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Todo está bien y
todo se desarrolla como debería
"La enseñanza más elevada de este mundo es el silencio. No hay
nada más elevado. Un devoto que se sienta ante un sabio purifica su mente por
el sólo hecho de estar en su presencia. La mente se purifica automáticamente.
Sin intercambio de palabras, sin pronunciar palabra. El silencio es la realidad
última. En este mundo todo existe a partir del silencio. El verdadero silencio
significa en verdad profundizar en el interior de uno mismo hasta el lugar en
el que nada ocurre, donde trasciendes el tiempo y el espacio. Te adentras en
una nueva dimensión de la nada. Allí es donde reside todo el poder. Tu
verdadero hogar. El lugar al que de verdad perteneces, un silencio profundo en
el que no existe ni el bien ni el mal, donde nadie está tratando de conseguir
nada. Solo siendo, puramente siendo."
Cuando descubrí la obra de Robert Adams, ya había sufrido un
empacho de enseñanzas de la no-dualidad y estaba literalmente exhausta de la
agotadora travesía a lo largo del llamado camino espiritual. Además, no me
sentía cerca del conocimiento absoluto, cosa que no me permitía disfrutar de un
estado interior de tranquilidad, equilibrio o paz.
"Tienes que quererlo. Tienes que amarlo. Tienes que desearlo
más que cualquier otra cosa en el mundo. Cuando digo que lo desees más que
cualquier otra cosa en el mundo, no lo digo en el sentido de «Yo no lo tengo y
deseo tenerlo». Significa sentir, creer y saber que tú eres Eso. Y tú deseas
que se te descubra, yendo más profundamente en cada ocasión, desapegándote de
todas las cosas que parecen estar sucediendo en la vida, sumergiéndote más
profundamente en el interior del Sí mismo (Self). Te sumerges profundamente en el interior del Si mismo
hasta el punto que abandonas todo aquello que has ido arrastrando contigo a lo
largo de los años.
No hay nadie que no pueda despertar. Desde el momento en que tu
verdadero Sí mismo despierta, no hay nada que pueda hacerte regresar excepto tu
yo. Por yo entiendo tu mente, tus pensamientos. Tus pensamientos son la única
cosa que te hace regresar. Debes mirar esos pensamientos y no permitirles que
te hagan nada. No permitas que te atemoricen. Debes recordar la práctica de la
Auto-indagación. Preguntar, «¿A quién vienen estos pensamientos?» Tener siempre
en mente, no hay pensamientos. Todos estos pensamientos son una ilusión.
Recuerda, utilizas tu mente para destruir tu mente. Vuelves la mente
hacia sí misma. Cuando la mente se dirige al interior de sí misma, desaparece,
como si nunca hubiera existido. Pero cuando la mente se dirige al exterior,
entonces estás bien vivo en el mundo, viviendo todo tipo de experiencias. En la
escuela te enseñan a ser extrovertido, a tener una personalidad sociable. ¿Pero
en qué te convierte esto? Nos convierte a todos en una pandilla de tontos. Mira
el mundo en el que vivimos. Observa lo que está pasando. Mira a nuestros
líderes, funcionarios del gobierno, funcionarios de estado. Todos son personas
extrovertidas.
Se nos ha dicho que ser introvertido es ser un solitario y que nunca
llegarás a nada. ¿Adónde quieres ir? Si estas personas se dieran cuenta de que
el mundo en el que están actuando es todo karma. En otras palabras, cada
persona está en el lugar correcto, donde se supone que debe de estar. No hay
errores. Por eso estas personas no piensan que no son un cuerpo y que el mundo
no existe, sino que piensan que son cuerpos, y que hay un mundo y un universo.
Ellos deberían aceptar el hecho de que el karma es el soberano del universo y
que cualquier cosa que aparentan ser es esencialmente kármica.
Esta es la razón por la que siempre digo que no hay errores. Estás
donde se supone que debes estar según las leyes del karma. Pero no les des
vueltas a cómo eliminar el karma o tendrás una batalla entre manos. Tienes que
superar esto y darte cuenta que el karma nunca existió y que no existe en
realidad. Simplemente despierta. Despierta."
Robert Adams (21 enero 1928 - 2 marzo 1997) fue un maestro
de Advaita americano, nacido en el Bronx y criado en la ciudad de Nueva York.
Desde niño, afirmaba tener la visión de un hombre con el cabello y barba
blancos que se sentaba a los pies de su cama hablando de forma ininteligible;
con el tiempo descubrió que el hombre de la visión era de hecho Sri Ramana
Maharshi. Más adelante, a la edad de 7 años el padre de Adam murió de repente y
las apariciones cesaron.
A los catorce años, Robert tuvo un despertar espiritual
mientras realizaba un examen de matemáticas en la escuela. De manera similar a
la completa exasperación de Sri Ramana Maharshi al copiar los ejercicios de
gramática, Robert no se había preparado para la prueba y pidió intervención
divina diciendo "Dios" tres veces, ya que en el pasado esto le había
dado resultados beneficiosos:
"En vez de recibir las respuestas, la clase se llenó de luz,
mil veces más brillante que el sol. Fue como una bomba atómica, pero no era una
luz ardiente. Era hermosa, brillante, resplandeciente, cálida. Solo pensar en ello
me hace detener y maravillarme. Toda la clase, las personas, las cosas estaban
inmersas en la luz. Los demás niños parecían miríadas de partículas de luz. Me
encontré a mí mismo diluyéndome en un ser radiante, de consciencia. Me fundí en
la consciencia. No era una experiencia fuera del cuerpo. Esto era completamente
diferente. Me di cuenta de que yo no era mi cuerpo. Lo que parecía ser mi
cuerpo no era real. Me adentré más allá de la luz en la pura consciencia
radiante. Me volví omnipresente. Mi individualidad se fundió con el éxtasis
puro y absoluto. Me expandí. Me convertí en el universo. La sensación era
indescriptible. Era una dicha total, alegría total. Lo siguiente que recuerdo
es que la profesora me sacudía. Todos los alumnos se habían ido. Era el único
que quedaba en clase. Volví a la consciencia humana. Esta sensación nunca me
abandonó".
Después de esta iluminación, Robert acudió a los sermones
del místico cristiano Joel Goldsmith, en Manhattan y después viajó a Encinitas,
California, para ser iniciado como monje por Paramahansa Yogananda en la
Self-Realization Fellowship; sin embargo, Yogananda dijo a Robert que su
verdadero satguru era Bhagavan Sri Ramana Maharshi.
Una herencia de 14,000 $ de su recientemente fallecida tía
permitió a Robert viajar a la montaña sagrada en la India en 1946 y encontrar
al gran sabio quién lo ayudaría a entender completamente e integrar su propia
experiencia de liberación.
"Para mí, está bien sentarme aquí y decir que el mundo no
existe, que nada existe, pero cuando salgáis por esta puerta, el mundo os
golpeará en la cara. Algunos de vosotros os deprimiréis porque tenéis que
volver a casa por vuestros medios, tal vez. Os gustaría tener una relación.
Algunos de vosotros os sentiréis deprimidos porque tenéis una relación y
desearíais estar solos. Nadie es feliz. Todos piensan que hay algo erróneo en
su vida. Algunos de vosotros os deprimís porque no podéis conseguir la
iluminación.
Pensad en lo que estáis haciendo. Pensad en lo que estáis sintiendo.
Así pues, empezamos con un programa. Y desde mi experiencia personal, encuentro
que la Auto-indagación es el camino más rápido para el despertar, para algunas
personas. Además, uno mismo se implica apasionadamente en la Auto-indagación.
Como dije antes, es cierto que escuchar estas palabras y darse cuenta de que
todo es consciencia puede despertarte. Pero eso solamente si estás preparado.
Con estar preparado quiero decir transcender todas las cosas de las que estamos
hablando, todas las emociones, todos los miedos, todas las penas y todas las
frustraciones. Si realmente has transcendido esas cosas, eso es todo lo que
tienes que hacer. Todo lo que tienes que hacer es escuchar la palabra y
despertar. Pero para la mayoría de la gente no funciona así. Entonces, debes
practicar alguna forma de sadhana.
La Auto-indagación es muy útil. Simplemente deja que los
pensamientos vengan a ti y pregúntate de manera amable, "¿A quién le
vienen estos pensamientos? ¿Quién está pensando estos pensamientos?
No miras el tiempo. Olvida el tiempo. No te preocupes de nada.
Dedica el tiempo a ti mismo. La mayoría de personas no pueden dedicar tiempo a
sí mismas. Mucha gente me dice que dedican mucho tiempo a sí mismas, pero si
vas a sus casas la TV está encendida, la radio está encendida. Esto es lo mismo
que si tuvieras a gente en tu casa. Cuando digo dedicar tiempo a ti mismo, me
refiero en silencio. Toma el tiempo. Siéntate en una silla y observa tus
pensamientos y empieza a preguntar, "¿A quién le vienen estos
pensamientos? ¿Quién es este yo? ¿Cuál es la fuente del yo? ¿De dónde proviene?
Simplemente quédate sentado en silencio. No intentes no pensar,
porque si intentas no pensar, tendrás pensamientos de los que no podrás
deshacerte. Te llenarás de pensamientos si intentas no tenerlos. No hagas nada,
absolutamente nada. Observas como vienen los pensamientos y de manera amable
preguntas, "¿A quién le vienen estos pensamientos? Me vienen a mí. Yo los
pienso. ¿Quién es este yo? ¿De dónde proviene? ¿De dónde surge? ¿Quién es el
yo? ¿Quién soy yo?" Continua así. Los pensamientos vienen de nuevo.
Vuelves a hacer lo mismo otra vez, otra vez, y otra vez de una manera tranquila
y calmada."
Robert estuvo en la India durante aproximadamente los
siguientes veinte años, visitando otros jnanis y regresó a Estados
Unidos en los años sesenta y finalmente se instaló en Sedona hasta su muerte a
la edad de 69 años.
Nunca se proclamó a sí mismo como un maestro, predicador o
filósofo, añadiendo que no tenía nada nuevo que decir. Además, su mensaje
no-dual había sido esclarecido en la doctrina del Vedanta Advaita como la
enseñaron Adi Shankara y Sri Ramana Maharshi.
Robert fue relativamente desconocido durante su vida; solo
un puñado de devotos se sentaban con él en su modesta casa. Las transcripciones
de sus charlas se hicieron para uso exclusivo de sus seguidores excepto la
publicación póstuma de su obra Silence of the Heart: Dialogues With Robert
Adams (El Silencio del Corazón: Diálogos con Robert Adams).
"Cuando entiendas realmente quién eres, experimentarás una
felicidad genuina. La felicidad que únicamente soñaste. La felicidad en el
silencio, en el que nada acontece, pero eres feliz, siempre feliz, siempre en
paz. Todos los dioses a los que has estado rezando durante toda tu vida, todos
los budas en los que te has refugiado, los Krishnas, los Kalimas, los Shivas,
el Cristo, Alá, todos se encuentran en tu interior. ¡Tú eres Eso! No existe un
Dios externo a ti. No hay Buda, Dios y tú. Solo existe un Sí mismo y eres tú.
Medita sobre esto.
Todos queremos ser felices. ¿Cómo ser feliz, qué tenemos que hacer?
Siéntate contigo mismo, profundiza en tu interior y descubre la realidad sobre
ti mismo, esto es: no eres el sujeto ni el objeto. No eres el observador ni lo
observado. Tú eres el testigo de todas esas cosas. El testigo, todo lo que ves.
Miras, observas, ves. Y finalmente no eres el que mira, no eres el que observa,
no eres el que ve.
Eres como un jarrón. Un jarrón tiene espacio en su interior y en su
exterior. El espacio interior no tiene ninguna diferencia con el espacio
exterior. Cuando el jarrón se rompe, el espacio interior sale al exterior. Solo
hay un espacio. Así pasa con nosotros. Tu cuerpo es el jarrón y parece que
tengas que salir al exterior para conocer la verdad. El exterior parece estar
dentro de ti. El exterior también está sin ti. Hay espacio ilimitado. Cuando
trascendemos el cuerpo es como un jarrón roto. El Sí mismo de tu interior
resulta ser el mismo que el Sí mismo del exterior. El Sí mismo se fusiona con
el Sí mismo.
No hace falta esperar a que el cuerpo muera para que esto suceda,
nos puede suceder ahora mismo. Puedes ser libre y liberado ahora mismo, si lo
deseas. Lo único que tienes que hacer es dejar que suceda. Tienes que dejar ir
todo aquello que te está manteniendo en la esclavitud, mentalmente. Escucha tu
corazón. Obsérvate a ti mismo. Conoce tus sentimientos, tus emociones. ¿Son
realmente tú? ¿Eres tus emociones? ¿Eres los sentimientos que observas? ¿De
dónde vienen estos sentimientos? Pregúntate a ti mismo ¿Quién soy yo? ¿De dónde
vienen estos sentimientos? ¿De dónde vienen mis pensamientos? ¿De dónde viene
mi vida? ¿Quién está vivo? ¿Quién está creciendo, haciéndose mayor y muriendo?
¿Quién está jugando el juego? ¿Quién es el yo que está jugando el juego? ¿Quién
soy yo?"
Al igual que muchos viajeros, he leído muchos libros,
asistido a muchos encuentros, reflexionado, y a menudo pontificado, sobre
muchas cosas. Por eso, cuando descubrí el material de Robert, o mejor, cuando
el material de Robert me encontró a mí, supe instintivamente que la búsqueda
había llegado a su fin.
Tal vez sean las agudas acotaciones de Robert, su directa
franqueza, su acercamiento sencillo y compasivo. Y, además, a diferencia de
muchos otros enfoques de la Nueva Era/Neo Advaita, sus enseñanzas se basan en una
práctica específica de abordar la mente a través de la Auto-indagación,
otorgándole no sólo dignidad, sino el poder de producir resultados palpables.
Además, se las apañó de alguna manera para cortar con la
verborrea teórica e intelectualizante como solo alguien que ha transcendido su
propia mente es capaz de hacer. En efecto, estar
y empaparse, ante la presencia de alguien que emanaba el más profundo e
inefable silencio ―sin embargo, paradójicamente de segunda mano a través de la
palabra escrita― puede ser la única cosa en la vida que finalmente tiene un
valor significativo.
"Debes querer ser libre. Debe llegar a ser lo primero antes que
cualquier otra cosa. Todo lo que has hecho durante toda tu vida, solo es un
juego, un juego que estás jugando contigo mismo, solo parece ser real. La única
realidad es el Sí mismo y tú eres Eso. ¿Porque buscas otras cosas? Todo lo
demás cuidará de sí mismo. Has de permanecer en el Sí mismo, solo en el Sí
mismo. Cualquier otra cosa cuidará de sí misma de una manera hermosa. Eres
espacio ilimitado, como el océano, como el cielo, omnipresente. Esta es tu
verdadera naturaleza. Pero por alguna razón crees que eres un cuerpo, confinado
en un pequeño espacio. Esto no eres tú. Es una ilusión. Eres la realidad
absoluta omnipresente. Es tu verdadera naturaleza. Esto es lo que eres realmente.
Solo por pensar sobre estas cosas todo el tiempo, algo comienza a
ocurrirte, algo maravilloso. No piensas en el tiempo o en el trabajo diario o
en tus problemas. Para todos los pensadores, ¿quién piensa? Averigua ¿quién
tiene esos problemas? Averigua quién eres en realidad, ¿quién soy yo? De ti
depende despertar de este sueño mortal. Puedes continuar tal como estás ahora,
con las cosas buenas y las cosas malas. A pesar de todo vives en un universo de
dualidades, eso significa que por cada cosa buena hay una mala. Por cada una
mala hay una buena. El mundo en el que vives es falso. Debes despertar a esta
verdad.
Sé consciente de ti mismo, siempre. El mundo pasa por su propio
karma. No tiene absolutamente nada que ver contigo. Tú perteneces a Dios. Todo
lo que ves es Dios. Es por esta razón que debes evitar los juicios. Deja cada
cosa en paz. Practicando estas cosas, te volverás radiantemente feliz. Todo el
mundo quiere algo. Si tu mente para de pensar, ¿qué ocurre? Algunos de vosotros
pensáis que no tendréis nada, que tendréis más problemas. Pero es al contrario.
Experimentas la dicha, alegría y felicidad cuando no deseas nada. Por lo que
sabemos, la gente desea algo y cuando lo consigue, se vuelven más desgraciados
que antes.
Nada está mal. Todo está bien tal como está. No intentes
comprenderlo ni imaginarlo. Déjalo en paz. Sucederá por sí mismo, manteniéndote
en silencio y calmado. Tu mente se calma a causa de la realización. Déjala
tranquila. En cualquier situación estate calmado. Déjala tranquila y
silenciosa. El mundo no necesita tu ayuda. ¿No eres tú el mundo? ¿No eres tú el
Creador? Tú creaste el mundo tal como es. Salió de ti, de tu mente. El mundo en
el que estás, es una creación de tu propia mente. Cuando la mente se vuelve
calmada, el mundo empieza a desaparecer. Y estás en divina armonía y felicidad.
Además, la felicidad llega cuando paras de pensar, cuando paras de juzgar,
cuando paras de tener miedo. Cuando empiezas a contemplar lo que es la
felicidad. Todas las respuestas están en tu interior. Todo lo que estás
buscando está en tu interior, todo.
Nadie puede ayudarte, excepto tu Sí mismo. Conoce quién eres. Tú
eres el poder. Todo el poder del universo está en tu interior. Tienes todo el
poder que necesitas. Todo está bien, sumamente bien. Siempre ha estado bien,
siempre estará bien. Cuando te marches de aquí hoy actúa como un dios o una
diosa. No actúes como un ser humano nunca más. Deja de compadecerte de ti
mismo, diciendo que eres desgraciado. Mantente erguido. Conoce la verdad acerca
de ti mismo. Sé el testigo de todos los fenómenos que ves y se libre.
Paz."
Paula Marvelly, creadora y editora de The
Culturium, ha pasado muchos años escribiendo sobre espiritualidad, la
cultura y las artes. Tiene una licenciatura (con honores) en inglés del Royal
Holloway College de la Universidad de Londres y obtuvo un postgrado de
investigación en Filosofía en Estudios Europeos del Selwyn College de la
Universidad de Cambridge. Es autora de dos libros.
Gracias es maravillosa esta publicación, a llegado a mi con mucha fuerza el mensaje de este Maestro, es muy sencillo y claro, GRACIAS
ResponderBorrarMagistral relato que nos ayuda a reflexionar sobre el conocimiento de si mismo...
ResponderBorrarGRACIASSS Tahita por esta publicación...Excelente!!!!!
Graciasss
ResponderBorrarA mi también me llegó con mucha fuerza, quisiera correr a mostrarle a mis hijos, pero.....justo es lo contrario, ellos viven su momento y yo el mío, no puedo solucionar nada, solo aceptar, es la vida, maravilloso, gracias Tahita por este mensaje
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