Cómo tener una verdadera relación espiritual - Deepak Chopra

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En tus relaciones más importantes, buscas el amor y la aceptación, aunque puedes encontrar que esto no es fácil de lograr. Todo el mundo tiene un lado no amado. Traes sentimientos encontrados en tus interacciones con los demás, esto es simplemente la realidad. Encontrar el amor y la aceptación puede convertirse en un desafío difícil.

Parecería, entonces, que dar un paso más y lograr una relación espiritual es aún más difícil. Las cosas que las personas buscan en una relación espiritual suelen llegar, no de otra persona, sino solo de Dios. Dios concede cosas tales como la gracia, el perdón, el amor incondicional, el éxtasis puro, la redención y la salvación. ¿Realmente puedes esperar algo así de la persona que se sienta frente a ti en el desayuno?

Sin embargo, hoy en día hay millones de personas que se encuentran en el camino espiritual, y es natural que deseen viajar con alguien más, generalmente un cónyuge, pareja, amigo cercano o familiar. Déjame discutir esta aspiración y lo que implica. Luego, se puede hacer un juicio realista sobre cómo relacionarse espiritualmente con alguien cuyos rasgos positivos y negativos sean compatibles y adecuados a los tuyos.

El ego y los niveles de relaciones sin ego

En la vida cotidiana, las relaciones se basan en el ego individual, el "yo" con su flujo de demandas, gustos y aversiones, recuerdos personales y condicionamientos, etc. La personalidad del ego se basa en el interés propio. Quiere más placer y menos dolor. Quiere su propio camino, no el de alguien más. Desea satisfacción a través del apetito, el poder, el estado y el logro. Al ver el "yo" y su agenda, debes reconocer que la personalidad del ego no es el vehículo correcto para lograr una relación espiritual.

Afortunadamente, hay otro nivel de relación que no tiene ego. Lo experimentas dos veces en tu vida: generalmente, primero cuando eras un niño muy pequeño, y segundo cuando te relacionas con tus propios hijos pequeños. En esta relación, suspendes las demandas del interés propio. Experimentas una serie de cosas desconocidas para el ego, como el deleite inocente, el amor desinteresado, la confianza, la intimidad, el deseo de apreciar al otro y la alegría pura en la existencia de otra persona. Dos seres se funden en completa aceptación el uno del otro.

¿Pueden surgir estas cualidades en una relación entre dos adultos? Implicaría dejar voluntariamente tu ego en la puerta, lo que puede parecer imposible. Hay momentos en una relación amorosa donde ocurren experiencias sin ego, por supuesto. Las cualidades espirituales como la confianza, la intimidad y el deseo de cuidar a otra persona son parte de la forma en que te relacionas en privado con las personas que amas, en lugar de la forma en que te relacionas con el mundo exterior. Pero inevitablemente el ego entra. "Mi camino" conduce a un choque con "tu camino", y alguien tiene que ceder, lo que aumenta la tensión, el estrés, los argumentos y el resentimiento a lo largo del tiempo.

Entonces la pregunta real es cómo vivir sin esta división entre ser egoísta y desinteresado. Las relaciones cotidianas contienen un elemento egoísta; las relaciones espirituales son tan desinteresadas como tu relación con un niño pequeño, al menos ese es el ideal.

Una relación espiritual comienza contigo

El camino hacia una relación espiritual depende de algo que puede ser una sorpresa. La otra persona es irrelevante. Todo depende de ti porque la forma en que te relacionas contigo mismo determina qué tan espiritual eres con los demás. Regresa al amor puro y al deleite inocente que encuentras con los niños. Nada se espera de ellos. No les exiges que te den lo que quieres. Por lo tanto, ninguna agenda del ego está involucrada. Ahora, mírate a ti mismo. ¿Te aceptas y te amas simplemente porque existes?

No estoy buscando un sí o un no. Todos experimentamos momentos en los que estar aquí es suficiente. Sientes paz interior, satisfacción y aceptación sin siquiera pensar en ello. ¿De dónde surge este estado desinteresado? Curiosamente, del sueño profundo. Cuando la actividad inquieta de la mente y la agenda incesante del ego se suspenden por la noche, lo que queda es conciencia pura.

Es probable que seas escéptico acerca de esa afirmación porque el sueño profundo no tiene experiencia personal. Sin embargo, te despiertas renovado y los rastros de la paz y la satisfacción del sueño persisten en la mañana si has dormido bien. Menciono esto para señalar que todos han viajado al estado desinteresado de conciencia pura muchas, muchas veces. La pregunta es cómo alcanzar el mismo estado de totalidad mientras está despierto.

Usando la meditación para acceder a la conciencia pura

Aquí es donde entra la meditación porque no te duermes en la meditación. En cambio, te relacionas contigo mismo sin una agenda. Entras para encontrarte con el estado desinteresado, que no está en blanco ni vacío. Es el punto de encuentro donde la existencia es suficiente y la conciencia es suficiente. En la meditación, a medida que la práctica madura, la agenda del ego se vuelve cada vez más inútil. Si soy suficiente en mí mismo, no tengo que hacer demandas a nada ni nadie.

Una vez que te relacionas contigo mismo sin ego, es natural y fácil relacionarte con otra persona de la misma manera. Invitas a la otra persona a tu propia plenitud. Es lo opuesto a necesitar a otra persona para no sentirse solo, aislado, débil, inseguro, etc. "Tú me completas" es una fantasía de la personalidad del ego. En verdad, la conciencia te completa, tu misma existencia te completa.

Esa es la visión que te sostiene en el camino de encontrar una relación espiritual porque, después de décadas de condicionamiento, el centro de “Yo, yo y lo mío” toman tiempo para deshacer todo el condicionamiento. La mitad del viaje está llena de una mezcla de experiencias egoístas y desinteresadas. Esto mantiene el camino vivo y activo en lugar de estático y aburrido. Las experiencias egoístas exponen las áreas en las que aún necesitas despertarte con tu verdadera naturaleza. Sin embargo, eventualmente, preferirás relacionarte contigo mismo de una manera sencilla y sin complicaciones que indique tu estado de autoaceptación, y esto abre la puerta a una verdadera relación espiritual, primero contigo mismo y luego con cualquiera que desee compartir tu estado de integridad.

 

Deepak Chopra

 

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