DONACIÓN AMOROSA

 

DONACIÓN AMOROSA

 

INFINITAS GRACIAS!!

GRACIASSSS...Por todo vuestro amoroso apoyo tanto presencial como financiero, los que han podido, a través de tantos años. Porque ayuda el que dona dinero...pero ayuda inconmensurablemente quien expande su amor y su Presencia en el Infinito Campo de Conciencia en el que estamos entrelazados♥

Buscar en este blog

sábado, 9 de noviembre de 2019

Una Caída Desde lo más Alto: 7 Duras Lecciones Aprendidas desde el Fracaso - Andrea Balt

 

“Nunca te juzgues por lo que has hecho. Júzgate en términos de lo que vas a hacer. Tú no eres el pasado. Tú eres el presente convirtiéndose en futuro. ”

– Raymond Charles Barker

 

Tengo una romance bastante tormentoso con el fracaso.

Nos vemos de vez en cuando, justo cuando tengo la sensación de haberlo “logrado esta vez,” y llega y me sorprende, como si fuera una enferma e impredecible sombra, intentando destruir todo lo que creí que era irrompible y hunde cualquier ‘titanic’ que haya intentado.

Pero al igual que todos los demás monstruos de nuestro armario (con el Sr. Miedo a la cabeza), el fracaso no es una 'cosa’ - es sólo una forma irracional y retorcida de mal interpretar la realidad y subestimarte a ti mismo.

El fracaso no es un hecho… es una interpretación. Técnicamente no existe - es un fantasma, un traidor y una farsa. Es sólo otro obstáculo mental, la forma en que nuestra mente nos castiga por no ser, tener o hacer toda esa maravillosa mierda que se supone debemos hacer.

La peor parte es que ese Sentido de Fracaso que experimentamos está mezclado con sentimientos, está arraigado en sentimientos y nutrido por sentimientos, e incluso si el lado racional de tu Mente Maestra puede respirar la porquería, tu corazón, a veces, simplemente no tiene una nariz.

Esto es lo que nos mata al final: el corazón. No la mente. La mente observa, debate, toma posturas, objeta y lucha con palabras. Es el corazón el que tiene que latir como un guerrero a través de cada decepción y tratar de impulsarnos para seguir adelante - sin importar el clima. El corazón es el esperanzado chiquillo de 5 años que nunca ha sido lastimado. Y con cada nueva decepción, ese chiquillo crece.

Después de mi último gran “fracaso” (más retorcido e inesperado que un Woody-Allen-encontrándose-con-David-Lynch-en-Broadway, con un toque de puñaladas al final tipo Alfred

Hitchcock), me siento sorprendida y asustada y secretamente orgullosa de mi corazón. ¿Acaso este joven-viejo y aún palpitante pájaro está al fin captando la idea?

No puedo explicar lo que me sucedió… así como no puedo explicar los caprichos del viento, o cómo las flores pueden entender cuándo es momento de florecer, o cuándo es tiempo de que un bebé nazca o que una estrella muera y que un millón de años luz después, lleve el deseo de un amante en su espalda… Todo lo que sé es que, después del shock inicial y la consecuente realización de que otro 'titanic’ en mi vida se estaba hundiendo inevitablemente - por primera vez en tres décadas, me atreví a mirar a mi fracaso sin ningún tipo de culpa, expectativa, ira o juicio.

Una vez que dejé que mi 'error’* tomara su curso natural, un nuevo tipo de revolución silenciosa tuvo lugar dentro de mi pecho: no estaba arrepentida, no estaba enojada, incluso no sentí dolor… Todo lo que podía ver era vacuidad. Todo lo que podía escuchar era silencio.

Fue un momento tipo Anna Karenina:

“Algo mágico me ha ocurrido: como cuando en un sueño uno se siente asustado y con escalofríos, y de pronto uno despierta y reconoce que no existen tales horrores. He despertado.” (Tolstoy)

No fue sino hasta hace poco, que mi mente fue capaz de ponerse a la par con mi corazón en este sentido, recapacitó y finalmente trató de hacer lo que mejor sabe hacer: dar algún sentido a este nuevo sabor del fracaso; entender por qué estoy bien y por qué dejé de estrangularme a mí misma por cada mala decisión que había tomado, y por qué puedo estar herida pero no destruida, torturada pero no acabada, molesta pero no confinada a mis aparentes fracasos.

 

Como lo pone Denis Waitley:

“El fracaso debería ser nuestro maestro, no nuestra casa funeraria. El fracaso es demora, no derrota. Es un desvío temporal, no un callejón sin salida. El fracaso es algo que podemos evitar simplemente diciendo nada, haciendo nada y siendo nada.”

He aquí 7 entrelazadas y a menudo simultáneas lecciones en las que ambas, tanto mis neuronas como mi sangrienta aorta parecen estar de acuerdo. O formas, a prueba de fallas, para editar nuestros 'errores’… y convertirnos en una maldita ave fénix.

Espero que pongas al menos una de ellas en el bolsillo más accesible de tu corazón para que la puedas sacar justo en el momento en que tu atemorizado Sentido de Fracaso te agarre por la garganta.

 

1. PERDÓNATE A TI MISMO… ¡POR FAVOR! AHORA. Y AHORA. Y AHORA.

Este es probablemente el más importante, más urgente y más candente aspecto aquí. Incluso si tu supuesto fracaso no fue culpa tuya, tus hombros comparten ese peso.

El dolor nunca es solitario. Las tragedias siempre son compartidas. El daño es un juego de dos (o más). Los errores son consensuales. Todo en la vida, mientras sigamos viviendo en este planeta y respiremos el mismo aire y compartamos el mismo plasma existencial con otros humanos, es una conversación.

Ya sea que lo sientas o no, tenemos una historia de amor consensuada con la vida.

Dejar ir no implica sólo cambiar tu mente, sino lo más importante, liberar tu corazón. Y ese corazón no puede ser liberado a menos que sueltes el peso de tu propio 'error’.

*Etimología de ERRAR = El verbo 'errar’ procede del latín, errare, verbo cuyo significado primario es andar errante, vagar, deambular sin rumbo.

¿Sabes cuántos 'errores’ se necesitan para crear una obra de arte? Una película requiere de varios meses de jornadas de 16 horas, mucho dinero y recursos, trabajo duro y cientos de errores para poder producir 2 horas de felicidad en tu pantalla (y la mayoría de las películas aún así fracasan).

Por lo tanto, si tu vida es la mejor película que jamás hayas protagonizado, contigo como el actor principal, entonces tus errores son parte del paquete.

Hay un montón de razones válidas para NO perdonar. Puedes discutir contigo mismo durante días y ganar en todos los escenarios. Y sólo hay una razón principal para SÍ hacerlo - y es una irracional: TU ALEGRÍA.

La culpa es el parásito más vicioso de nuestra alegría. Se alimenta de nosotros, como un zombi invisible, y antes de que nos demos cuenta, ya podríamos estar convertidos en un zombi. Así, nadie es capaz de llevar a cabo ningún tipo de revolución - y si lo hacemos, nuestro trabajo, nuestra vida y nuestras relaciones sufrirían - con todo este dolor que llevamos bajo la piel.

Perdonar es un acto egoísta antes de ser desinteresado. Tiene que empezar con nosotros mismos porque nosotros somos los únicos que tenemos algún tipo de jurisdicción con respecto a ello. Nunca podemos dar lo que no tenemos.

 

2. PRACTICA UN ARREPENTIMIENTO INTELIGENTE.

 

Siempre me he preguntado si es bueno o no sentir arrepentimiento. Sin embargo hay algo en el concepto YO-NO-TENGO-REMORDIMIENTOS-YA-LO-SUPERÉ que huele como a palomitas de maíz quemadas. ¿Cierto? ¿No sería mejor nunca haberlas quemado?

¡Por supuesto que me arrepiento! Me arrepiento de cada dolor que he causado, de cada mala decisión que he tomado, de cada minuto perdido, de cada pedacito de corazón que robé sin ninguna contemplación, y de cada centímetro de mí que permití que los vampiros me chuparan, de cada paso imbuido de miedo, de cada ultraje o de todo lo que invertí en quienes nunca lo apreciaron… incluso me arrepiento de la que de otra forma sería una enferma, insalubre y auto flagelante forma de arrepentirme.

La diferencia entre un arrepentimiento dañino y uno inteligente es que el primero te chupa la sangre y el segundo te transfunde sangre. El arrepentimiento dañino surge de la auto-culpa y de un corazón que no perdona, y te hace vomitar cada vez que te atreves a mirar tus 'errores.’ El arrepentimiento inteligente, por el contrario, te permite ir más allá del modo víctima Vs. perpetrador, y se convierte en observador y estudiante de tus propias experiencias, sin destruirte en el proceso.

Éste te permite examinar tu propio caso, se convierte en el detective de tus crímenes (o de los que se cometen en tu contra), y te ofrece la suficiente sabiduría y serenidad para aprender de esos crímenes sin convertirte en un asesino en serie.

Así es que sí, demándenme, pero reconozco y sinceramente me arrepiento de cada mala decisión que nunca volvería a tomar, si estuviera en la misma situación o en una similar.

El arrepentimiento inteligente también deja un espacio libre para el humor. Y donde hay humor, hay medios. Joseph Campbell me envió un mensaje de texto para recordarme:

 

“A medida que avances en la vida, siguiendo tu propio camino, los pájaros  cagarán sobre ti. No te molestas en limpiarte. Tener una visión cómica de tu situación te regala distancia espiritual. Tener sentido del humor te salva.”

 

3. NO FUISTE HECHO PARA NUNCA FALLAR.

 

Si eres un perfeccionista, la vas a pasar bastante mal aquí. Yo he estado luchando con este monstruo por años, y aún no estoy sanada ni a salvo de sus garras. Al igual que cualquier otro “ismo,” tú no puedes eliminar el perfeccionismo de tu sistema. Eres un perfect-adicto, y es una cruz que siempre tendrás que cargar. Pero puedes aprender a vivir con ella y hacer que trabaje para ti, en lugar de convertirte en un esclavo de tu perfección imaginaria.

El perfeccionismo es una maldita mente masoquista. No seas el sádico de esta historia. No te pierdas en el laberinto de los hubiera, de los podría, de los debería; es un callejón sin salida y un juego en donde llevas todas las de perder. No fuiste construido para “saber mejor” de lo que sabes en ningún momento dado. Es matemáticamente imposible ser más de lo que eres en este

momento. Deja de decir: “debí saberlo mejor.” Es inútil, patético, poco amable para contigo mismo y además, no tiene ninguna relevancia.

En ese universo perfecto que imaginas, quizás tú deberías, podrías y tendrías que haber hecho determinadas malditas cosas. Pero, ¿acaso ÉSTE es ese universo? Porque si te tocó nacer en éste, entonces vive aquí y vive ahora. Y deja que ese otro universo se preocupe de sus propias perfectas constelaciones.

Además, las cicatrices y las imperfecciones al parecer te hacen más interesante. Y, ¿por qué? te preguntas. Porque ningún superhéroe en nosotros viene sin una trágica falla en sus estrellas. La kriptonita es lo máximo porque te conecta con el resto de nuestro sufrimiento en el mundo. Ahora lo entiendes. Ahora entiendes lo que es estar destrozado. Ahora entiendes lo mucho que duele ser humano. Así que no puedes evitar tratarte a ti mismo y a todos los demás con más compasión.

Chris Hardwick lo dijo mejor:

“Ningún ser humano se ha vuelto interesante por el hecho de no fallar. Cuanto más fallas y te recuperas y mejoras, mejor persona te vuelves. ¿Conoces a alguna persona a quien todo le ha salido bien sin haber luchado? Por lo general tienen la profundidad de un charco. O no existen.”

 

3. HICISTE LO MEJOR QUE PUDISTE — TODAS LAS VECES. ESCRIBISTE LA ORACIÓN MÁS VERDADERA QUE SUPISTE.

 

Descargo de Responsabilidad: Este punto es muy difícil de probar en mentirosos patológicos… sobre todo porque no califican científicamente, ya que todo lo que son es lo que no son, y su naturaleza reptiliana pretende desafiar así toda la lógica humana y la empatía del homo sapiens. Si tú eres uno de ellos, ponte en contacto con tu médico antes de cambiar hacia tu siguiente forma.

Pero si eres sincero, y fuiste sincero ante ti mismo y los demás a través de todas tus malas decisiones, malas elecciones o cualquier otro nombre que quieras adjuntarle a tu manifiesto de auto-culpa, entonces, hiciste lo mejor que pudiste.

De haber sabido que la tierra no es cuadrada, tal vez te habrías apresurado en buscar un nuevo continente. Pero bueno, hay un tiempo para ser ignorante y un tiempo para renacer. Aceptar tu Alta Edad Media es requisito necesario para entrar a tu Renacimiento. Siempre fuiste tu más verdadero ser, todo el tiempo. Y eso es maravilloso y total, y no tiene nada que ver con el “fracaso.”

 

Artistas, escritores, músicos, creadores, doctores, yoguis, empresarios… y cualquier persona a quien consideres un “experto” o un “genio” en su oficio, trabajaron hasta el cansancio, desde dos décadas hasta toda una vida de horas y horas y horas y soledad y trabajo y trabajo y práctica y sacrificio y más trabajo, con el fin de hacer algo - a menudo solo “una cosa” en la vida - que valiera la pena compartir con el mundo…

¿Por qué no habría de aplicarse esto mismo al resto de la vida, a gran escala? No naciste con un manual, ¿o sí? Debes escribirlo por ti mismo. Y para poder hacerlo, primero debes vivirlo.

Que yo sepa, hay una sola manera de vivir: PLENAMENTE. VERDADERAMENTE. APASIONADAMENTE. PROFUNDAMENTE— incluso cuando mi juicio esté afectado temporalmente.

Un amigo me ayudó a comprender esto hace algunas semanas cuando me dijo:

 

“No has fracasado. Acuérdate de lo que dijo Hemingway: siempre has escrito la oración más verdadera que has sabido. Así que si sangras todo en la medida de tu capacidad, ¿cómo podrías culparte a ti misma?”

 

4. ERES MUCHO MÁS GRANDIOSO DE LO QUE CREES.

No digo esto para darte un abrazo motivacional o inflar tu herido o dañado ego con una generalizada e insustancial auto-ayuda.

Lo digo en serio, tú eres más grande que tu mente, eres más grande que tu corazón, más grande que tus 'errores,’ más grande que tus sueños, más grande que tu pasión, incluso más grande que la historia de toda tu vida y tus insignificantes historias. 

El verdadero tú es consciencia cósmica, el universo en constante movimiento. Es épico, eterno, inmortal, real y auto-suficiente. El resto de TI - los detalles que te han dado forma en esta vida (la mayoría de los cuales ni siquiera han dependido conscientemente de ti), son circunstanciales. 80 años, a lo sumo, si tenemos suerte. 

Raymond Charles Barker, uno de mis mentores ya muertos, llamó para decirme:

“Cuanto mayor sea tu comprensión de ti misma como consciencia, más libre te sentirás de culpa… Tu optimismo será imperturbable. Habrás aprendido de tus errores, más no serán un obstáculo para ti. Esta es la vía del orden progresivo, la vía del pensar creativo.”

Así que ante cualquier cosa que hayas hecho o te hayan hecho, trata de aferrarte a esa verdadera, jamás afectada, inmaculada parte de ti. Ese ser superior es lo que te sacará adelante a través de todos los 'errores’ de tu pequeño yo. Y también servirá para impulsarte de nuevo hacia la alegría. No importa cuanto tiempo te lleve recuperarte, simplemente aguanta.

Y Joseph Campbell, en la otra línea:

“Encuentra un lugar en tu interior en donde haya alegría, y la alegría consumirá el dolor.”

 

5. SI DE CUALQUIER FORMA VAS A CAER, CAE DESDE EL LUGAR MÁS ALTO.

 

No sólo se trata de caer 7 veces y levantarte 8. Todos los gatos hacen eso. Se trata de escalar aún más, y dar un salto más arriesgado, cada vez. Y es más arriesgado porque con cada decepción estás obligado a decidir si tu corazón se contrae o se expande. Y si dejas que se expanda, quién sabe hasta donde podría llegar…

Fracasar en grande es creer con más fuerza, cada vez. Es llegar más profundo, cada vez. Es amar más, cada vez. Es el privilegio de multiplicarte, en lugar de permitirte ser detenido por tus fracasos. Es dar aún más frutos, en lugar de cerrarte a la vida y a oportunidades más ricas. Es la capacidad de evolucionar hacia un reino más elevado de la existencia.

Para parafrasear a Maya Angelou (D.E.P):

 

“Puedo ser cambiada por todo lo que me suceda. Pero me niego a ser reducida por ello.”

Sí, tu dolor temporal y la decepción del ego es el impuesto que debes pagar para hacer este viaje… ¿Tu contraseña? Siempre,

 

¡SALTA!                                                

 

Como lo puso Robert F. Kennedy:

“Sólo aquellos que se atrevan a fallar en grande, podrán lograr en grande.”

Y esta es mi lección más dura hasta la fecha. Mi corazón aún está en modo de contracción. Quisiera que hubiera alguna aplicación para esto. Algún programa que pudiera descargar en un segundo, instalarlo con un simple trago y borrar automáticamente la tarjeta de memoria de mi corazón y su tendencia a juzgar y a tenerle miedo al futuro en base al pasado.

Estoy en desacuerdo con la más o menos popular idea de deshacernos de las expectativas. Casi como picar tu cabeza en pedacitos para eliminar una jaqueca. Ummmmm… ¿no? Soñar es la moneda más valiosa que tenemos. Creo que cuanto más altas sean nuestras expectativas, mayores serán las posibilidades de, más temprano que tarde, saborear nuestros sueños.

¿Cómo podría ser capaz de tener grandes sueños y no esperar que sucedan? ¿Cómo podría imaginar cualquier grandeza lo suficiente como para atraerla a mi vida sin la esperanza y el deseo

de que se materialice? Demándenme de nuevo, pero yo (todavía) sigo teniendo algunas expectativas épicas. Y junto a ellas, estas palabras escritas con lápiz labial en el espejo de mi baño:

“Toda la vida es épica. Épico es todo en la vida.”

Yo lo quiero todo y lo espero todo y lo ofrezco todo. Recorreré este camino una sola vez. Así que dame todo hasta sangrar o no me des nada en absoluto.

Como diría Woody:

“Si no estás fallando una y otra vez, es señal de que no estás haciendo nada muy innovador.”

- Woody Allen

 

Pero no es el exceso o la grandeza de nuestras expectativas lo que nos mata - en todo caso, es lo que nos genera más adrenalina para lograr lo imposible. Lo que nos mata es nuestra incapacidad para adaptarnos y evolucionar con, o dentro o más allá de nuestras expectativas y aceptar las dolorosas pruebas del ego que vienen incluidas el viaje.

Así que no te rindas con tus expectativas épicas. Ten el coraje de esperar en grande. Y ten la fortaleza para no ser destruido por los desvíos inevitables.

 

 

6. CONVIERTE TUS FRACASOS EN ARTE.

“El movimiento es el antídoto para la desesperación,“ dice Joan Baez en una cita que me he tatuado en la frente (con tinta invisible).

Cómo me enfurezco cuando, en medio de mi fracaso, una criatura más iluminada me da una palmadita en el hombro diciéndome: "Algo maravilloso va a salir de todo este lío.”…….  "¡¡¡Jódete!!!“…. quiero gritar.

Pero una vez que el huracán pasa, he de reconocer que esos seres iluminados tenían razón. Cada vez que me quiebro, una más profunda, colosal e impresionante revolución se abre paso a través mío.

“Es sólo cuando perdemos todo, que somos libres para hacer cualquier cosa…” — La Vida es el verdadero 'Club de la Pelea’ aquí, ¡ea!

 

La forma más eficaz que conozco para superar lo que perdimos en el fuego, es crear algo nuevo desde sus cenizas. Así que cuanto más profundo ardes, más nuevo y real te vuelves.

Sé un fénix creativo, entonces. Tu verdad sigue viva en ti y ningún fuego o 'error’ te la puede quitar.

Si tus ideas fueron correctas antes de la caída, sigue insistiendo. Si fuiste real, mantente real a tu llamado. Si fuiste honesto con tu verdad, sigue construyendo sobre ella. Si fuiste deshonesto, precipitado, cobarde, irracional, cruel, descuidado o falso, vuelve a donde en primer lugar perdiste el corazón y si eso continúa latiendo en algún lugar de un basurero, sumérgete con todo y tu linda ropa, sácalo y cómetelo. Necesitarás a tu verdadero ser, más que nunca.

"Construye sobre el fracaso. Utilízalo como un trampolín. Cierra la puerta del pasado. No trates de olvidar los errores, pero tampoco te obsesiones con ellos. No dejes que consuman tu energía, ni cualquier parte de tu tiempo, ni de tu espacio”.

- Johnny Cash

Hagas lo que hagas - haz algo nuevo. “No puedes caminar hacia delante mirando hacia atrás,” dijo Barker. “No puedes poner vino nuevo en botellas viejas,” dijo Jesús. “No puedes resolver un problema con la misma consciencia que lo creó,” dijo Einstein.

Convierte tu fracaso en algo por lo que valga la pena fallar de nuevo.

“La auto-expresión es la necesidad dominante de la naturaleza humana,“ dijo William Winter. Estoy de acuerdo. Entonces, hónrala traduciendo tus 'errores’ en un nuevo proyecto creativo que no sólo te ayude a resarcir el viejo, sino que realmente te inspire a descubrir nuevos continentes.

En lugar de gastar tu energía en la auto-destrucción sin sentido, dedica cada esfuerzo que puedas hacer en una reconstrucción. Realmente es tu única esperanza.

 

 

7. VIVÍ LA MALDITA VIDA Y RESULTÓ MARAVILLOSO.

Este es mi más reciente epitafio. Trato de escribirlo mientras aún estoy viva, así le doy tiempo para que se cumpla. El anterior era, robado de Jack Kerouac: "Ella vivió, viajó, bendijo, (amó), se aventuró… y no se arrepintió”.

Y si me lleva un fracaso (también conocido como error) tras otro para componer mi obra maestra, bendito sea.

Lo que el fracaso sigue enseñándome es que no hay ninguna luz al final, no hay ningún ¡ajá!, ningún aleluya - sólo hay la luz de cada día (está en los pequeños ¡ajás!), y que la luz más brillante está siempre lista para abrirse paso a través de nosotros con la tierna resolución con la que una flor crece a través de un impenetrable cemento.

“Nuestro propósito en la tierra no es llegar a encontrar una luz al final de un túnel.Nuestro mayor que-hacer en esta vida es practicar nuestra pasión más ardiente lo mejor que podamos.

Nos merecemos estar vivos cada segundo del día, y al final de nuestro viaje, mirar atrás y decir: 'Viví y fue maravilloso’.”

- Andréa Balt

Así que, querido corazón fallido… No sólo latas las posibilidades. Cualquier corazón puede hacer eso con un poco de suerte. Más bien SÉ las posibilidades. Ser es simplemente un constante y consistente devenir.

Sobrevive a la oscuridad. Parafrasea a la luz. Acepta. Evoluciona. Crea.

Si no estás teniendo una aventura de sólo una noche con el destino, sino una historia de amor con la vida,  entonces hónrate a ti mismo lo suficiente como para creer en ese amor. Y lucha por él, no importa lo que digan tus fracasos.

A menudo me preguntaba: ¿por qué es importante quebrarnos? ¿Por qué no podemos aprender sin el dolor? ¿La luz no puede entrar de alguna otra manera? A veces estás tan lleno de hoyos y asteroides y polvo cósmico que pareces más una galaxia que una persona.

Ahora entiendo (por fin ¿será?) que lo que se quiebra no somos nosotros - al menos no nuestro más verdadero, eterno e inquebrantable Ser - sino sólo los caparazones temporales de nuestro ser, el ego, nuestro falso sentido de seguridad, y la mediocre comodidad que confundimos con la idea, con la persona, con la situación o con la oportunidad real.

Se supone que debemos ser un maldito río, no un estanque. Fluir y cambiar es nuestra naturaleza.

Así que cuando dejas que los muros te desvíen de tu camino y bloqueen tu flujo, tarde o temprano tu dique revienta. Los 'errores’ revelan y derriban muros y diques. Te obligan a quitarte la ropa sucia y enfrentar tu más verdadero y desnudo ser. Te hacen tan humilde que ahora puedes volver a ser agua y honrar tu ilimitada naturaleza.

Tomado del abuelo Edison:

“No he fracasado. Simplemente he encontrado 10,000 formas en las que esto no funciona.”

Porque cuando todo está dicho y hecho, no se trata de las 10,000 formas en que las cosas no funcionaron para ti (para mí).

Es acerca de todas las altas y bajas y la vida que se da en el campo de batalla, y la luz que entra por las grietas.

Es acerca de esa única, preciosa, sustanciosa, inesperada y clara forma, en la que todas tus piezas rotas e intentos fallidos y llagas y cicatrices y llantos de media noche se reúnen finalmente en la misma sinfonía agridulce del corazón que escuchaste al nacer.

Es acerca de un camino abierto una vez y para siempre, en el que tu historia de vida habrá de y deberá funcionar… si tan sólo dejas ir y TE permites suceder.

 

Andréa Balt

(Traducido por Tarsila Murguía desde: http://www.andreabalt.com/7-tough-lessons-learned-from-failure/)

http://presenciaconsciente.tumblr.com/post/115765123662/una-caida-desde-lo-mas-alto-7-duras-lecciones

No hay comentarios.:

Publicar un comentario