Traducido con Amor desde... Adyashanti.org
Por Adyashanti
¿Qué es realmente la indagación? Ésta es una buena
pregunta. Y como la mayoría de las buenas preguntas, es muy básica. La
auténtica indagación es permitirte a ti mismo interesarte, aceptar esa carga
ingrávida del interés. Todos sabemos lo que es indagar motivados por
un interés intelectual ― preguntar por preguntar o porque piensas que deberías
preguntar. Esto no es interesarse. Cuando algo te interesa, se mete
dentro de ti. Se mete dentro del caparazón que impide que seas afectado o
molestado, el caparazón que impide que sucedan cosas nuevas.
Entonces, al principio, para indagar profundamente acerca de algo, te tiene que interesar. Te tiene que interesar lo suficiente como para dejarlo entrar dentro del caparazón ¿Qué te interesa realmente? ¿Qué te atrae hacia el aquí y ahora, hacia este instante? ¿Qué es lo más importante para ti? Para que haya verdadera indagación, es importante preguntar acerca de algo que sinceramente te interese. La pregunta necesita ser personal, no acerca de una enseñanza espiritual o de algo que esté fuera de tu experiencia. Necesita ser algo que venga de tu interior.
Cuando algo te interesa, te interesa desde el
interior. Muchas personas se imponen sobre
ellas mismas ideas desde el exterior, pero esto no es indagación. Cuando te
interesas verdaderamente, entras en una aventura amorosa con aquello que te
interesa. A veces te lleva a la alegría, a veces a la confusión. No sabes qué
hacer. No sabes hacia dónde estás yendo. Te sientes un poco fuera de control;
estás dejando que este interés se meta bajo tu piel. Darse cuenta que te
interesa tanto es lo más importante; de otra manera, puedes pasarte
toda tu vida poniendo tu interés en lo que otra persona te dice que deberías.
Como mucha gente, tal vez temas averiguar cuán grande es tu
interés porque ese interés podría despojarte de ti mismo ¿Cuál es la única cosa
que importará al final de tu vida? Sin ella, dirías: “De eso se trataba todo y
me lo perdí”. Si tuvieses el mejor trabajo, muchísimo dinero, el/la amante
perfecto/a, o cualquiera que sea tu ideal y de repente tu vida se acabase. ¿Qué
quedaría todavía por hacer? De eso se trata todo.
Cuando encuentras ese tipo de interés, la indagación tiene
cierto poder detrás de él. También encuentras tu propia integridad
interior. Encuentras algo dentro de ti que es estable. Hay un lugar en
tu interior que está dispuesto a ser un poco loco ― lo suficientemente loco
para tomarse la indagación en serio y no considerar nada como sagrado. No
considerar nada como sagrado significa que nada se asume como verdadero y que
todas tus suposiciones son cuestionables. Cuanto más espirituales sean, más
cuestionables son. En última instancia tus suposiciones más sagradas e
indiscutidas acerca de ti, de otros y de la vida, son las que más hay que
cuestionar.
Muchas personas encuentran que su espiritualidad los lleva
hacia afuera. Piensan que están yendo hacia dentro porque han oído la
enseñanza espiritual: “Indaga y mira en tu interior”. Mientras tanto, están en
las nubes buscando la experiencia espiritual de otro, buscando la experiencia
correcta o buscando la experiencia que ellos creen que tienen que
tener. Esto es ir por una dirección totalmente equivocada espiritualmente. Indagar
es un medio para llevarte de vuelta a ti mismo, de vuelta a tu experiencia.
Cuando la indagación es auténtica, te trae a la experiencia
del aquí y ahora, a lo más profundo de ella, empujándote dentro de ella. La
pregunta te lleva de vuelta dentro del misterio de tu experiencia. “¿Que soy
yo?” te lleva directamente al misterio nuevamente. Si tu mente es honesta, sabe
que no tiene la respuesta. Te preguntas “¿Qué soy yo?” e
instantáneamente, aparece el silencio. Tu mente no sabe. Y cuando no sabe, hay
una experiencia que está viva aquí mismo, ahora mismo. Te chocas
contra la nada que hay en el interior ― esa nada, esa nada absoluta que tu
mente no puede conocer.
La respuesta no viene en la forma de una descripción o de
una frase; es una experiencia directa. Y esta experiencia, tu vivencia, siempre
trasciende cualquier palabra o respuesta intelectual. De hecho, la
verdad de tu Ser está trascendiéndose eternamente. Tan pronto como se
proyecta a sí misma como una cosa, incluso como una profunda revelación, ya se
ha trascendido. Así que, eventualmente, la indagación se agota. Tú te agotas a
ti mismo. Tu ego se agota. Tu yo espiritual se agota. Lo agotas todo. Te has
indagado fuera de todo esto y estás desapareciendo más rápido de lo que puedes
reponerte.
Como dijo Nisargadatta Maharaj tan brillante y
hermosamente:
“La comprensión última es que no hay comprensión última”.
Cuando está en la cabeza es un increíble pedazo de
comprensión; cuando está en el corazón, como dijo Buda, se extingue. Encuentras una experiencia viva del Ser, vacía de contenido, vacía
de ti. Aquí es donde el despertar espiritual comienza. Esta es la
respuesta viva de la indagación auténtica.
Adyashanti
Gracias Tahita, me encantó, bendiciones
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