónimo de “Reconocer la realidad” – “Decir sí a lo que está pasando” – “Permitir que las cosas sean como son” – “Alinearnos con la realidad” – “Sintonizar con lo que es” –

1- LA ACEPTACIÓN ABRACA: los acontecimientos externos y también lo que sucede dentro de nosotros: pensamientos, emociones, sentimientos, que surgen como respuesta a los hechos que hay que aceptar.

 2-  LA ACEPTACIÓN SE  PUEDE DAR: 

** De manera brusca, rápida, cuando la aceptación es total, radical, es cuando se produce la rendición, cuando la resistencia se derrumba de manera repentina y se produce una aceptación total, muchas veces tras un periodo de encarnizada resistencia, y abrumado por la inevitabilidad del hecho que se resiste a aceptar, la persona, acaba rindiéndose del todo. Un ejemplo de esta actitud lo expresan las palabras de Jesucristo: “Padre no se haga mi voluntad, sino la tuya” – Jesucristo. (no es la manera más habitual). 

En este caso, el individuo pasa rápidamente de un estado de desesperación, a uno de serenidad, de un estado de conciencia a otro, y esa puerta al estado de conciencia llamado Presencia, es la aceptación; y cuando la aceptación es total, es fácil pasar esa puerta con celeridad, rápidamente. El sufrimiento cesa y podemos sentirnos en sintonía con lo que es, en armonía con la vida, en contacto con nuestro verdadero ser.

 ** De manera gradual, la aceptación no suele darse de manera radical, sino que lo más habitual es que se  desarrolle en el tiempo,   y según C. Germer (2009) clasifica al proceso en cinco fases o estadios, que pueden verse claramente en la psicoterapia o a lo largo de un proceso de duelo por la muerte de un ser querido:

 

1- Resistencia: se comienza por el rechazo, resistencia, evitación o aversión hacia los acontecimientos que nos han hecho daño.

 2- Curiosidad: uno comienza a interesarse por lo sucedido, por el malestar y por cómo estamos reaccionando.

 3- Tolerancia: entrar en contacto con el hecho doloroso, sin sufrir demasiado daño psicológico, ser capaces de tolerar el malestar, sin ser abrumados por el (a veces, en esta fase se puede ayudar incluso hasta con  fármacos).

 4- Permitir: que los sentimientos vayan y vengan permitir los altibajos del estado de ánimo, que a veces se opone a lo ocurrido y otras lo acepta. Fases de tranquilidad se alternan con otras de dolor, y hay que permitir tanto unas como otras (esto suele ocurrir en el duelo).

 5- Reconciliación: con los hechos, alinearse con la realidad, aceptar lo ocurrido, e incluso ver aspectos positivos para el futuro con lo que ha pasado.   

Lo más frecuente es que la aceptación sea un proceso más o menos largo,  y que ciertos acontecimientos de nuestras vidas, nos cuesten asimilar.

La aceptación significa en definitiva, permitir que las cosas sean como son y esto exige muchas veces, que abandonemos que habíamos concebido para el futuro y que nos desliguemos de los vínculos afectivos que nos unen a cosas o personas, y para ello, hay que aprender a soltar, a desprenderse, a ceder.

 

ACEPTACIÓN:

“…darnos cuenta de que tenemos exactamente lo que necesitamos, de que lo que ya tenemos está bien. Cada momento posee una enorme cantidad de energía y podemos conectar con ella.”

Pema Chödrön

 

https://www.centroelim.org/2018/07/26/aceptaci%C3%B3n-desde-el-mindfulness-soltar-dejar-ir/

EL PRIMER PASO HACIA EL PERDÓN ES ESTAR ATENTO A TUS SENTIMIENTOS

Tus SENTIMIENTOS son vías de acceso a tus PENSAMIENTOS, y tus PENSAMIENTOS son vías de acceso a tus CREENCIAS. Es importante estar atento a todo esto porque al final tienes que VACIAR TU MENTE de todo lo que CREES QUE PIENSAS, y de lo que CREES QUE SABES, además de todas las creencias que están debajo de los pensamientos.

"Haz simplemente esto: permanece muy quedo y deja a un lado todos los pensamientos acerca de lo que tú eres y de lo que Dios es; todos los conceptos que hayas aprendido acerca del mundo; todas las imágenes que tienes acerca de ti mismo. Vacía tu mente de todo lo que ella piensa que es verdadero o falso, bueno o malo; de todo pensamiento que considere digno, así como de todas las ideas de las que se siente avergonzada. NO CONSERVES NADA. NO TRAIGAS CONTIGO NI UN SOLO PENSAMIENTO QUE EL PASADO TE HAYA ENSEÑADO, NI NINGUNA CREENCIA QUE, SEA CUAL SEA SU PROCEDENCIA, HAYAS APRENDIDO CON ANTERIORIDAD. Olvídate de este mundo, olvídate de este curso, y con las manos completamente vacías, ve a tu Dios." ( L- pI.189:7)

Este pasaje termina con ir a Dios con las manos vacías. ES UNA INVITACIÓN AL SILENCIO DIVINO en el que reposas en el momento presente y sueltas el collage de IMÁGENES DEL PASADO-FUTURO: sumérgete sólo en la Luz interior de tu mente.

El perdón tal como lo considera el Curso  es SOLTAR LAS ILUSIONES. Es importante distinguir el verdadero perdón de una sensación de falso perdón que dice: 《Esto ocurrió realmente, ¿cómo voy a lidiar ahora con ello?》Una vez que has establecido la realidad del error, la realidad de las imágenes, te quedas clavado intentando figurarte cómo vas a disipar “la realidad”. Esto es un imposible. Aprende a reconocer que este mundo es una situación imposible. Sin juzgarlo, ni tratar de analizarlo, ni arreglarlo, ni figurártelo, reposa en tu profundidad interior y obsérvalo. Míralo tal como es: ASÍ PUEDES VER QUE LO FALSO ES FALSO Y LUEGO SOLTARLO.

ESTO ES UN RESUMEN DEL PERDÓN.

David Hoffmeister
Fuente: Recordar a Dios a través de Un curso de milagros

Ecuanimidad (upekkhā) y la Puerta de la Gran Compasión

 

Upekkhā es calma concentrada y comprometida. Es necesario un espíritu concentrado, dirigido al momento presente y comprometido profundamente con la realidad, para que la ecuanimidad, o la “paz en medio de la tormenta”, el equilibrio y la armonía de espíritu aparezca. El monje budista americano Bhikkhu Bodhi escribió:

“El verdadero significado de upekkha es ecuanimidad, no indiferencia ante lo que le pase a los demás. Como virtud espiritual, upekkha significa ecuanimidad frente a las fluctuaciones del devenir mundano. Es armonía mental, es libertad inconmovible de la mente, un estado de equilibrio interior que no es afectado por éxitos o fracasos, ganancia o pérdida, honor o deshonor, alabanzas o críticas, placer o dolor. Upekkha es libertad desde todas las perspectivas de referencia propia; es indiferencia frente a las demandas del ego, por sus apegos al placer y a la posición social, en vez de orientarnos el bienestar de los demás seres humanos. Ecuanimidad es la cima de las cuatro actitudes sociales definidas en los textos budistas como ’moradas divinas': amor sin fronteras, compasión, gozo altruista y ecuanimidad. La última no supera ni niega las anteriores, sino que las perfecciona y consuma” 

Upekkhā significa permanecer en los acontecimientos como si estuviéramos en el ojo del huracán, en el que existe la calma, el equilibrio y la armonía en medio del cambio sin término, de la tormenta de acontecimientos y el continuo movimiento.

Este factor puede malinterpretarse como indiferencia y alejamiento de los acontecimientos. Esto no es correcto. La imagen anterior es poderosa, pero también implica estar totalmente en medio, sumergido en medio de la realidad, y formando parte no separable de ella, comprometidos, pero manteniéndonos estables y en paz. Somos el cambio y el movimiento, somos el continuo devenir, y nuestro espíritu al tiempo está equilibrado, se mantiene no apegado, mora en el hogar definitivo, en medio de la paz completa mora. No ser afectados por ganancias o pérdidas significa saber en su meollo que nada es ganado ni nada es perdido, sino que solo se hace lo que corresponde hacer. Vivir igual, en armonía, tanto si lo perdemos todo como si todo lo ganamos, supone una transformación de la conciencia.

Este equilibrio solo es posible como el culmen de nuestro recorrido. No ser influidos por alabanzas o críticas significa estar desapegados y des identificados. No hay un ego que hacer crecer o que defender. No hay una individualidad desde la que posicionarse. En profunda calma, observamos la vida en armonía, sin que “el qué dirán” conduzca nuestra pauta de comportamiento.  Somos receptivos a las críticas de los hombres. Con humildad nos preguntamos por la reacción a nuestros actos, pero al tiempo observamos con equilibrio la razón de estas críticas sin que ellas produzcan un levantamiento de defensas que no son necesarias, y sin que la defensa de un ego del que hemos aceptado su irrealidad nos lleve a movernos en función de ellas. Es la combinación de la flexibilidad y sensibilidad ante el flujo que nos relaciona con otros, y al tiempo el desapego radical ante el parloteo enjuiciador de los egos en competencia.

No ser guiados por el placer o el dolor

La personalidad despierta del que ha recorrido el proceso del despertar ha aprendido a mirar en profundidad el dolor, el drama de la vida propia y ajena, y encontrar las raíces del sufrimiento, liberándose del mismo, aunque enfrontando el desequilibrio intrínseco de la realidad con ojos nuevos. La persona ecuánime no persigue neuróticamente sombras, sino que acepta el flujo de la vida tal y como es, sin que las decisiones sean el resultado de huir de situaciones desagradables o de buscar no sufrir, sino que acepta con coraje cualquier sacrificio, disciplina o situación adversa tal y como viene. Su espíritu es como la roca sólida bien enclavada en tierra, que no se conmueve ante el viento o la tormenta.

Asi repite con el Buda:

“Alabanza y crítica, ganancia y perdida, placer y sufrimiento van y vienen como el viento, mientras me mantengo descansando feliz como un gran árbol en medio de la tormenta”

Ecuanimidad significa mantener el equilibrio en medio de los cambios de la vida. El ser despierto es despierto ante el proceso de cambio, ante el continuo devenir de las cosas y los seres, y en medio de ello mantiene la calma y la paz. El ser despierto vive afincado en el flujo del cambio. No es correcto pensar que no participa del cambio, pero fluye con él y no se perturba ante lo que considera normal. Al mirar la realidad de frente, comprender el devenir del flujo, y vive desde la energía y la calma de la acción incesante, no angustiada, no perseguida por las sombras del ego, su ser es un flujo permanente que avanza y cambia en el silencio, con la armonía con la que las estrellas lucen su luz, que es una explosión majestuosa en continua actividad.

Ecuanimidad es no tener acepción de personas. Consiste en mirar a todos los seres con la mente libre de discriminación, de prejuicios. El ecuánime es una persona despierta que vive desde el amor y la compasión hacia todos los seres, y acepta a todos, viendo sus fragilidades y dependencias, sus luchas virtudes y defectos, sin que el prejuicio o la dependencia dificulten su visión. Vive en medio de todo, participando de todo, siendo y viviendo libre. Ecuanimidad es no escoger, no rechazar.

A través de la ecuanimidad, nuestro proceso de silencio y de crecimiento espiritual se profundiza, siguiendo el camino medio: 

El Camino es perfecto, como el espacio infinito donde nada falta y nada sobra. De hecho, es debido a nuestra elección de aceptar o rechazar que no vemos la verdadera naturaleza de las cosas… Shin JIn Mei

En la práctica, la ecuanimidad es bien representada por “simplemente estar aquí”, haciendo presencia, estando vivo e imperturbable ante cada suceso, viviéndole realmente, estando entregado al presente, sin nada en lo que sujetarnos, solo pura presencia, evitando los extremos, y siguiendo el camino medio, que implica “estar sin apegarse”, viviendo pues la indiferencia apasionada.

Otra actitud es “no hay nada que obtener” significa hacer todo como el que nada hace, o mejor, dejar que las cosas ocurran mientras en calma participamos en ellas. Nada que perseguir, nada que conocer, nada que poseer. Desde esta actitud espiritual se produce la calma completa y la ecuanimidad aparece El desarrollo de nuestra práctica nos permite profundizar en la ecuanimidad, comprender la naturaleza de las cosas, el carácter falaz del ego.

Esta experiencia es deslumbradora, tanto en cuanto nos permite vivir libres y sin apego a nada en el mundo. Tampoco nos atamos a las expectativas de nuestros planes, ni a los resultados de nuestra acción:

…en un valle recogido, entre altos peñascos tranquilamente estoy sentado en mi cabaña bajo el viejo pino. Lleno de paz estoy sentado en mi ermita y me siento bien… Shôdôka

Desde aquí estamos preparados para abrirnos al mundo, en completa atención, con la “indiferencia apasionada” necesaria. Llegar a este estadio, en armonía de mente, desapegados de nuestro flujo vital, plenamente vivos y libres, es la conversión necesaria para ser los verdaderos agentes del nuevo mundo, de la redención de nuestro mundo, de la apertura de conciencia necesaria para la nueva humanidad. Por ello, el camino de la ecuanimidad se identifica con el camino de la Gran Compasión.

El primer paso es confrontar la realidad, y por tanto enfrentarse al dolor del mundo y sus raíces, ejerciendo desde el amor incondicional que es parte de la ecuanimidad una función terapéutica, sanadora. Esto implica sumergirse en la comprensión de las personas y las circunstancias, mirar desde la sabiduría libre del despierto los problemas, y contribuir desde la paz a la transformación de las condiciones injustas.

El despierto fluye con el cambio, contribuye a la transformación, al flujo necesario de la vida. Acepta lo que viene y desde las circunstancias que aparecen actúa, sabiendo que “todo lo que aparece, desaparece” y por tanto no intenta torcer o resistir los acontecimientos, sino que es creador en medio de ellos. Su presencia no se notará. Actuará participando en el cambio, haciendo que las cosas se produzcan y siendo uno con ellas, pues mantiene la conciencia de que su realidad es la manifestación del Ser original, participante en el conjunto del cambio.

Por ello, nuestra intención es dar lugar a la manifestación del Ser en cada instante. Esta manifestación es una manifestación de compasión y de actividad creativa Desde la manifestación presente, el ser despierto y ecuánime se incorpora al proceso evolutivo. El conjunto del Universo empuja inteligentemente hacia la plenitud espiritual. No puede hacer otra cosa pues este es el sentido mismo del Ser, del fondo original. el proceso de alcanzar ecuanimidad es el proceso de incorporación a la evolución, que en la especie humana es la evolución de la conciencia, con la adquisición de una conciencia de unidad que se guía por el amor, o la comunión de todos los seres

 

http://espirituyzen.org

La Alegría Gozosa (Mudita)

 

MUDITA es un concepto budista, que significa gozo, pero no el gozo que conocemos, sino el gozo que te da al ser testigo que a los demás les va bien.  Un ejemplo clásico lo encontramos en el gozo de los padres observando que su hijo ya puede subir un árbol o que está empezando a desarrollar sus habilidades en tal o cual el deporte.

A un nivel más profundo consiste en alegrarnos por el éxito, el bienestar o el gozo de nuestros semejantes. La persona espiritual, cuando se siente dichosa por la dicha de los otros, es doblemente dichosa. Con la alegría compartida uno se siente pleno y satisfecho por la fortuna ajena. Ésta es pariente de la benevolencia, la generosidad y el desapego.

Mudita no es orgullo en quien la experimenta, pues no obtiene ningún beneficio del gozo o logro de los demás, es una expresión desinteresada que no busca ni obtiene beneficio.

 

“El que se alegra del mal del vecino,

el suyo le viene de camino.”

(Refranero popular)

 

A nivel práctico nos explayamos deliberadamente en el lado positivo de la vida para contrarrestar nuestra percepción del sufrimiento mundano. Muchas personas ante situaciones adversas contra su salud y crecimiento, logran salir adelante y llegan a desarrollarse armoniosamente. 

El término resiliencia se refiere a la capacidad del individuo para afrontar y superar las adversidades de la vida. Uno de los pioneros en el estudio de la resiliencia, Boris Cyrulnik, neurólogo, psiquiatra, psicoanalista y etólogo francés, la define como “el arte de navegar en los torrentes, la capacidad de ser feliz incluso cuando tienes heridas en el alma.”

Metafóricamente hablando consiste en procurar mirar el árbol y no el bosque implica no magnificar los aparentes problemas. Siempre hay una solución disponible. Tal vez todos hemos tenido heridas en el alma, pero, ¿qué es lo que hace que una persona sea resiliente y que pueda superar tales heridas? Un cambio radical de actitud en la perspectiva de ver la vida. La actitud positiva y el buen humor permiten no sólo mantener la esperanza en los momentos más difíciles, sino que también facilitan una salida positiva.  

Abordar la vía del zen con estilo militar no funciona. A menudo la disciplina de la práctica es tomada sin sentido del humor y eso no tiene nada que ver con el gozo y la alegría que caracterizan el camino espiritual. En este sentido, cabe decir que no se imaginan la importancia que tiene durante la meditación la toma de conciencia de los músculos faciales de los lados de la boca. Así pues, cuando esbozamos una sonrisa serena, todo es visto desde otra perspectiva. La alegría del Budha que somos, asoma naturalmente en nuestros rostros y la realidad se contempla desde otra óptica y actitud.

A veces en las salas de meditación se observa una excesiva tensión en los cuerpos de los practicantes. Reflejan la imagen de una conciencia exagerada del sí mismo. Por otro lado, denota la fiscalización neurótica de los procesos “internos”, un impulso ciego que nos lleva a una continua vigilancia innecesaria y por consiguiente a concedernos una importancia personal gigantesca. Reírnos de nosotros mismos es muy bueno y saludable, porque, ¿quiénes somos en realidad? ¿De qué estamos hechos?

      "Hay un cuento tibetano de cierto monje que renunció a su vida de confusión y decidió irse a vivir en una cueva en para poder meditar todo el tiempo.

      Llevaba mucho tiempo pensando en el dolor y el sufrimiento, de suerte que la gente llegó a conocerlo con el nombre de “Cara Negra de Langru” porque nunca sonreía y todo en la vida lo veía en términos de dolor. Permaneció muchos años en retiro, siempre grave y solemne, hasta que un día se acercó al altar de su ermita y vio que alguien le había dejado como ofrenda una preciosa piedra turquesa. Mientras contemplaba la ofrenda, vio un ratón entrar furtivamente y tratar de llevarse el pedazo de turquesa confundiéndolo con un queso (pensaría que era queso azul, imagino)

Pero el pobre ratoncito no pudo hacerlo, así que volvió a su madriguera y regresó con otro ratón; ambos trataron de arrastrar el trozo de turquesa, pero este resultó demasiado grande para ellos también.

Entonces comenzaron a chillar los dos juntos hasta que lograron atraer a ocho ratones más, con la ayuda de los cuales pudieron finalmente arrastrar la piedra hasta su madriguera.

Fue ésta la primera vez que Cara Negra sonrió y comenzó a reírse a carcajadas. Esa fue su iniciación a la apertura, un súbito destello de iluminación."

¡Qué simple es la vía del darse cuenta!

La “curiosidad” innata de nuestro espíritu por conocerse a sí mismo y la indagación interior tienen que ver con el gozo del descubrimiento, la apertura ante lo nuevo y no con la necesidad de control del ego por su temor a lo desconocido.

El sentido de humor es la manifestación del estado de salud de nuestra práctica. Es la expresión de la visión no dual, en la que se ven al mismo tiempo integrados los dos polos de una situación, esto es, percibir la ironía fundamental que resulta de la yuxtaposición de los extremos. Es evidente que carecemos de un exceso de análisis y una ausencia de síntesis. Por todo ello, cuando descubrimos el juego dual de la mente, sencillamente sonreímos, nos reímos de nosotros mismos, de nuestros mecanismos ilusorios y vemos qué es aquello que merece la pena fortalecer y qué merece la pena verdaderamente soltar.

Ahora bien, este sentido del humor no debe confundirse con la frivolidad propia de quien quiere alejarse de sí mismo, riéndose todo lo que pueda: “ji,ji,ja,ja…todo está bien”. Esto es caer en una risa tonta e incluso histriónica, una forma de evasiva del personaje que elude la responsabilidad de su ser y estar en el mundo.

La alegría gozosa es la manifestación de la soltura, el abandono consciente, la aceptación total, la ausencia de rigidez y el dejar partir libremente la importancia personal. Es la ausencia de temor. Amor y humor se dan la mano en la práctica. Entregarse es un acto de alegría gozosa por el encuentro.

 

Denkô Mesa

http://denkomesa.com/

 

Amor incondicional y Compasión...Metta y Karuna

Tipos de meditación: ¿cómo se realiza la meditación de amor incondicional o metta?

  El término metta proviene del pali, que equivale al término sánscrito maitri y tiene que ver con mitta, que en sánscrito es mitra y significa “amigo”, de tal manera que puede traducirse como amistad o amor benevolente. En palabras de Sangharakshita, fundador de la Orden Budista Occidental:

“Si se desarrolla en toda su intensidad, metta es un cuidado y una atención traídos a este mundo y dirigidos hacia todos los seres por igual, individualmente y sin reservas. Una muestra infalible de que hay metta es que uno se interesa de manera profunda por el bienestar, la felicidad y la prosperidad del objeto de su metta, ya sea una persona, un animal o cualquier otro ser. Cuando se siente meta por alguien no sólo se desea que ese ser sea feliz, sino que sea inmensamente feliz. Hay un anhelo intenso de que en verdad se encuentre bien y hay también un entusiasmo inagotable que desea su desarrollo y progreso”. 

 Sin embargo, aclara que la amistad de metta no necesariamente implica una relación de amigos en forma personal, ya que puede mantenerse sólo a nivel de emoción. Este tipo de aprecio profundo e incondicional es un terreno idóneo para desarrollar virtudes como la compasión y la empatía. Por esta razón metta es conocida también como meditación de compasión o de amor incondicional y sus beneficios incluyen no sólo mayor empatía, también un sentimiento más fuerte de aprecio y aceptación por el propio ser y un sentimiento de propósito en la vida, acompañado de un abanico de emociones positivas. 

1-¿Cómo se hace?

Para realizar esta práctica el meditador debe sentarse ya sea sobre un cojín o una silla, con la espalda recta, las manos descansando sobre el regazo o las piernas y la expresión facial relajada. La postura debe ser cómoda, pero es importante no recargarse en el respaldo de la silla, en caso de estar usando una, porque esto en lugar de propiciar un estado de alerta, puede invitar al sueño.

2-¿Qué hago con mi mente?

Usualmente se recomienda realizar una práctica preliminar para calmar la mente y despertar la consciencia plena del cuerpo físico, el emocional y el mental. Es decir, de la cualidad global de la nuestra experiencia. En este sentido la práctica budista de samatha o calma y su variante secular y occidental: mindfulness puede ser una práctica preliminar a metta. Una vez que se ha alcanzado un estado de calma, apertura y alerta el prácticamente puede comenzar generando en su mente y corazón sentimientos de bondad. La práctica se dividirá en 5 fases y durante cada una de ellas dirigirá estos sentimientos de benevolencia y amor incondicional sucesivamente hacía una persona diferente. La secuencia recomendad es la siguiente: primero uno mismo, luego a un buen amigo, en tercer lugar, a una persona que ubicamos bien, pero nos resulta neutral, en cuarto lugar, a una persona difícil, con la que tenemos alguna tensión, resentimiento o conflicto y finalmente a todos, empezando por estas personas y luego expandiéndose a todos los seres. 

 Para ayudar a generar estos sentimientos de bondad, algunos meditadores se apoyan en ciertas frases, además de la visualización. De tal manera que por ejemplo puedes visualizar a tu amigo frente a ti, sonriendo y desearle que esté bien, que sea feliz, que se desarrolle espiritualmente y tenga paz. Este tipo de frases inicialmente pueden ayudarnos afirmar nuestra intención y generar emociones positivas. Una vez que estas estén presentes, puede dejarse de lado la frase para concentrar la atención en experimentar y cultivar mettaEsta es una práctica que puede evocar un sentimiento de calidez ilimitada en el corazón del prácticamente por todo tipo de seres. En palabras de Sangharakshita: 

“Metta es un deseo naturalmente expansivo de darle luz a todo el mundo, a todo el universo y aún más allá a todos los universos”. 

3-¿Es para mí?

Este tipo de meditación puede beneficiar a cualquier persona, pero es especialmente útil para quienes son demasiado duros consigo mismos y otras personas. Así como cualquiera que desee mejorar sus relaciones personales. Con frecuencia los maestros budistas la recetaban como un antídoto para el insomnio, las pesadillas y los problemas de manejo de la ira, pero en realidad metta puede traer dicha a la vida de cualquier tipo de persona.

 

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Karuna, una meditación budista para cultivar la compasión

El budismo busca liberar a las personas del sufrimiento a través un camino óctuple que implica el entrenamiento de la mente. Cuando los budistas se refieren a la mente también se refieren a las emociones, pues para ellos las emociones habitan en la mente, que es un sentido más como el tacto, el oído, la vista, etc., de tal manera que el entrenamiento de la mente implica también el desarrollo de cuatro emociones positivas que en el budismo son tradicionalmente conocidas como brahma viharas o "las moradas sublimes", cuya práctica erradica progresivamente las fuentes del sufrimiento humano como el apego, la ira, la tristeza, la envidia y otras emociones negativas.

Anteriormente hemos hablado de la primera brahma vihara, conocida como metta o amor incondicional. El desarrollo de este amor benevolente y desapegado es la base para abordar el resto de las nobles moradas. Aquí nos concentraremos en hablar de la segunda brahma vihara, conocida como karuna o compasión. Karuna se refiere a la intención y capacidad de aliviar el sufrimiento ajeno o aligerar las cargas de otros. Es importante no confundir la compasión con la lástima, ya que la primera es una emoción constructiva, positiva y expansiva, mientras que la segunda está relacionada con una actitud de condescendencia o desprecio. La compasión nace del amor incondicional, pero es más demandante, porque es metta aplicado al sufrimiento de un ser.

¿Cómo se desarrolla karuna?

La meditación para desarrollar karuna es una práctica de cinco pasos, que comienza una vez que hemos apaciguado nuestra mente. Así que, si quieres realizar esta práctica, lo primero que debes hacer es cultivar la calma a través del seguimiento de tu respiración. Una vez que te encuentres tranquilo, continúa con los siguientes pasos:

1-Evoca un momento en el que experimentaste bienestar, y cultiva mettao amor incondicional hacia ti mismo. Puedes apoyarte en la repetición mental de frases como “Que esté bien, que sea verdaderamente feliz, que tenga paz y tranquilidad y me desarrolle emocionalmente”. Realiza esto durante algunos minutos antes de pasar al siguiente paso. 

2-Cultiva amor incondicional hacia un amigo, mientras eres consciente de su sufrimiento. Piensa en un amigo o amiga de tu mismo sexo y edad o al menos, cercano a ti. Esto es importante porque evita que te proyectes hacia alguien mayor, como una figura materna o paterna, o hacia alguien menor, como un hijo. Al cultivar mettahacia alguien que sufre, karunaempieza a surgir. Realiza esto durante algunos minutos antes de pasar al siguiente paso.  

3-Cultiva compasión hacia una persona neutral consciente de su sufrimiento. Piensa en una persona que ubicas, pero no conoces muy bien. Quizá es la vendedora de boletos del metro que ves periódicamente, quizá es el guardia del edificio en donde trabajas. Busca a esa persona neutral y expande tu sentimiento de karunao compasión hacia él o ella durante unos minutos. 

4-Desarrolla compasión hacia una persona desagradable o conflictiva, consciente de su sufrimiento. Piensa en una persona con la que no te llevas muy bien o has tenido fricciones. En un principio evita que esta persona sea alguien demasiado cercano y demasiado problemático; por ejemplo, si estás al borde del divorcio, evocar a tu pareja puede no ser la mejor opción, pues lo más probable es que esto te saque de tu estado meditativo, al menos hasta que tu práctica de karunasea lo suficientemente estable y fuerte. Escoge a alguien con quien tienes algún problema, pero que no sea demasiado intenso.

5-Desarrolla compasión hacia las cuatro personas (tú, tu amigo, la persona neutral y la persona conflictiva) y luego expándelo hacia todos los seres de este mundo, mientras permaneces consciente de su sufrimiento.

 

FUENTE

https://harmonia.la/mente-y-emociones/tipos_de_meditacion_como_se_realiza_la_meditacion_de_amor_incondicional_o_metta

https://harmonia.la/mente-y-emociones/karuna_una_meditacion_budista_para_cultivar_la_compasion

Video...El arte de saber alimentarte - Dr. Karmelo Bizkarra

Con los alimentos nos construimos, con los comestibles (que no nos nutren) nos destruimos. La vitalidad del alimento no solo se encuentra en las calorías. Las calorías son un índice de cantidad, pero no de calidad. La calidad de los alimentos está en su color, forma, tamaño, que es la materialización de los campos energéticos que se plasman o condensan en forma de frutas, verduras, frutos secos, cereales...
 
En esta charla del Dr. Bizkarra podeis conocer el valor de los alimentos vivos y llenos de energía.
 
Charla impartida en el 6º Congreso y Feria de Alimentación Viva y Consciente en el año 2016.
 
Puedes encontrar más información sobre el Centro de Salud Vital Zuhaizpe y el trabajo que desarrollamos en http://www.zuhaizpe.com Facebook: http://facebook.com/zuhaizpe.centrode... Twitter: https://twitter.com/zuhaizpe

VIDEO...Dr. Karmelo Bizkarra - Camino de Autocuración

Para estimular la curación hay que comer color y tener en cuenta las energias sutiles

El doctor Karmelo Bizkarra, especialista en nutrición antroposófica y director del Centro de Salud Vital Zuhaizpe, nos explica la importancia de las energías sutiles de los alimentos

 

Hablamos con el Dr. Karmelo Bizkarra de las energías sutiles de los alimentos, básicas para mantener el equilibrio y la salud, pero aún muy desconocidas y sobre el arte de curar con la medicina y nutrición antropofósicas.

Karmelo Bizkarra es director médico del Centro de Salud Vital Zuhaizpe, en Navarra. Es también autor de libros como El arte de saber de alimentarte (ed. DDB) y profesor universitario de Medicina Naturista.

Karmelo Bizcarra: el arte de elegir alimentos con vida

Al Centro de Salud Vital Zuhaizpe que dirige Karmelo Bizcarra no solo llegan personas que desean recuperar la salud sino también quienes necesitan un cambio vital. Allí, él y su equipo les proponen un programa de salud personalizado en el que la alimentación es esencial...

–Además de calorías, proteínas... ¿aportan algo los alimentos de lo que no seamos conscientes?
–Las calorías son un índice de cantidad, no de calidad. En la forma y el color de los alimentos hay energías sutiles. Al ingerirlos extraemos esas energías. Siempre recomiendo comer forma y, sobre todo, color. En los últimos años se ha visto que en los pigmentos de los alimentos están los antioxidantes, que impiden que los radicales libres roben electrones a otras sustancias del organismo.

La forma también es importante. Por ejemplo, la calabaza tiene más masa que forma; en cambio, una nuez tiene mucha forma y poca masa, es menos expansiva, más mineral. Expresan cosas diferentes, como dos polos opuestos.

A mí me gusta decir que cuando como una manzana, además de azúcares o calorías, estoy comiendo aquello que hace que sea manzana y no lechuga.

–¿Qué indica la forma de los alimentos sobre su potencial de salud?
–Estamos en los inicios de todo ese conocimiento. No es lo mismo una forma como la de la coliflor, que se expande, a la del sésamo, casi sin masa, más contraído y mineralizado. La calabaza tiene mucha agua y capacidad de crecimiento.

Esa capacidad, al incorporarla en nosotros, ayuda al cuerpo etérico, también llamado cuerpo energético o vital. Deja un impronta diferente a la de una semilla pequeña.

–¿Y cuándo se recomienda un alimento con una forma u otra distinta?
–Somos un espejo de todo lo que hay en el universo y somos parte de ese universo. Algo que se suele recomendar en medicina antroposófica es que en las comidas haya verdura de raíz, tallos y hojas, y flores y frutos. Porque cada parte de la planta actúa sobre zonas diferentes del organismo.

Al comer alimentos vegetales debemos darnos cuenta de que, en definitiva, nos estamos alimentando de lo solar.

Las raíces, para la nutrición antroposófica, actúan ante todo en el sistema neurosensorial, en la cabeza y los órganos de los sentidos. En cambio, flor y frutos actúan más sobre el metabolismo, el aparato digestivo. La parte media, el tronco y las hojas, inciden sobre los sistemas circulatorio y respiratorio.

–¿Puedes dar un ejemplo concreto?
–Si un niño es muy metabólico y le gusta luchar y usar la fuerza, pero las capacidades del pensar no están suficientemente desarrolladas, le recomendaríamos las verduras raíz: zanahoria, remolacha roja, rábano… con toda la energía del alimento crudo que no se ha desprendido con el calor.

Un alimento tostado se parece más a un mineral que al vegetal del que proviene. Hay una desvitalización con el exceso de calor. Aunque a veces es bueno: cocinar los cereales, las patatas o los tubérculos facilita su digestión.

–En cuanto a los colores, ¿qué hace que ayuden a mantener la salud?
–La recomendación sería comer todos los colores del arcoíris. Introducir la gama de los rojos, que es más física, y la de azules y violetas, lo más etéreo y sutil.

Los geólogos dicen que en los estratos inferiores de las prospecciones no aparecen los azules o violetas. Esos colores son los últimos en aparecer en la naturaleza.

Si hay problemas digestivos, los médicos brasileños recomiendan papaya, que es naranja. Nosotros usamos mucho la zanahoria y la calabaza, por no tener mucha fibra dura y ser más fáciles de digerir.

–¿Y el aroma? ¿Se ha perdido la capacidad de asociar aroma y calidad?
–Si vas a un hipermercado, hay luces rojas que aumentan el color de naranjas y fresas. Incluso se añaden sustancias que colorean el alimento. Con el color logran engañarnos… Pero en el olor no.

Yo elijo una manzana o una pera por el olor y no por la apariencia, porque sé que hay técnicas para que aparezcan más bonitas o brillen más.

–Según Rudolf Steiner, los vegetales poseen campos energéticos en espiral que nos ayudan en la curación…
La col romanesco, por ejemplo, refleja esos campos en espiral. Algo que decía Steiner muy bonito cuando dio forma a la agricultura biodinámica es que la parte inferior de las plantas, las raíces, están en contacto con la tierra y recogen lo mineral; el tronco tiene que ver con el influjo y recorrido del agua y la savia; la hoja, con la luz y el aire; y el fruto, con el calor. Tenemos ahí los cuatro elementos de la naturaleza.

La medicina ha desarrollado mucho el conocimiento físico y bioquímico del organismo, pero para mí el médico del futuro va a trabajar con el metabolismo de la luz y las energías. Llegará un día en que aplicaremos la luz del alimento a cada enfermedad o a cada persona según su carácter.

–¿Comer vegetales es comer luz?
–Cuando cojo un trozo de leña y le doy fuego es como si estuviera desprendiendo todo el fuego solar que ha recogido en el árbol. Al comer alimentos debo darme cuenta de que, en definitiva, es lo solar.

Las plantas están atadas a la tierra por sus raíces, pero su crecimiento es la búsqueda del calor y la luz del Sol. Los aceites aromáticos suelen estar en lo alto de la planta, en frutos, semillas o flores. Lo más duro y condensado está en la tierra, y lo sutil en la zona superior. En la parte cercana a la tierra tenemos la celulosa, la lignina, los hidratos de carbono más densos y duros; en la parte media, el almidón; y arriba, en los frutos, los azúcares..

Las raíces estimulan el cerebro y hacen que el sistema neurosensorial organice el cuerpo de forma más saludable.

–¿Tiene la misma fuerza energética una fruta de cultivo biológico que una de agricultura intensiva?
–No. Pueden tener calorías y una bioquímica similar, pero la energía que concentran en esos campos energéticos para mí son muy diferentes.

El agricultor ecológico o biodinámico trata a las plantas de otra manera. No es lo mismo alguien con un pequeño terreno que espera a que la naturaleza dé sus frutos en su tiempo que alguien con 20 hectáreas en una explotación a quien no importan los ritmos de la naturaleza. La actitud no es de respeto sino de expropiación de la tierra.

Esas dos actitudes tan diferentes no pueden dar el mismo alimento, del mismo modo que a dos cocineros no les saldrá igual una receta, porque impregnan con su actitud la comida que están preparando.

–¿Cómo influyen los astros en los vegetales? ¿Su contenido cambia según la fase astral de la cosecha?
–Sí, totalmente. En la agricultura biodinámica hay momentos de plantar raíces o de sembrar o de recoger… Eso lo viví de pequeño porque mi padre era carpintero y me decía que la madera había que cortarla en mengua, con la luna decreciente, porque así tenía menos agua, se pudría y se agrietaba menos.

Luego me di cuenta de que en creciente, en luna llena, el agua de la tierra sube hacia el árbol, hacia la savia, y en mengua esa agua va otra vez hacia la tierra. Es como una gran respiración. La planta inspira en el cuarto creciente y espira en el cuarto menguante.

Algún día quizás nos daremos cuenta de que en el organismo posiblemente el anabolismo sea mayor en cuarto creciente de la luna, y el catabolismo, o la desintoxicación, en cuarto menguante.

Es posible que algún día veamos que nuestro metabolismo se rige por los ciclos de la luna.

–¿Cuáles son los "alimentos con vida", capaces de regenerarnos?
–Los vegetales: frutas, verduras, frutos secos, cereales integrales, cierta cantidad de legumbres… teniendo en cuenta que en principio lo crudo debe abundar. Los alimentos sanos deben tener mucha agua, porque el 70% del cuerpo es agua. Y frutas y ensaladas son los que más tienen.

El gasto ecológico, además, es mucho menor al comer fruta o verdura. En la crianza de los animales se usa mucha agua, se contamina la tierra, el agua y el aire.

–¿Al alimentarnos con animales incorporamos su sufrimiento?
–Yo viví en Durango y a 200 metros tenía el matadero municipal. De niño me despertaba a las cuatro y media de la madrugada con el chillido de los cerdos que iban a matar.

Cuando por la mañana íbamos a la escuela, sabíamos que muchas vacas, cerdos y caballos se escapaban porque olían que no iban a un buen sitio, estaba en su campo de conciencia.

Esa carne está impregnada por adrenalina, corticoides, hormonas que el animal segrega con ese sentimiento de que algo malo le va a ocurrir. Los animales y los seres humanos somos sintientes.

Yo considero que la carne está impregnada de esos sentimientos y que al cuerpo le supone un gasto energético neutralizar esa carne que no es nuestra y quitar la impronta del recuerdo de dónde viene.

–¿Qué cambios básicos se pueden hacer para estimular la curación?
–En alimentación, el cambio más sencillo es comer color, y este se concentra en frutas y verduras. No lo hay casi en la carne ni el pescado. Por otro lado, cuando un alimento se cuece pierde color.

Si comemos crudos –sería mi segunda recomendación–, sí incorporaremos esos pigmentos antioxidantes.

En tercer lugar, comer consciente, darse tiempo, apagar la televisión, desconectar el teléfono… Con eso las energías sutiles de los alimentos te entran directamente por la boca.

–¿De qué forma nos nutren esas energías sutiles?
–El maestro espiritual búlgaro Mikhaël Aïvanhov decía que en la boca hay órganos capaces de recoger la energía sutil de los alimentos.

A mí me sorprende que tras ayunar 20 días, cuando las personas se ponen a tomar fruta acuosa o zumo, a los dos o tres minutos se sienten enseguida con energía. ¿De dónde la sacan? El alimento casi no ha llegado al estómago, no ha pasado a la sangre ni por el filtro del hígado y no ha ido a las células…

Hay ahí una energía sutil que recogemos en el momento en que estamos comiendo. O como cuando ves una fuente y tienes mucha sed. En el momento de beber, la sed desaparece, pero las células deshidratadas aún no han recogido el agua…

–¿Algún consejo más?
–Comer con hambre. Muchas veces comemos por angustia, preocupación, desamor… pero no por necesidades nutritivas. Comemos a deshoras o en una reunión con toda la tensión. El cómo comemos es importante.

Muchas veces comemos por angustia, preocupación, desamor… pero no por necesidades nutritivas.

–A Zuhaizpe llegan personas que han pasado antes por varios médicos. ¿Puede explicarnos algún caso en que haya habido mejoría?
–El año pasado vino un hombre por una EPOC, una alteración crónica del pulmón. Había sido internado unas diez veces en los meses previos. En el centro estuvo comiendo frutas y verduras y luego hizo un ayuno. Al volver este año no había requerido hospitalización y había dejado los broncodilatadores.

Este tipo de curaciones las vemos a diario. Cuando se eliminan embutidos, fritos, conservas, vinagre, sal… el cuerpo empieza regenerarse y desintoxicarse. Una alimentación integral y ecológica ayuda a la curación.

–¿Qué otras terapias se aplican en el centro?
–Decimos que es como un triángulo. En la base está la medicina higienista, que promueve factores de salud: alimentación sana, ejercicio, relajación, contacto con la naturaleza, expresión emocional, quietud mental… Todo en un entorno ecológico que facilita el reencuentro con uno mismo.

El otro lado del triángulo es la parte psicocorporal. Usamos terapias no desde lo psicológico sino también entrando desde lo corporal. El cuerpo, al igual que la mente, guarda la memoria de lo vivido. Hay que moverlo y desbloquearlo.

–¿Y el tercer lado?
–La Medicina Tradicional de Occidente, que se concreta en las medicinas espagírica, antroposófica y homeopática. El ser humano ha interiorizado en forma de órganos los procesos que en la naturaleza se hallan en forma de minerales, plantas o animales.

Si un órgano enferma, voy a darle al cuerpo como modelo un mineral o planta, a veces una sustancia animal, para ayudarle a despertar el modelo de organización o buen funcionamiento fisiológico de ese órgano.

https://www.cuerpomente.com/ecologia/estilos-de-vida/para-estimular-curacion-hay-que-comer-color_193

 

¿Estás respondiendo o reaccionando?

 

Traducido desde… https://thebestbrainpossible.com

 

¿Cuál es la diferencia en responder y reaccionar? Si bien la distinción puede parecer una de semántica, el impacto de cada uno en su vida puede ser enorme porque reaccionar es un comportamiento instintivo dirigido por el cerebro reptiliano, y responder es una elección consciente que implica el aporte del cerebro más evolucionado.

En su libro, Just One Thing: Developing a Buddha Brain Una práctica simple a la vez , Rick Hanson explica cómo los dos difieren en su cerebro. Para simplificar drásticamente, el cerebro humano evolucionó en etapas que comienzan con el cerebro reptiliano, el tronco encefálico, que se ocupa principalmente de evitar daños. Luego, se desarrolló el cerebro de los mamíferos, el sistema límbico, que se enfoca en acercarse a las recompensas. Finalmente, se formó el cerebro humano, la corteza, que tiene que ver con el apego. En cada ser humano actual, estos tres sistemas están constantemente en funcionamiento.

La diferencia en Su cerebro

Cuando sucede algo en el entorno que Le hace sentir un poco amenazado, desde alguien que te corta el tráfico hasta un compañero de trabajo que hace un comentario crítico, su cerebro reptiliano se activa en el modo reactivo de lucha o huida. Hace un millón de años, esto fue algo bueno para mantener vivos a nuestros antepasados; Sin embargo, en el mundo de hoy, sucede con demasiada frecuencia. Cada vez que está presionado, preocupado, irritado o decepcionado, este mismo mecanismo se activa y no solo se siente mal y puede provocar ansiedad y depresión, sino que es malo para su salud física, ya que el estrés crónico contribuye a un sistema inmunitario debilitado y un mayor riesgo de ataque cardíaco. y accidente cerebrovascular.

En este modo reactivo, el cerebro que evita expresa miedo y enojo. El cerebro que enfrenta vuelve a una perspectiva de escasez que se manifiesta como una avaricia que va desde el anhelo hasta la adicción. El sistema de fijación se mueve a una posición de dolor que puede incluir sentimientos de abandono, inutilidad o soledad.

Cuando se siente seguro y satisfecho, el sistema de evitación de su cerebro está tranquilo, el impulso que se acerca es contenido y la orientación del apego es cuidadosa. En este modo receptivo, su cerebro se calma, se alegra y se repone. La buena noticia es que este es el estado natural y en reposo de su cerebro y donde desea estar para la felicidad y la salud. La mala noticia es que muchos de nosotros pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en modo reactivo.

Reaccionar es instintivo. Responder es una elección consciente. Cuando algo sucede, nuestro cuerpo va a reaccionar automáticamente independientemente. El truco es tomar conciencia de esta reacción inicial, resistirse a hacer cualquier cosa, involucrar su mayor inteligencia al considerar las opciones, las posibles ramificaciones, quién quiere ser y qué será lo mejor para usted, y luego, elija cómo responder.

En el artículo, Respondiendo vs. Reaccionando, J. Loeks escribe:

El acto de responder requiere que uno observe las circunstancias, identifique el problema o la situación, escuche lo que sucede y reflexione. Esa reflexión puede ser por un momento, cinco segundos, una hora, dos días o más. El marco de tiempo no importa. Lo que importa es que te detuviste y te esforzaste por pensar y suspendiste el juicio. Es un acto consciente y muestra que estás dispuesto a escuchar u observar. Esta "brecha" entre la circunstancia y tu comportamiento es lo que contribuye a ganar un sentido de control en tu vida. Una vez que una persona puede identificar que al responder realmente tiene una opción en la forma, comenzará a darse cuenta de que puede tomar mejores decisiones. La clave es esa pausa. Si la situación requiere una acción inmediata, respire profundamente primero. Esto solo puede ayudarte a obtener una apariencia de control y hacer que elijas una declaración o acción alternativa que pueda marcar una gran diferencia en el resultado de una situación "

La diferencia en tu vida

Aprender a responder en lugar de reaccionar, lo que ha llevado años, ha marcado una tremenda diferencia positiva en mi vida. Solía ​​ser increíblemente reactivo, lo que podría empeorar una situación mala o incluso una buena situación muy rápidamente y tener consecuencias perjudiciales. Por ejemplo, traté de suicidarme, lo que resultó en una lesión cerebral grave y la pérdida de la custodia de mis hijos. ¿No es tratar de matarte la última reacción?

Un artículo que leí decía que la diferencia entre responder y reaccionar era de unos diez segundos. Para mí, puede ser mucho más largo e, incluso entonces, todavía no lo hago bien a veces. Es sorprendente para mí poder centrarme en algo durante días, ser bueno y no reaccionar, meditar sobre el tema y pensar conscientemente en cómo quiero responder, solo para enviar un correo electrónico que me he convencido de que no es reactivo. Inmediatamente me doy cuenta de que es exactamente eso después de presionar "enviar".

Aprender a dejar de ser reactivo es un desafío continuo, pero se vuelve más fácil cuanto más anulas el cerebro reptiliano que involucra tu cerebro receptivo. Rick Hanson escribe en Just One Thing: Developing a Buddha Brain Una práctica simple a la vez:

Cada vez que descansas en el modo receptivo de tu cerebro, se vuelve más fácil volver a casa. Esto se debe a que "las neuronas que se disparan juntas, se unen": estimular los sustratos neurales de la calma, la satisfacción y el cuidado los fortalece. Esto también hace que sea más difícil ser sacado de las casillas; es como alargar la quilla de tu velero mental para que, sin importar cuán fuerte soplen los vientos de la vida, te mantengas erguido, sin volcar, y sigas hacia el faro de tus sueños ".

El modo receptivo de tu cerebro puede activarse, alentarse y reforzarse mediante prácticas como la atención plena, la meditación, y entrando en el momento presente.

 

https://thebestbrainpossible.com/responding-rather-than-reacting/

 

Finalmente tengo tiempo para parar y observar mi vida

Traducida del italiano,con Amor desde...https://www.eticamente.net/

 

Tengo tiempo para parar y escudriñar mi vida.  Percibirla, sentirla, observarla con otros ojos. Los ojos de lentitud, del descanso, de la presencia.

Tengo tiempo para escuchar a mi cuerpo , sus dolencias y sus problemas, y escuchar sus sabios consejos susurrando a través de mis síntomas para hablar con nosotros, confiar en sus consejos, respetarlo y honrarlo.

Tengo tiempo para hacerme nuevas preguntas , no las habituales, las que he conocido desde hace tiempo y que hasta ahora nunca me han aportado riqueza. Ahora es el momento de preguntas valientes, importantes y verdaderas.

Tengo tiempo para experimentar la ausencia . De lugares, personas, cosas. Y escuchar lo que me mueve, lo que me trae, cuánto me pesa o aligera. Y comprender que es precisamente la ausencia lo que da valor a la presencia.

Tengo tiempo para escuchar mis pensamientos , no para sentirme abrumada por ellos, para dirigirlos, bloquearlos y crear otros nuevos más constructivos, más enriquecedores, más intuitivos.

Tengo tiempo para descansar ... un descanso que no es solo dormir sino una pausa global, de cuerpo, mente y alma. Una interrupción del todo que se regenera, recarga, alimenta.

Tengo tiempo para vivir el vacío , no para llenarlo a toda costa de distracciones, compromisos, personas, sino quedarme allí sin buscar nada más. Y aprender a escuchar lo que quiere decirme. Y para regenerarme a través de él.

Tengo tiempo para cerrar los ojos y ver con los ojos de la mente, la imaginación y el sueño. Son ojos que ven mucho más profundo, mucho más lejos, mucho más amplios que los ojos del cuerpo. Con estos ojos puedes viajar a cualquier parte, en el tiempo y en el espacio, puedes usar ropa antigua, puedes convertirte en un animal, una flor, la canción de un ruiseñor. De esta manera, mi alma se nutre, se riega, se celebra.

Tengo tiempo para experimentar la no acción. Que es relajación, pausa regeneradora, rendición, abandono, confianza. Tan acostumbrada a hacer, a llegar, a terminar ... este tiempo de suspensión me está enseñando a no hacer y a considerar este estado de ánimo como una meditación, un momento necesario de descanso.

Tengo tiempo para dejar que las cosas sucedan , no para controlarlas, para no resistir, para no programarlas. Entrar en el flujo de la vida sin expectativas. Y a ver qué pasa viviendo así.

Tengo tiempo para agradecer las lágrimas de mis hijos sin contenerlas, sin juzgarlas, sin remediarlas. Tengo tiempo para dejarlas fluir hasta que se agoten. Hasta la profunda limpieza del alma.

Tengo tiempo para no dejarme guiar por la hora del reloj, sino para seguir ritmos más saludables, más sinceros y menos establecidos.

Tengo tiempo para observar. Solo para observar. Acontecimientos, personas, naturaleza, estados de ánimo. Y para dar la bienvenida a lo que viene de esta cuidadosa observación. Sin juicios, sin críticas, sin expectativas. La mayoría de las veces llegan intuiciones, ideas, pensamientos regeneradores.

Tengo tiempo para cerrar los ojos y perderme en el aroma del pan recién horneado, en el sabor de la comida cocinada con cuidado y lentitud, en escuchar atentamente una historia, en la caricia de un niño, en el calor del sol al mediodía.

Tengo tiempo para percibir a mi familia, mi trabajo, mis relaciones, mi vida diaria y preguntarme  si ha llegado el momento de que algo mejore, algo se reajuste, algo termine, cambie o nazca.

Tengo el tiempo, todo el tiempo necesario, para poder transformar mi vida ordinaria en una vida extraordinaria.

 

Elena Bernabè

 

https://www.eticamente.net/67250/ho-finalmente-il-tempo-di-fermarmi-e-di-osservare-la-mia-vita.html/67250/ho-finalmente-il-tempo-di-fermarmi-e-di-osservare-la-mia-vita.html

 

domingo, 28 de marzo de 2021

Libertad del miedo y la separación: conocer y reclamar el verdadero ser - Paul Selig

Traducido desde...https://innerself.com

 

Para algunos de ustedes, la idea de que la flor es santa es algo que pueden comprender, pero negarían lo Divino en la inmundicia que ven. Pero una vez que entiendes realmente que la materia es lo Divino como idea- una construcción, si lo deseas, que has nombrado y conocido de acuerdo con lo que parece ser- puedes ir más allá de la comprensión del pequeño yo hacia el reconocimiento de que la manifestación de cualquier cosa y de todo:  sigue siendo Dios o, si lo deseas, la energía o vibración que conocemos como Dios.

Ahora, cuando la materia es vista como Dios, más allá de los nombres que se le ha dado…cuando la materia misma puede ser consagrada en su verdadera naturaleza, o declarada santa, la elevación de la vibración a través de quien lo comprende no solo es inmediato, sino que lleva a la realización inmediata de la materia, reconocida por quien la ve como siempre ha sido: santa. En el momento en que niegas lo Divino en cualquiera y en cualquier cosa, reafirmas la separación.

Cuando desees la unión a tu modo, puedes ir a un templo y cerrar la puerta. “Estaré en unión en el templo con personas de ideas afines. Tenemos un bonito muro alto para protegernos del mundo ".

En tiempos pasados, se estableció la idea de separar al yo para experimentar la divinidad. Hoy dices cosas como "No miraré las noticias", "No miraré la oscuridad". Pero incluso en ese momento estás negando a Dios y decidiendo que Dios es la flor bonita, y no la pisoteada. Cuando ambas son conocidas como Dios, estás en unión.

Ahora, cuando se derriban los muros del templo, el mundo mismo se convierte en el templo, el Reino, la manifestación de Dios. Y, cuando uno comienza a darse cuenta de lo que se trata la materia, ve el vaso de agua, el vidrio y el agua misma, como la vibración de Dios, su experiencia del vidrio y el agua transforma no solo el vidrio y el agua, sino su relación con ellos.

Todavía no sabes que el universo que ves es una idea, y una idea puede ser re-comprendida. Y, en el momento en que lo haces, se restablece en una esfera superior y, en consecuencia, se vuelve a conocer.

Comprende que el aspecto tuyo, encarnado, es divino y ha buscado y aceptado la realización, incluido el cuerpo en el que te reconoces. Y la extensión en el cuerpo del -"Sé lo que soy"- acepta al yo físico como parte de esa elección. Al comprender y aceptar manifestarte en la forma como lo que siempre has sido, reclamas la forma y haces que la forma se alinee con lo que es. Como todo existe en varias octavas, aceptas alinearte y conocer el mundo que tienes delante en la octava alta que existe más allá de lo conocido.

Elevándote más allá del miedo

Cuando decides manifestarte como el Ser Divino, ocurre una cosa que no esperas. Te elevas más allá del miedo. Vivir sin miedo y más allá del miedo es una traición para el pequeño yo que ha sido educado por el miedo en cuanto a sus beneficios, pero no hay beneficio en el miedo. Liberarse del miedo es darse cuenta de que lo Divino en forma material no lo necesita.

Ahora, comprender esto es reconocerse a sí mismo de una manera significativamente diferente a la que jamás hayas experimentado. Así que deseamos llevarte en un pequeño viaje a un Plano Superior, un lugar donde el miedo no se expresa. La elección de tener miedo, que puedes hacer en cualquier nivel de vibración, te hará descender de ese Plano Superior. Para conocerte a ti mismo como libre de miedo tienes que tomar la decisión al darte cuenta de que lo Divino como tú no requiere de él, que ha sido un buen maestro, pero que no tiene ningún beneficio para el Yo que sabe quién es realmente.

Entonces, imagina que a la cuenta de tres estás subiendo al Plano Superior, el nivel de vibración desde donde te ofreceremos la oportunidad de conocerte más allá del miedo y más allá de cualquier afirmación que el miedo pueda haberte hecho. A la cuenta de tres, permite que ocurra esa elevación

Uno. Dos. Tres.

Eres recibido por nosotros y envuelto en un Plano Superior, en la octava donde lo Divino se conoce a sí mismo en la forma, y ​​el miedo no puede existir sino por elección. En esta alineación, deseamos brindarle una experiencia de lo que se siente al conocerse a sí mismo como valiente. Y, si lo deseas, puedes hacerlo en cualquier momento que quieras, llegando al nivel en el que lo superior es donde tú permaneces y te expresas. El Verdadero Ser puede comenzar a experimentar el ser tal como estaba destinado a conocerse a sí mismo: sin miedo.

Sin la idea del miedo, el miedo no puede existir. ¿Todos escucharon esto? Sin el miedo como idea, porque el miedo es una idea, una proyección, una forma de pensar o experimentar una idea, el miedo en sí mismo no existe. Es solo vibración, sin intención.  Sin la idea del miedo, el miedo no tiene poder.

Alinearse con este nivel de expresión es reclamar el ser como siempre ha sido, Ser Verdadero sin temor. Y, en el momento en que entiendes esto, puedes comenzar a reclamar quién y qué has sido siempre, sin la creación de miedo que infecta la vida que vives. De esta manera, diremos estas palabras:

“En este día, elijo permitir que cada aspecto de mí mismo que se haya conocido o se conozca ligado a la idea del miedo libere cualquier lazo que se haya creado por miedo, que esté libre de sí mismo y que se alinee con su potencial de valor. En mi acuerdo de ser conocido sin miedo, doy permiso para liberar cualquier relación que pueda tener ligada al miedo como aliado, por lo que re-conozco mi mundo como libre de miedo. Cuando digo sí a esto, me doy permiso para liberar el recuerdo del miedo tal como lo he conocido, las proyecciones de miedo que puedo estar utilizando como un yo pequeño y, a medida que digo que sí, ya me libero del miedo, de la idea del miedo mismo, y de la forma en que se manifiesta en mi campo ".

Libera la idea del miedo. Deja que la idea del miedo desaparezca, como si una ola la llevara a la liberación. La energía que has conocido como miedo, sin la idea del miedo se convierte en una forma de liberación. Sin captor, no puede haber prisionero, y no hay captor cuando te liberas de la idea del miedo.

Sé como eres y permítete conocerte a ti mismo como libre de miedo.

 

Conociendo y reclamando el verdadero ser

Acepta tu Ser sin miedo, como tu compañero, tu armadura, como la expectativa de tu vida, dándote permiso para conocer el Ser Verdadero mientras estás encarnado. Cuando el recuerdo del miedo te reclame : “Hay una araña, espero que la araña te asuste”, recuerda que solo te asusta la idea de la araña y lo que representa.

Cuando comprendes que lo que estás haciendo aquí es reclamar tu verdadero estado innato, el que eres comienza a expresar la realización de la forma sin la mancha o la sombra del miedo según tu elección.

Ahora, cuando decimos una elección, no te alentamos a que seas imprudente. “Qué acantilado de aspecto encantador. Sería bueno saltar de él”. Esa sería una acción bastante insensata, y no hay necesidad.

Comprender que cuidar de uno mismo es un acto de amor, y aterrorizarte no lo es, podría ser una forma sencilla de entender cómo estás eligiendo y por qué. Cuando buscas la aprobación de tus compañeros para apaciguar a un Dios enojado, estás operando con miedo. Cuando necesitas aplacar a los que te rodean para apoyarlos en su bienestar, estás actuando con amor. Cuando comprendas las necesidades de quienes te rodean y comprendas quiénes son más allá de la agenda del pequeño yo, cualquier cosa y todo lo que hagas por ellos será consecuencia del amor.

Cada uno de ustedes entra en esta expresión con el potencial de darse cuenta de lo Divino en el nivel de manifestación que pueden sostener. El Cristo mismo no puede tener miedo porque el Cristo no tiene miedo, no conoce el miedo, no puede articularse como tal. Y, a medida que el Cristo se realiza en manifestación en la humanidad, la humanidad misma se eleva más allá del miedo, y también se libera la ilusión de separación que el miedo implica.

Liberando la idea del miedo

Algunos de ustedes desean mantener su miedo. “Es más seguro de esa manera. Sé qué esperar. No debería confiar en estas personas, o ir allí o aquí, porque sé lo que podría pasar ". Comprender que tu discernimiento de dónde no ir puede ser amor propio y no temor, sería una forma de avanzar, pero tu confianza en el miedo como tu protector, de hecho, atraerá al miedo que dices no querer, porque tu expresión, tu campo vibratorio, ha reaccionado con miedo y, en consecuencia, te has alineado con ese nivel.

En el plano superior, cualquier cosa que puedas temer puede re-conocerse y re-comprenderse de nuevo. 

Si comprendes que la idea del miedo en sí es de lo que debes liberarte, todo lo que sigue se conocerá a sí mismo como sin miedo.

Paul Selig. Tod
Extraído de Beyond the Known: Realization .

Sobre el Autor

Paul Selig asistió a la Universidad de Nueva York y recibió su maestría de Yale. Una experiencia espiritual en 1987 lo hizo clarividente.  Vive en la ciudad de Nueva York, donde mantiene una práctica privada como intuitivo y realiza frecuentes seminarios en vivo. 

 

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