Traducido con amor desde… https://www.huffpost.com
Dado que el amor se encuentra en nosotros entre la confianza
y el miedo, un compromiso con el amor requiere atreverse a confiar y a
liberarse del miedo, ambos riesgos que estamos dispuestos a asumir cuando
amamos a alguien. El amor a menudo da miedo, por lo que debemos ser imprudentes
al practicarlo. Nos volvemos imprudentes cuando somos tan firmes y centrados en
nuestra intención que ya no estamos retenidos por lo que podría ser amenazante.
Esto nos ayuda a ser incondicionales en nuestro amor. (No hay amor condicional;
eso no es amor en absoluto, solo una respuesta a nuestra aprobación o a nuestro
agrado).
Por lo general, somos selectivos al mostrar amor. Aquí vemos
una contradicción en nosotros mismos: no tenemos problemas para comprometernos
con la honestidad hacia todos, incondicional y unilateralmente, en todos los
ámbitos, sin importar cuán deshonestos sean los demás. Pero pensamos que
el amor tiene que ser cuidadosamente distribuido y prometido solo a personas
muy especiales en nuestras vidas. Creemos que todos merecen honestidad,
pero imaginamos que solo ciertas personas seleccionadas merecen nuestro amor.
¿Podríamos repetir la oración anterior sustituyendo el amor por la honestidad?
Sonará así: no tenemos problemas para comprometernos a ser amorosos con todos,
incondicional y unilateralmente, en todos los ámbitos, sin importar cuán poco
amorosos puedan ser los demás.
Por supuesto, es cierto que el discernimiento en confiar en
los demás es necesario para tener relaciones de calidad. La selectividad es
importante para nuestra seguridad, ya que significa confiar solo en aquellos
que han demostrado ser de fiar. Esto tiene sentido, pero solo en cómo
amamos, no en que o a quien amamos. Podemos tener cuidado con
nuestros límites cuando los demás se acercan, pero ser ilimitados en cuanto a
hasta qué punto se extiende nuestro amor. Hay límites en la topografía del
amor, pero no hay barreras.
Como ejemplo, podemos amar a nuestro cónyuge alcohólico,
pero mientras sea abusivo y se niegue a buscar ayuda, no podemos vivir con él.
Nuestro amor a nosotros mismos no permite poner en peligro la seguridad, la
salud y la felicidad de nosotros y nuestros hijos. Nuestro amor por nuestra
pareja no nos permite permitirle seguir destruyéndose a sí mismo y a los demás.
Entonces, nuestro amor sigue siendo tan fuerte como siempre, pero nuestra
forma de mostrarlo cambia. Ahora no incluye compartir la misma cama,
pero incluye apoyarlo en su recuperación una vez que esté listo para ello.
Tenemos límites, pero no hemos erigido ninguna barrera porque permanecemos
abiertos a la reconexión total aun mientras dura su recuperación. Mostramos
nuestro amor basado completamente en lo que tiene que importar: seguridad,
salud, felicidad para nosotros y para aquellos comprometidos a nuestro cuidado.
Sin embargo, seguimos amando pase lo que pase.
Tenemos un lugar en nuestras vidas para las relaciones
íntimas con formas especiales de mostrar nuestro amor. También podemos tener un
lugar para el sentido más amplio de amor. Cuando "amamos a todos los
seres" sin preferencia, cuando extendemos el amor como cuidado y
compasión a los menos atractivos para nuestro ego, estamos estableciendo un
nuevo nivel de humanidad en nosotros mismos. Pronto nos damos cuenta de que
aquellos a quienes amamos de esta manera incondicional e ilimitada nos están
llevando a aumentar el alcance de nuestro amor.
Nuestra práctica del amor universal no cancela los apegos
cercanos, nuestras relaciones individuales. Por el contrario, nos ofrece la
alternativa luminosa de expandir el alcance, el estilo y la dirección de
nuestro amor.
El amor que tenemos por nuestra pareja se enriquece
cuando nos comprometemos a amar de manera universal. Nuestra dedicación al amor
nos enseña incondicionalmente a trascender las restricciones del ego, una bendición
para lidiar con los conflictos en las relaciones.
El amor universal es el más valiente y, quizás para
nuestra sociedad materialista, el voto más tonto que podemos hacer. Pero, el
"sí" en el altar es seguramente más profundo cuando lo damos a todos
nuestros compañeros humanos también.
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