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viernes, 23 de abril de 2021

Cómo crear una cocina sagrada - Molly Larkin

 Traducido con Amor desde... https://kripalu.org

Para encontrar el corazón de cualquier hogar, el lugar donde nace la alegría, donde las personas se sienten nutridas y curadas, nutridas y reconfortadas, no busque más allá de la cocina sagrada.

No siendo muy cocinera, nunca aprecié mucho las cocinas. Al vivir sola, generalmente solo tengo que cocinar para mí y siempre lo hago simple.

Cuando asistía a reuniones de nativos americanos donde las mujeres solían participar en la preparación de alimentos, siempre objetaba y prefería el trabajo físico al aire libre, como cortar leña y acarrear agua.

Pero todo eso cambió después de una profunda experiencia que tuve mientras asistía a una ceremonia de Sun Dance en el suroeste de los Estados Unidos hace algunos años.

Antes de la ceremonia en sí, asistieron tanto caucásicos como nativos americanos. El intercesor (líder) era un nativo americano a quien conocía como un anciano calificado y experimentado.

Había surgido un desacuerdo en el campamento porque varios de los nativos no querían que los caucásicos estuvieran presentes y no querían seguir las instrucciones del líder, a quien habían pedido que dirigiera la ceremonia.

Esa fue una situación lamentable porque, cuando se le pide a un anciano que realice una ceremonia de la mejor manera que sabe, el protocolo es que se respete y se sigan los parámetros que establezca. Sin embargo, no esta vez.

Después de un círculo de conversación largo y doloroso, el líder se dio cuenta de que no podía dirigir la ceremonia en ese lugar. Así que él y todos los caucásicos (incluido yo) se fueron.

Acampamos durante la noche en el patio trasero de alguien que vivía cerca mientras pensábamos qué hacer. Todavía queríamos tener una ceremonia, pero ¿dónde?

En un día, nuestras oraciones fueron respondidas. Un amigo de un amigo tenía un terreno cerca que ofreció para nuestra ceremonia. Tenía todo lo que necesitábamos: un gran campo abierto y árboles y rocas volcánicas para un albergue.

Nos dirigimos en caravana a este nuevo sitio y juntamos nuestros suministros de cocina y comida. Uno de los miembros del grupo tenía experiencia cocinando para grandes reuniones, por lo que se hizo cargo de nuestra cocina improvisada e hizo comidas increíbles con los suministros de alimentos aportados.

Y fui testigo de un milagro: toda la tristeza y el pesar se levantaron en esa cocina, donde nos reunimos para la camaradería y el sustento.

Continuamos con una hermosa ceremonia y todos tuvimos una lección profunda de lo que puede suceder cuando las personas se unen con una visión y un compromiso comunes.

Pero también aprendí sobre el poder curativo de una cocina sagrada. Desde entonces, cuando voy a una reunión ceremonial, la cocina es donde quiero estar. Hay magia ahí.

¿Cómo perdimos la cocina sagrada?

La cocina moderna es un lugar de microondas y cocción rápida. Si comemos en nuestras cocinas, a menudo comemos a la carrera. Y no creo que eso nutra nuestras almas de la misma manera.

Los comerciales de radio y televisión quieren hacernos creer que nuestras vidas están tan ocupadas que no tenemos tiempo para preparar la comida de manera sagrada. Sí, podemos estar ocupados la mayor parte del tiempo, pero no todo el tiempo.

Creando una cocina sagrada

Nuestros abuelos preparaban la comida a la antigua: lentamente, con ingredientes naturales. Me doy cuenta de que no todos tenemos tiempo para preparar la comida de esa manera, pero seguramente aún podemos hacer que la preparación de la comida sea un esfuerzo comunitario al menos algunas noches a la semana.

Aquí hay algunas pautas:

01-Retira el microondas. Los nativos americanos enseñan que el microondas mata el espíritu de la comida. 

02-Ordene: haga que la cocina sea hermosa y pacífica, y manténgala limpia. Hazla un reflejo de lo sagrado. Reemplaza los paños de cocina y las esponjas gastadas o sucias por otras nuevas de forma regular.

03-Has de la preparación de la comida un evento familiar, dándoles a todos una tarea para que puedan contribuir. Un amigo que es terapeuta familiar comienza sus sesiones con una nueva familia preguntando si comen juntos. Ese es un gran indicador de la funcionalidad de una casa.

04-Apaga la televisión y otras distracciones. Comienza con solo dos noches a la semana cocinando y comiendo en silencio. Este espacio sagrado está destinado a aumentar su conciencia, no a embotarla.

05-Utiliza tus mejores platos, no solo para ocasiones especiales. Te lo mereces.

06-Sumérgete en el acto sagrado del compostaje: participe en el milagro de convertir la comida descompuesta en tierra nueva.

07-Bendice la comida antes de prepararla y sigue la costumbre de los nativos americanos de bendecir la comida antes de que alguien la coma. De las gracias. Además, prepara un pequeño "plato de espíritu" que pongas afuera para compartir con otras criaturas, como pájaros, o perros callejeros, etc. La mayoría de las ceremonias de los nativos americanos tienen comida espiritual en el altar como una oración para que todos los seres tengan suficiente para comer. Hacer un "plato espiritual" continúa esa oración.

 

08-Honra la comida dándole tiempo. A menudo termino cocinando algo rápido en lugar de tomarme el tiempo de picar y cocinar verduras, etc. Quizás puedas comprometerte a preparar una comida desde cero, con tiempo, dos días a la semana.

09-Cocina con atención: presta atención a tus pensamientos mientras preparas la comida. Afectará la comida. Nuestra energía está en todo lo que hacemos.

10-Ten en cuenta la enseñanza de los nativos americanos de que cuando le da a alguien un regalo de comida (ya sea cocinando para ellos o dándoles comestibles), extiendes su vida. Eso debería ser un buen incentivo para cocinar aun ocasionalmente en casa.

11-Come despacio y con atención. Nota el sabor de la comida. También es mejor para la digestión.

12-Limpia conscientemente y con gratitud.

13-Trata tu cocina como lo haría con cualquier espacio sagrado: un templo, una iglesia, un parque nacional. Respeta lo que creas y representa.

14-Al igual que con la creación de cualquier hábito, comienza de a poco. Con pequeños pasos. A medida que empieces a darte cuenta de los beneficios de preparar alimentos saludables, te sentirás inspirado a hacerlo una y otra vez.

Lo que comemos es vida. Hónralo como tal.

 

Molly Larkin estudió con ancianos indígenas en todo el mundo durante más de 30 años y fue aprendiz del anciano de Muskogee Creek, Marcellus "Bear Heart" Williams durante 15 años, aprendiendo muchas de sus formas de medicina.

 

 https://kripalu.org/resources/how-create-sacred-kitchen

"La relación entre cerebro e intestino es fascinante"

 




La médico y divulgadora Giulia Enders 

Acaba de publicar "La digestión es la cuestión", donde explica de forma clara y amena cómo funciona el intestino, "el órgano más infravalorado del cuerpo humano"

  • La médico y divulgadora Giulia Enders se ha convertido en un fenómeno viral en la red con sus monólogos sobre el intestino

Cuando tenía 17 años, un buen día le apareció una pequeña herida en la pierna derecha que no había manera de que se curara. Después de visitar varias veces al médico, de probar pomadas y tratamientos, y de que el cuerpo entero se le llenara de aquellas heridas, topó con un informe sobre un hombre al que le había sucedido algo parecido después de tomar antibióticos. ¡Y ella también los había tomado un par de semana antes de que empezara su calvario! Entonces empezó a investigar porque quería entender qué relación había entre sus problemas de piel, su intestino y los millones de micro ocupas que lo habitan, la microbiota.

Así fue como Giulia Enders decidió estudiar medicina y especializarse en gastroenterología y ahondar más en todo lo que ocurría en su aparato digestivo. Sus compañeros de piso, explica, solían avasallarla a preguntas -¿cómo se hace la caca?- y se encontraba en muchas fiestas hablando sobre las curiosidades del intestino.

Tras presentarse hace tres años a un concurso de ciencia para jóvenes – al estilo de los monólogos científicos que organiza la Fecyt- y ganarlo, su charla se convirtió en un fenómeno viral en YouTube. Y decidió escribir un libro, “La digestión es la cuestión” (Ed. Urano, 2015), sobre el que seguramente es el órgano más infravalorado del cuerpo, el intestino.

El cerebro está de moda, se publican muchos libros de neurociencia. También sobre el corazón. Pero, ¿sobre el intestino?

[Ríe] ¡Para mí es muy sexy, mucho más que el cerebro! Entiendo que ir al lavabo no es lo más fascinante del mundo cuando no se sabe mucho acerca de este increíble órgano. Pero simplemente saber un poquito más sobre él, sobre cómo nos cuida y todo lo que hace por nosotros, nos haría caer a sus pies.

¿Como por ejemplo qué?

¿Sabías que tienes dos esfínteres en el ano, uno exterior y otro interior, que trabajan de manera coordinada? El de dentro se encarga de supervisar el estado del intestino, de ver cuándo hace falta evacuar, ya sea caca o pedos. Entonces avisa al de fuera, que se comunica constantemente con el cerebro y recibe órdenes de él: “Aquí no podemos, es un lavabo público” o “¡No! Que te pueden oír u oler!”. Cuando el cerebro dice no, este esfínter se cierra en banda y no hay nada que hacer. Yo soy muy fan del musculito interior, que sólo se preocupa por mi bienestar. ¡Es una de mis partes del cuerpo preferidas! Ahora cuando él me avisa y me dice ‘Eps, hay que ir al baño’, ¡yo lo apoyo! Y hay más cosas fascinantes sobre el intestino. ¿Sigo?

Adelante

El cerebro está ahí arriba, aislado, y necesita para funcionar bien información, que le llega de los oídos, de los ojos, de la piel pero también del intestino que sabe qué comemos, cómo nos sentimos. Además el sistema inmune alberga muchas células del sistema inmunitario. Cuando enfermamos, son sentimos emocionalmente chafados. O cuando tenemos mucha hambre, estamos de un humor de perros. Me parece fascinante esa relación entre neuronas e intestino, que es aún más evidente en algunas enfermedades. Por ejemplo, las personas que padecen colon irritable o Crohn o síndrome inflamatorio del intestino tienen un riesgo incrementado de padecer depresión. O el estrés.

Mal moderno.

Cuando hay estrés, el cerebro le manda al intestino un mensaje: ‘Necesito energía extra’, y el intestino, solidario, reduce sus funciones. Hay menos flujo de sangre en el intestino, y también menos mucosa protectora recubriendo sus paredes. Cuando la situación de estrés se mantiene durante mucho tiempo y deja de ser excepcional para convertirse en habitual, esa barrea protectora se hace más finas, y las bacterias se acercan a la pared del intestino y las sustancias químicas que producen inflaman el intestino y también pueden pasar a la sangre. Y como el intestino y el cerebro está conectados, eso puede hacerme sentir aún más estresada.

¿Qué papel ejerce la microbiota?

Está conectada a un sinfín de cosas, como el peso. En estudios con ratones, cuando le damos a los ratones con la dieta unas determinadas bacterias, por ejemplo, que suelen ser frecuentes en los intestinos de la gente obesa y los roedores engordaban. Y cuando les das bacterias de las tripas de gente delgada, adelgazan, aunque coman la misma comida. Estudios recientes sugieren que la microbiota influencia nuestro estado de humor. Piensa que tenemos 23.000 genes humanos y más de dos millones de genes microbianos. Tenemos más ADN de bacteria que humano. La bacterias que tenemos en nuestro organismo nos ayudan a adaptarnos a cambios en el entorno. Llevamos conviviendo con ellas millones de años.

En su libro dice que la bacteria Helicobacter Pylori, que a tantas personas les provoca problemas de estómago, es una de “las mascotas más antiguas que tenemos”.

¡Así es! Y no es tan mala como la pintan. De hecho, ejerce un papel protector contra enfermedades autoinmunes, porque es capaz de enseñar a nuestras defensas a ser algo más tolerantes ante sustancias inocuas, como el polen o el gluten. Pero es cierto que algunos Helicobacter tienen genes distintos y entonces pueden atacarnos. Por eso la OMS dice que hay que erradicarlo sólo si tienes problemas. Si no, mejor conserva a tu mascota.

¿Hay alguna dieta mejor que otra para el aparato digestivo?

No me gusta recomendar dietas, creo que cada uno debe encontrar aquello que le funciona. Porque si sigues consejos de unos y de otros, al final hay tantos y algunos contradictorios, que es para volverse majareta. En mi caso, yo dejé de comer gluten porque tenía un problema en la piel y a mí me fue bien. Pero si alguien no tiene problemas, ¿por qué no comerlo? Cada uno debe experimentar qué le sienta mejor. Eso sí, podemos mimar a nuestras mascotas, las miles de millones de bacterias que viven en el intestino y nos ayudan a digerir los alimentos y también entrenan nuestro sistema inmunitario, con prebióticos: espárragos, alcachofas, plátanos, cebolla, centeno, avena, puerro, trigo integral.. El que más le guste a cada uno.

¿Lo tiene en cuenta cuando cocina?

¡Qué va! Lo que pasa es que hay algunos prebióticos que me chiflan y los pongo en todas partes. A la hora de cocinar y de comer, me dejo llevar por mi apetito. El único momento en que escojo a conciencia y desde el cerebro mi dieta es en épocas de mucho trabajo, o de exámenes, en las que vivo mucho aquí arriba [se señala la cabeza]. La vida se ha vuelto muy estresante; antes la gente se enfrentaba a una tarea estresante pero luego se relajaba. Ahora siempre estamos estresados. Hemos perdido por completo la conexión con nuestro cuerpo, todo el día centrados en la pantalla del ordenador, dejando de lado el resto. No puede ser, hay que reconectarnos, ver cómo nos sentimos en cada momento. Por eso, cuando estoy super estresada decidido parar de manera consciente y cuidar un poco a mis bacterias, que tanto hacen por mí. Y darles prebióticos. Les encanta la fibra. Yo las cuido, ellas me cuidan.

Por cierto, ¿tiene lavabo turco en casa?

¿Me preguntas si hago caca en cuclillas? ¿Es eso? [Ríe a carcajadas] No, no, qué va. Vivo en un apartamento compartido con otros cinco estudiantes en un edificio muy viejo de Fráncfort. Y tenemos un baño tradicional. En el libro recomiendo que aquellas personas que tienen problemas prueben a hacer caca agachados, va muy bien. Si no se puede, pueden probar a ponerse una caja o algo que les levante las piernas cuando están sentados en el retrete; y que echen el cuerpo hacia delante, de manera que quede en la misma postura que si estuvieran en cuclillas. Mano de santo. Si no tienes problemas, puedes hacer caca como quieras y donde quieras.

http://www.lavanguardia.com/ciencia/quien/20150724/54433591348/giulia-enders-la-digestion-es-la-cuestion.html


¿Donde Descansar? - Geoffrey Molloy

A veces la vida puede parecer como si hubiéramos subido a un tiovivo que va cada vez más rápido. A veces sólo queremos que pare un momento; nos gustaría simplemente bajar, incluso si fuese durante poquito tiempo. Sin embargo, el mundo en que vivimos y trabajamos es mucho más acelerado y desconectado que el mundo de mi niñez y juventud. Pensé que esta idea se debiese tal vez a mi edad pero en los cursos que imparto, he descubierto que muchas personas, incluso las que tienen la mitad de mi edad, se sienten de la misma manera. Justo cuando pensamos que las cosas no pueden ir más rápido o volverse más desconectadas, otra tecnología más  ─ nueva o perturbadora se explota en nuestro mundo, lanzándonos en un futuro aún más impredecible. Sentimos que no podemos seguir el paso pero tampoco podemos aflojar el ritmo. Perdemos el norte y dejamos de sentirnos centrados. Ojalá tuviésemos una especie de refugio, un lugar de descanso dónde poder pausar, respirar un par de veces y refrescar nuestra perspectiva.

Las maravillosas noticias son que todos tenemos justo esto dentro de nosotros mismos. Sólo tenemos que elegir entrar dentro. Así que… ¿Por qué no hacemos esto? Nos encontramos seducidos y atrapados por nuestros pensamientos. Nos olvidamos de que somos mucho más que nuestros pensamientos. Nos olvidamos de que los pensamientos no son más que esto: sólo pensamientos – eventos mentales que surgen, existen un rato y luego desaparecen. En vez de esto, creemos la película compulsiva y morbosa que estos pensamientos crean en nuestra pantalla mental. La película es muy absorbente, irresistible; se llama “Yo, mi vida, mi sufrimiento, mis deseos, mi futuro, mi pasado”. El argumento cambia según cómo nos sentimos en el momento. Cuando nos sentimos bien, tenemos confianza en que habrá un final feliz. Cuando nos sentimos mal, nos aseguramos un final desastroso.

Intentar sentirnos centrados en esta película, en este flujo de pensamientos siempre en cambio, es parecido a intentar encontrar el sentido en las olas pequeñas encima del agua de un lago. Existe una alternativa si tan sólo eligiésemos verlo. Es nuestro verdadero centro: la mente observadora. Se trata de aquel espacio alrededor de nuestros pensamientos; es lo que hace posible observar nuestros pensamientos; es el cielo azul infinito de la mente observadora que contiene la totalidad de nuestra experiencia de la que las “nubes” ─ nuestros pensamientos ─ forman sólo una parte. Este campo espacioso infinito de consciencia siempre está ahí ─  tan grande, tan amplio que abarca toda tu experiencia. Siempre nos ha acompañado ─ siempre tranquilo; no critica, simplemente observa. Es un lugar de descanso natural.

Por mucho que nuestros pensamientos cambien, por mucho que nuestro ego se haya desarrollado, el observador ha permanecido tan constante como el cielo azul infinito. Es el mismísimo observador que observaba cuando teníamos tan sólo tres años. Es el mismo observador que nos acompañaba cuando éramos adolescentes. Nos acompaña ahora y siempre nos acompañará ─ profundamente tranquilo, sin dejarse perturbar, observando.

Elige entrar en este lugar de descanso natural. Pon el despertador para recordarte varias veces al día de elegir entrar en este lugar de descanso natural – el lugar del observador, tu verdadero centro. Coge entre 3 y 5 minutos y simplemente observa, sin juzgar, con curiosidad abierta, bondad y humor. Fíjate en tus sentidos: en lo que escuchas, lo que ves, lo que hueles, lo que tocas, cómo te sientes ─ las sensaciones en tu cuerpo. Los pensamientos surgirán inevitablemente; simplemente observa cómo llegan, existen un rato y luego desaparecen, sin dejar rastro.

Si haces esto abres la puerta a la experiencia de la sensación milagrosa de simplemente estar vivo. Cuánto más observes, tanto más ves; verás lo asombroso que es la vida, el maravilloso regalo de estar aquí ahora mismo. El ego, la ilusión de estar separado de todo, se esfuma. En su lugar te encuentras con un profundo sentido de conexión, de plenitud, de sentir cómo formas parte de todo. Te dejo con las palabras de William Blake:

To see a World in a Grain of Sand,

And a Heaven in a Wild Flower,

Hold Infinity in the Palm of your Hand

And Eternity in an Hour.”

Traducción:

Ver un Mundo en un Grano de Arena,

Y un Cielo en una Flor Silvestre,

Sujetar el Infinito en la Palma de tu Mano

Y la Eternidad en una Hora.”

 

Autor: Geoffrey Molloy

El Cambio está en la Decisión, en la Percepción, en la Vibración

Hay momentos donde las dudas absorben la mente repitiendo preguntas en bucle. Instantes donde, aún siendo consciente de la función del universo, de tu conexión con la fuente, del poder creador de tus palabras... se le llama a esto "la teoría fácil" para poder seguir sufriendo con los problemas "reales", adjuntando que esa teoría se dice muy fácil, pero es muy difícil.

 El universo no va a tratar de convencerte de qué es la verdad, ya que cada uno tiene la suya. Tampoco de qué es lo fácil y qué lo difícil, ya que él tan solo te entregará aquello en lo tú estés vibrando, aquello que resuena en tu interior. "Nada Brahma".Todo vibra. Cada pensamiento, emoción, acción... es una constante expresión de energía en estado vibracional. ¿Piensas que es difícil? La matriz asentirá con amor y vivirás tu dificultad.

 

"Te conviertes en lo que piensas" Buda

Es comprensible que para algunas creencias decir que un problema se puede transformar fácilmente, es prácticamente un insulto. Después de todas las conductas y patrones que ha tenido que crear la mente para gestionar un problema, que de repente le digan que, si tú cambias, todo cambia, puede ser catastrófico para la mente. ¡Mentira! Sonará rápido intentando defenderse de un ataque ilusorio. Pero es normal. La mente se sostiene en las experiencias de supervivencia y desaprender esos programas puede peligrar la vida, pero desde su perspectiva defensiva, claro está.

Lo curioso de esta mente miedosa, como un niño que se siente abandonado, es que intenta saber cómo se hacen los cambios sin querer cambiar. Es como querer enseñar a alguien a ir en bicicleta y este te pregunta que antes de subirse, quiere saber cómo se hace. En lo que se le insiste: "tienes que subirte y experimentarlo para que pueda enseñarte", pero la mente sigue recalculando...: "No puedo subirme, no sé hacerlo, no tengo la información suficiente, necesito saber cómo se hace". Una de las diferencias fundamentales entre una persona que avanza rápidamente y otra que va más lenta, está en la capacidad de escuchar sin juzgar.

Cuando una persona escucha libre de juicio, asimilando aquellas palabras que resuenen consigo, no solo no tiene necesidad de preguntar "cómo se hace", sino que sabe exactamente lo que tiene que hacer. Su mente no busca "peros", sino motivos para experimentarlo. Esta persona es consciente de las mismas dificultades que el que pregunta "como se hace", pero uno quiere saberlo todo sin experimentar nada. Mientras que el otro sabe que sobre la experiencia sabrá qué hacer en las dificultades y sino, es tan sencillo como preguntar.

 

"La Transformación significa literalmente: ir más allá de tu forma" Wayne Dyer

 

 Más irónico que todo este juego de la mente, es que casi todas las personas del planeta son conscientes de que un 80% de las preocupaciones, el estrés, la ansiedad, etcétera, están causados por presuposiciones futuras. Y seguramente todos hemos dado "like" a alguna foto donde ponía algo así, asintiendo: "¡Qué razón tiene!". Pero luego no pasaban ni 5 minutos y comenzábamos a preocuparnos por alguna posibilidad futura. Parece que la mente, en la era de la sobre información, ha aprendido a evadir ciertos aspectos que le permitan seguir actuando de forma automática, robótica y repetitiva, sin un ápice de cuestionamiento sobre lo que hacemos, pensamos y sentimos.

 ¿Qué me lleva a enfadarme con silencio cuando en realidad me gustaría decirle que le echo de menos?

¿Para qué intento culparlo del miedo y la inseguridad que yo siento?

¿Qué me lleva a intentar defenderme cuando alguien intenta ayudarme?

¿Es porque no lo hace como a mí me gustaría?

¿Para qué juzgo y critico a las personas en mi mente?

¿Qué ocurre dentro de mí para que me cueste tanto seguir mi vida sin estar comparándome, acaso necesito una aprobación?

¿Qué me lleva a sentirme culpable cuando hago exactamente lo que siento que quiero hacer?

 

Vivimos en un mundo dividido, vemos víctimas y victimarios, malos y buenos, correctos e incorrectos... Los buenos juzgan a los malos y los malos a los buenos. Las víctimas culpan a los victimarios y los victimarios a las víctimas. Intentamos sostener creencias que nos hacen daño obligándonos a seguir actuando y siendo de la misma forma sufriendo una y otra vez. ¿Es más valioso el sufrimiento que cambiar? ¿Realmente elegimos lo "malo conocido que lo bueno por conocer"?

 Si tan solo nos parásemos un instante a observar nuestra pantalla de la vida, nuestras experiencias, nuestros pensamos y acciones, cambiaría tantísimo nuestra percepción de nosotros mismos y del mundo que vivimos... Y la física cuántica ya nos ha mostrado que si transformamos la percepción, cambiamos la vibración, por lo tanto, nuestra realidad. Pero esto ya lo decía Einstein: "Si no les gusta el mundo que ven, que sepan que no pueden cambiarlo, pero si cambian ustedes cambiará su universo".

Vive como si ya tuvieses todo lo que siempre has deseado. Siéntelo en cada célula de tu cuerpo. Sé la persona con quien te gustaría caminar la vida y trata a los demás como te gustaría que te tratasen. Ocúpate de tu propio camino y permite que los demás recorran el suyo, muchas veces no podemos entrar donde no nos han invitado. Deja de actuar como si la vida fuera un ensayo, vive como si fuera el último día y Sigue tu corazón. Cuestiona aquello que te produzca un profundo sentimiento de plenitud, pero no busques fuera al culpable, encuentra dentro de ti la barrera que has colocado en contra del amor.

 "La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional es un fiel sirviente. Hemos creado una sociedad que honra al sirviente y se olvida del regalo - Albert Einstein

Hector Ibáñez , Psicoterapeuta Transpersonal

La esperanza es un verbo: un proceso de dos pasos para reducir nuestro sufrimiento. -Megan Swan

Traducido con Amor desde…https://www.elephantjournal.com

 

 

Una de las relaciones más largas y complicadas que he mantenido en mi vida es con la esperanza.

La esperanza y yo nos conocimos durante los años más oscuros de mi vida adulta. Mis ojos cansados, afligidos y pesados ​​se posaron en un poema de Emily Dickinson titulado "Hope" (alrededor de 1861).

Ella metamorfiza elegantemente la esperanza como un pájaro que canta canciones de cuna eternas en todas las almas humanas, atendiendo diligentemente incluso en los mares más tempestuosos y en las "tierras más frías". Dickinson retrata la esperanza como incondicional y devocional, lo que me ayudó porque mi enfoque vaciló y estaba siendo guiado por una brújula interna con una aguja rota.  Era más una momia que deambulaba envuelta por un sudario y nunca despegaba en busca de mi verdad.

Me aferré a este poema, lo memoricé en mi alma y alabé su evangelio y sus factores curativos. Iluminó un camino que salía de mi oscuridad.

Pero es esta última línea del poema "Hope" de Dickinson la que ha adquirido un significado más nuevo para mí:

"Sin embargo, nunca me pidió una migaja".

Más nuevo, ahora que la habitación ennegrecida y cavernosa de mis noches está abierta a recibir la luz que se descubre a sí misma.

Quiero que la esperanza me pregunte algo. Quiero ser un co-creador activo y no un amante perezoso en esta relación duradera.

En su libro Hope in the Dark , Rebecca Solnit cree que la esperanza se encuentra en nuestra imaginación. Afirma: “Es jugar, apostar por el futuro, los deseos, por la posibilidad de que un corazón abierto y la incertidumbre sean mejores que la tristeza y la seguridad”. Corazón abierto e incertidumbre, interesante. Sí, eso pega.

Roshi Joan Halifax utiliza el término "incertidumbre radical" para definir las raíces de lo que ella llama: Esperanza Sabia, que se deriva de lo desconocido y lo incognoscible. A diferencia del optimismo, que es una creencia cognitiva de que "lo mejor está por venir", la esperanza sabia es un desapego al resultado futuro mientras abraza y acepta este momento presente de incertidumbre, y tiene el potencial de manifestar sentimientos de amplitud y posibilidad.

Cuando vivimos con esperanza sabia no tenemos ninguna expectativa de que nuestra acción actual conduzca a un resultado agradable o satisfactorio. Solnit cree que la Esperanza Sabia consiste en "entregarse al futuro, y ese compromiso con el futuro hace que el presente sea habitable". Al habitar este momento presente nos comprometemos con nuestro futuro, sin importar lo que nos depare.

La novelista estadounidense Barbara Kingsolver nos llama a descubrir la esperanza de nuestra vida, y luego, "lo máximo que puedes hacer es vivir dentro de esa esperanza, no admirarla desde la distancia, sino vivir en ella, bajo su techo".

Somos ocupantes obedientes, habitantes de la esperanza sabia que nos descubrimos dentro de ella mientras respiramos la amplitud de la posibilidad y exhalamos el compromiso con el ahora, el futuro, con nosotros mismos y con todos los seres vivos de nuestro planeta. Esa esperanza sabia no está apegada a nuestro ego o deseos o resultados deseados. Consiste simplemente en aprovechar las posibilidades del ahora, sabiendo que el futuro es incognoscible.

“La esperanza no es una puerta, sino la sensación de que podría haber una puerta en algún momento, alguna forma de salir de los problemas del momento presente incluso antes de que se encuentre o se siga ese camino”, escribe Rebecca Solnit.

Esto es radical. Esto es sabio. Esto es más profundo que una creencia. Es una sensación profunda de conexión con nosotros mismos y de confianza en este momento. El amor en las relaciones es un verbo. Esperar sabiamente en cada momento, es también un verbo, ponderado por la atención consciente y la acción.

Esta es la relación que quiero con la esperanza, una esperanza sabia. Sintonización y reciprocidad, sin expectativas.

Estamos experimentando impulsos emocionales de optimismo y desesperación durante este año.  Actuar en presencia de la incertidumbre y el desconocimiento es sabio, porque entendemos y aceptamos la impermanencia de todas las cosas.

Esta es una incertidumbre radical, una esperanza sabia. Como dice Solnit, “la esperanza debería empujarte por la puerta. La esperanza llama a la acción; la acción es imposible sin esperanza ".

Como un río serpenteante, la vida es constante y cambiante, y para experimentar todas sus maravillas, debemos estar dispuestos a actuar y participar en “el juego” en cada momento de nuestra vida. Eso es esperanza sabia.

No se trata de quedarse en la orilla mirando y esperando que las cosas salgan de cierta manera. Es meterse en el río y despertar con cada salpicadura de agua fría en la cara y los dedos de los pies y ver el paisaje que pasa con cada respiración. Y aunque no sepamos qué hay más allá de la curva, estamos despiertos y conscientes y abiertos a todas las posibilidades. Nos quedamos en el río.

Para mí, practicar ese tipo de esperanza activa es un proceso de dos pasos que implica: incertidumbre radical y acción.

 

1-Practicar la "incertidumbre radical" diciendo que sí

En su libro maravillosamente sólido y práctico sobre ejercicios conscientes, Cómo entrenar a un elefante salvaje, Jan Chozen Bays, nos invita a notar a lo largo de nuestro día nuestra aversión o reactividad inmediata al disgusto, ya sea por derramar café, llegar tarde o escuchar un comentario con el que no estamos de acuerdo. Inmediatamente, un muro impenetrable se levanta en nuestros corazones y mentes y ya no estamos abiertos y expansivos con esta persona o idea.

Esta postura "aversiva" es uno de los tres venenos del budismo y nos deja atrapados en un modo defensivo reactivo en lugar de dar un paso hacia la acción. 

Imagínense si practicáramos decirnos “sí” a nosotros mismos cada vez que alguien dice algo que no nos gusta o que sucede algo desagradable, o alguien nos pide que hagamos algo. Decir que sí no significa que estemos de acuerdo con algo o que seamos complacientes.

Decir que sí es permitir que algo o alguien sea; permitir el despliegue y la expansión en el momento, la posibilidad de cualquier cosa, y darnos cuenta de que no hay nada que perder y, por lo tanto, nada que temer. La poeta Danna Faulds escribe: En el silencio compartido, surge una invitación como una paloma blanca que se levanta y emprende el vuelo. Ven y vive en la verdad. Toma tu lugar en el fluir de la gracia. Aparta el velo que pensaste que siempre separaría tu corazón del amor. Todo lo que siempre anhelaste está ante ti en este momento, si te atreves a respirar y susurrar "sí".

 

2-La esperanza prudente requiere actuar con prudencia

Abrazar la incertidumbre radical nos saca del ciclo de la esperanza y el miedo y nos lleva al reino de la acción sabia. La acción sabia es moverse por la vida con intención compasiva e integridad moral, reduciendo el sufrimiento de nosotros mismos y de los demás.

La acción inteligente no se trata de esperar, sino que se mueve desde ese lugar de amplitud e incertidumbre, actuando desde un lugar de servicio a nosotros mismos y a los demás.

La acción inteligente es colectiva, no personal.

Es en estos tiempos, especialmente, cuando necesitamos el compromiso de la Acción Sabia de nuestras almas colectivas.

La acción sabia apela a nuestra integridad moral y nos pregunta qué es lo correcto en este momento. ¿Qué, en este momento, reducirá el sufrimiento mío, de los demás y de nuestro planeta?

Megan Swan

Megan Swan es psicóloga clínica. Su marco terapéutico integrador incluye los principios del budismo y la atención plena, así como la comprensión, los enfoques existenciales y contemplativos y el cultivo de la autocompasión. 

 

https://www.elephantjournal.com/2020/09/hope-is-a-verb-a-2-step-process-to-reduce-our-suffering-megan-swan/

 

Más allá del nacimiento y la muerte - Thich Nhat Hanh

 

Llegamos a la práctica de la meditación en busca de alivio de nuestro sufrimiento, y la meditación puede enseñarnos cómo transformar nuestro sufrimiento y obtener un alivio básico. Pero el alivio más profundo es la realización del nirvana . Hay dos dimensiones en la vida y deberíamos poder tocar ambas. Una es como una ola, y la llamamos dimensión histórica. La otra es como el agua, y la llamamos dimensión suprema o nirvana. Normalmente tocamos solo la ola, pero cuando descubrimos cómo tocar el agua, recibimos el fruto más elevado que la meditación puede ofrecer.

En la dimensión histórica, tenemos actas de nacimiento y actas de defunción. El día que muere tu madre, sufres. Si alguien se sienta cerca de ti y muestra su preocupación, sientes un poco de alivio. Tienes su amistad, su apoyo, su mano cálida para sostener. Este es el mundo de las olas. Se caracteriza por el nacimiento y la muerte, los altibajos, el ser y el no ser. Una ola tiene un principio y un final, pero no podemos atribuir estas características al agua. En el mundo del agua, no hay nacimiento ni muerte, no hay ser o no ser, no hay principio ni fin. Cuando tocamos el agua, tocamos la realidad en su última dimensión y nos liberamos de todos estos conceptos.

Nacer significa que de la nada te conviertes en algo.

El filósofo del siglo II Nagarjuna preguntó: "Antes de que naciera algo, ¿existía o no?" Antes de que naciera el huevo de una gallina, ¿existía o no existía? Si ya estuviera allí, ¿cómo pudo haber nacido? Dado que un bebé también está presente en el útero de su madre, ¿cómo podemos decir que aún no ha nacido? Nagarjuna dice que algo que ya está presente no puede nacer. Nacer significa que de la nada te conviertes en algo; de nadie te conviertes en alguien. Pero nada puede nacer de la nada. Una flor nace del suelo, los minerales, las semillas, el sol, la lluvia y muchas otras cosas. La meditación nos revela el no nacimiento de todas las cosas. La vida es una continuación. En lugar de cantar "Feliz cumpleaños", podemos cantar "Feliz continuación". Incluso el día de la muerte de nuestra madre es un día de continuación; ella continúa en muchas otras formas.

Una amiga mía ha estado cuidando a su madre de noventa y tres años. Los médicos dicen que su madre morirá cualquier día. Durante más de un año, mi amiga le ha estado enseñando a su madre ejercicios de meditación que han sido muy útiles. Comenzó regando las semillas de la felicidad en su madre, y ahora su madre se vuelve muy viva cada vez que mi amiga viene. Recientemente le dijo a su madre: “Este cuerpo no es exactamente tuyo. Tu cuerpo es mucho más grande. Tienes nueve hijos, decenas de nietos y también bisnietos. Todos somos continuaciones tuyas, y estamos muy felices y saludables. Estás viva en nosotros ".

Su madre pudo ver eso y sonrió. Mi amiga continuó: “Cuando eras joven, pudiste enseñar a muchas personas a cocinar y hacer muchas otras cosas. Hiciste feliz a la gente. Ahora estamos haciendo lo mismo; continuamos el trabajo que has comenzado. Cuando eras joven escribías poesía y cantabas, y ahora muchos de nosotros escribimos y cantamos. Eres muchos seres al mismo tiempo ". Esta es una meditación sobre uno mismo. Ayuda a su madre a ver que su cuerpo es solo una pequeña parte de su verdadero yo. Ella comprende que cuando su cuerpo se vaya, continuará en muchas otras formas.

¿Quién puede decir que ha fallecido tu madre? No se la puede describir como ser o no ser, viva o muerta, porque estas nociones pertenecen a la dimensión histórica. Cuando tocas a tu madre en la última dimensión, ves que ella todavía está contigo. Lo mismo ocurre con una flor. Una flor puede pretender nacer, pero siempre ha estado allí en otras formas. Más tarde puede fingir morir, pero no debemos dejarnos engañar. Ella solo está jugando al escondite. Ella se nos revela y luego se esconde. Si estamos atentos, podemos tocarla cuando queramos.

Un día, cuando estaba a punto de pisar una hoja seca, vi la hoja en su máxima dimensión. Vi que no estaba realmente muerta, sino que se estaba fusionada con el suelo húmedo y se estaba preparando para aparecer en el árbol la primavera siguiente en otra forma. Sonreí a la hoja y dije: "Estás fingiendo".

Todo es fingir nacer y fingir morir. El Buda dijo: “Cuando las condiciones son suficientes, el cuerpo se revela, y decimos que el cuerpo es. Cuando las condiciones no son suficientes, no podemos percibir el cuerpo y decimos que el cuerpo ya no es ". El día de nuestra supuesta muerte es un día de continuación en muchas otras formas. Si sabes cómo tocar a tu madre en la máxima dimensión, ella siempre estará contigo. Si tocas tu mano, tu cara o tu cabello y miras muy profundamente, puedes ver que ella está ahí en ti, sonriendo. Esta es una práctica profunda y también el tipo de alivio más profundo.

Nirvana significa extinción, la extinción de todas las nociones y conceptos, incluidos los conceptos de nacimiento, muerte, ser, no ser, ir y venir. Nirvana es la última dimensión de la vida, un estado de frescura, paz y alegría. No es un estado que deba alcanzarse después de la muerte. Puedes tocar el nirvana ahora mismo respirando, caminando y bebiendo tu té con atención. Has sido "nirvanizado" desde el principio. Todo y todos moran en el nirvana.

Nikos Kazantzakis cuenta la historia de San Francisco de Asís de pie frente a un almendro en pleno invierno. San Francisco le pidió al árbol que le hablara de Dios y, de repente, el árbol comenzó a florecer. En solo unos segundos, el almendro se cubrió de hermosas flores. Cuando leí esta historia, quedé muy impresionado. Vi que San Francisco estaba del lado de la dimensión última. Era invierno; no había hojas, flores ni frutos, pero vio las flores.

Podemos sentir que somos incapaces de tocar la dimensión última, pero eso no es así. Ya lo hemos hecho. El problema es cómo hacerlo con mayor profundidad y frecuencia. La frase, "Piensa globalmente", por ejemplo, está en la dirección de tocar la dimensión última. Cuando vemos las cosas globalmente, tenemos más sabiduría y nos sentimos mucho mejor. No estamos atrapados por situaciones pequeñas. Cuando vemos globalmente, evitamos muchos errores y tenemos una visión más profunda de la felicidad y la vida.

Hay momentos en los que nos enfadamos con alguien y pensamos que, si no lo enfrentamos, perderemos nuestra dignidad. Quizás esa persona desafió nuestra autoridad y nos sentimos frustrados por no haber respondido de inmediato. Es posible que nos vayamos a la cama infelices y apenas logremos dormir bien, pero al día siguiente nos sentimos completamente diferentes. Nos reímos y sonreímos, y vemos la situación de manera completamente diferente. De repente, lo que pasó ayer no tiene importancia. Solo una noche nos separa del evento, y ya las cosas son bastante diferentes. Esto es pensar globalmente, en términos de tiempo.

Cuando vivimos en la dimensión histórica, somos sacudidos por muchas olas. Quizás tengamos un momento difícil en el trabajo. O tenemos que esperar demasiado en la cola del supermercado. O tenemos una mala conexión telefónica con nuestro amigo. Nos sentimos cansados, un poco deprimidos o enojados. Esto se debe a que estamos atrapados en la situación actual. Pero si cerramos los ojos y visualizamos el mundo dentro de cien años, veremos que estos problemas no son importantes. Al abrazar solo cien años, vemos las cosas de manera muy diferente. ¡Imagínese cuán drástico cambio se produce al tocar la última dimensión!

Cuando tocas un momento con profunda conciencia, tocas todos los momentos. Según el Avatamsaka Sutra, si vives un momento profundamente, ese momento contiene todo el pasado y todo el futuro en él. "El uno contiene el todo". Tocar el momento presente no significa deshacerse del pasado o del futuro. Cuando tocas el momento presente, te das cuenta de que el presente está hecho del pasado y está creando el futuro. Al tocar el presente, tocas el pasado y el futuro al mismo tiempo. Tocas globalmente la infinidad del tiempo, la dimensión última de la realidad. Cuando bebes una taza de té muy profundamente, tocas el momento presente y tocas todo el tiempo. Es lo que hizo San Francisco cuando tocó el almendro tan profundamente que pudo verlo florecer incluso en pleno invierno. Trascendió el tiempo.

La meditación es vivir profundamente cada momento de la vida. A través de la meditación, vemos que las ondas están hechas solo de agua, que las dimensiones histórica y última son una. Incluso mientras vivimos en el mundo de las olas, tocamos el agua, sabiendo que una ola no es más que agua. Sufrimos si tocamos solo las olas. Pero si aprendemos a estar en contacto con el agua, sentimos un gran alivio. Tocar el nirvana nos libera de muchas preocupaciones. Las cosas que nos molestaron en el pasado no son tan importantes, ni siquiera un día después; imagínense cuándo podemos tocar el tiempo y el espacio infinitos.

Llegamos a la práctica buscando alivio en la dimensión histórica. Calmamos cuerpo y mente y establecemos nuestra quietud, nuestra frescura y nuestra solidez. Practicamos la bondad amorosa, la concentración y la transformación de nuestra ira, y sentimos algo de alivio. Pero cuando tocamos la dimensión última de la realidad, obtenemos el alivio más profundo. Cada uno de nosotros tiene la capacidad de tocar el nirvana y ser libre del nacimiento y la muerte, uno y muchos, yendo y viniendo.

No tenemos que morir para entrar al Reino de los Cielos. De hecho, tenemos que estar completamente vivos. Cuando inhalamos y exhalamos y abrazamos un hermoso árbol, estamos en el cielo. Cuando tomamos una respiración consciente, conscientes de nuestros ojos, nuestro corazón, nuestro hígado y nuestro dolor de muelas, somos transportados al Paraíso de inmediato. La paz está disponible. Solo tenemos que tocarla. Cuando estamos realmente vivos, podemos ver que el árbol es parte del cielo y nosotros también somos parte del cielo. El universo entero está conspirando para revelarnos esto, pero estamos tan desconectados que invertimos nuestros recursos en la tala de árboles. Si queremos entrar al Cielo en la Tierra, solo necesitamos un paso consciente y una respiración consciente. Cuando tocamos la paz, todo se vuelve real. Nos convertimos en nosotros mismos, plenamente vivos en el momento presente, y el árbol, nuestro hijo,

"El milagro es caminar sobre la Tierra". Esta declaración fue hecha por el Maestro Zen Linji. El milagro no es caminar sobre el aire o el agua, sino caminar sobre la Tierra. La Tierra es tan hermosa. Somos hermosos también. Podemos permitirnos caminar con atención, tocando la Tierra, nuestra maravillosa madre, con cada paso. No necesitamos desearles a nuestros amigos: "La paz sea contigo". La paz ya está con ellos. Solo necesitamos ayudarlos a cultivar el hábito de tocar la paz en cada momento.

 

Thich Nhat Hanh

 

Estar en Conflicto-

 

Estar en conflicto, al parecer, es nuestra condición humana natural. Estamos constantemente presionados en nuestra mente y cuerpo para resolver, decidir, encontrar las respuestas. Respuestas que, cuando finalmente se encuentren, conducirán a una felicidad armónica. Un final, Fin - de - todo - Buscando, un suspiro "¡Ah, eso es!" Y el diablo proverbial está en ese detalle, esa distinción, esa clasificación habitual y “reflexiva” de lo bueno de lo malo, lo deseable de lo indeseable, lo útil de lo inútil.

 

“Este no es un viaje para convertirse en algo. Se trata de no convertirnos en quienes no somos ".

Adyashanti

 

Entonces, está bien, ¿cómo podemos deshacernos de nosotros? ¿Qué debo hacer? Bueno, ya sé la respuesta incluso cuando hago la pregunta: ¡nada! Algo reconoce que no hay nada que pueda "hacer". Que no hay opciones reales aquí, solo algunas preguntas con truco de mano acompañadas seguramente con respuestas insatisfactorias. Entonces, ¿no hay nada que hacer? ¡Pues sí y no!

Es cierto que no hay nada que hacer ni nadie que lo haga. No tenemos voluntad, punto. Pero lo que parece que podemos tener es una buena voluntad. Una voluntad profunda y necesaria para permitir lo que la vida inevitablemente produce de sí misma, a sí misma. Apoyarse en lo que sea que pase, independientemente de nuestras predisposiciones. De esa manera obtenemos lo que queremos y queremos lo que obtenemos. 

¡Por supuesto, todo esto son solo palabras, intentos de mapear el territorio entrando en nuestra bóveda espiritual y extrayendo una antigua gema taoísta! "¡Dejar ir!" dice esa voz interior. ¡La verdad es que no hay James o Janet a quien dejar ir! Y así va, dando vueltas y vueltas en esta rueda del Samsara, de persistencia, insistencia y resistencia.

Entonces, ¿qué estamos dispuestos a dejar que suceda? ¿Estamos dispuestos a vivir en la corriente, no moviéndonos por nuestra propia voluntad, sino moviéndonos? ¿Tenemos alguna opción?

No. Nunca tuve, nunca tendré, ninguna opción. En última instancia, vivimos solo en el fluir de toda la vida. Lo que consideramos permanente se está moviendo permanentemente. Y somos eso. Somos la fiesta movible llamada Vida; la expresión sin elección de la Fuente que incluye mis conceptos de un Yo separado, un cuerpo de resistencia personal, etiquetado individualmente, formado justo en medio de lo que es fluido sin forma. Somos tanto el bebé como el útero que lo nutre. Es decir, somos la expresión dividida de la conciencia indivisa.

Entonces, si bien podemos residir por un tiempo en Conflicto, y según todas las apariencias vivimos en este hábitat mientras respiremos, podemos saber simultáneamente por la conciencia que no solo vivimos allí. Y que, en última instancia, solo hay Uno expresado como Muchos. Que nos quedemos en el Conflicto no es nuestro llamado, y podemos o no tener la gracia de salir en esta vida. En cualquier caso, ningún organismo abandona el conflicto en última instancia tratando de salir. Como todo lo demás, sucede o no.

En lo que a mí respecta, me doy cuenta de que el árbol debe caer de la forma en que se inclina: hacia la libertad. Mientras tanto, quizás haya un cierto tambaleo al borde del abismo. Claro, sería bueno estar cada vez menos en conflicto, descansar cada vez más en la voluntad y la incertidumbre.

 

 

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