¿Qué sucede cuando, sólo por un momento, nos quedamos con nuestro miedo, nuestras dudas, nuestra incomodidad, nuestra pena, nuestras preguntas, nuestro dolor, nuestros corazones rotos, incluso con nuestra apatía, sin tratar de cambiar nuestra experiencia, o arreglarla, o tratarla con indiferencia, o deshacernos de ella de alguna manera?
¿Qué pasa cuando, aunque sintamos el deseo de salir corriendo y abandonar el momento por la promesa de una futura salvación, por un "mejor momento", nos quedamos sentados con la cruda, pura, e ilimitadamente viva energía de vida que está simplemente tratando de expresarse en este momento?
¿Qué pasa cuando, sólo por un instante, a pesar de la urgencia de lo contrario, no "hacemos" nada con respecto a nuestra incomodidad o pena, soltamos todos los trucos y tácticas e ingeniosas manipulaciones, y en su lugar, comenzamos a reconocer profundamente lo que hay aquí, honrándolo, escuchando su llamado más profundo, sumergiéndonos en su misterio, sintiendo la vida y la curación que hay en ella?
¿Qué pasa cuando hacemos el compromiso radical de nunca darle la espalda a este momento mientras danza en el vacío?
¿Qué pasa cuando, incluso en el medio de la aparente oscuridad, nos recordamos a nosotros mismos como la imperturbable Luz?
¿Qué pasa cuando dejamos de buscar una salida, y en su lugar, nos sumergimos sin ningún temor?
- Jeff Foster
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