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domingo, 24 de mayo de 2020

Contracción: gracias por estar aquí; te amo, eres bienvenida a quedarte - Por Scott Kiloby

Traducido con Amor desde...https://naturalrestforaddiction.com

Lo que se resiste, persiste. Esta es una sabiduría milenaria. Cuando se trata de la contracción del cuerpo, este pedacito de sabiduría es, quizás, el más importante. Una contracción en el cuerpo es una sensación densa que normalmente se siente en la garganta, en el pecho, en el estómago o en el área pélvica. Siempre he considerado que con el tiempo, las distintas contracciones en mi cuerpo como emociones y/o sensaciones pasadas por alto, se cristalizan en una pesada y sólida energía. Hace mucho, probablemente en mi niñez, ciertas emociones y sensaciones resultaban simplemente muy difíciles de soportar. Algo en mi sistema se cerró y se contrajo en contra de las emociones y sensaciones dolorosas, y terminó reprimiéndolas. Vine a descubrir más tarde que, mientras existiera alguna contracción en el cuerpo, habría, por lo general, alguna adicción operando.

Pasé los primeros años de mi vida sólo tratando de sobrevivir en la cara de esas emociones y sensaciones desagradables. Mi sistema, inconscientemente, solidificó la contracción a lo largo de los años. Después pasé bastantes años buscando sustancias y actividades adictivas para distraerme, para medicarme o para disimular esas energías dolorosas. No parecía que hubiera otra opción. Así fue como mi sistema aprendió a lidiar con todo aquello que no podía ser completamente sentido. Esas sustancias y actividades sólo me ofrecieron un alivio temporal. La contracción volvía, surgía de la nada, aparentemente gritando por más de esa sustancia o actividad. ¡Un círculo vicioso!

Cuando me enfrenté con la posibilidad de liberar esas contracciones a través de las enseñanzas espirituales y modalidades terapéuticas, cometí un error ‘inocente’ que muchos cometemos. Lo sé, lo sé, los errores no existen. Pero sólo escúchenme.

Me esforzaba demasiado. Mi única intención era deshacerme de esa contracción. Pasé muchos años haciendo todo lo que podía para relajarme, liberarme, descansar, explorar, meditar, investigar y transformar esas contracciones. Nunca me di cuenta que la mayoría de mis esfuerzos estaban manteniendo la contracción en su lugar y que, a menudo, hasta la fortalecían.

Antes de que se desarrollaran las 'Living Inquiries’ (Método de recuperación desarrollado por Scott Kiloby), muchas de esas contracciones ya habían cedido a través del simple reconocimiento de la presencia consciente y de permitir que todo fuera tal y como era (todas las palabras, imágenes y sensaciones). Pero algunas de las energías más densas permanecieron obstinadamente, junto con las adicciones que las acompañaban.

Incluso una vez que el método fue desarrollado, continué cometiendo el mismo error inocente. Estaba tratando de liberar las contracciones con esas nuevas herramientas. Esa era mi consciente o inconsciente intención. Error fatal. Me daba cuenta que si es que tenía alguna intención de deshacerme de esa energía, ésta simplemente seguiría rondando. Aquello que resistía, persistía.

Como facilitadores, a menudo animamos a nuestros clientes a que se relajen y que permitan todo, tal y como es. Esta es una gran enseñanza para ayudar a descansar el intento. Sin embargo, no siempre resulta suficiente. Para mí no lo fue, al menos con respecto a las sensaciones corporales más densas. Mi mente escuchaba ese “apuntador” pero, de alguna manera, la intención inconsciente de DESHACERME de la energía operaba por debajo de ese “descanso.”

Cuando analicé mi vida pasada, y me di cuenta de lo que había estado pasando, noté que había una especie de patrón por defecto tanto en el cuerpo como en la mente, un virus en mi sistema operativo, por decir. El patrón se manifestaba en el momento de la siguiente manera:



Ante cualquier cosa que me parecía incómoda, yo sentía…

1. No quiero que esto surja

2. No amo el hecho de que esto esté aquí (de hecho, lo odio)

3. Quiero que esto desaparezca



Cuando comencé a utilizar las “Living Inquiries” en algunas de las contracciones residuales, este virus seguía operando. ¡Y no tenía idea de eso! Sin importar lo consciente que estuviera yo con respecto a que los pensamientos, las emociones y las sensaciones no eran lo que yo era - que yo era consciente del ir y venir de todo eso - la contracción seguía allí. Y seguía estando allí debido justamente a ese patrón por defecto aún no examinado.

Yo sabía que el nuevo método era una gran herramienta para investigar las contracciones corporales - la mejor herramienta que he encontrado hasta ahora. Pero estaba consciente de que necesitaba detenerme y hacer un respaldo, por así decirlo. Primero que nada tenía que hacer una especie de depuración. Sabía que incluso no se trataba ya de reconocer la presencia consciente, porque el patrón era tan inconsciente que operaba aunque la presencia consciente estuviera claramente comprendida.

En su lugar, simplemente comencé a decir la siguiente frase cada vez que se manifestaba la contracción, al mismo tiempo que me hacía consciente de las sensaciones y las formas/imágenes que acompañaban a esas sensaciones:

      “Gracias por Estar Aquí, Te Amo, eres Bienvenida a Quedarte.”

Después de afirmar la frase, simplemente descansaba - ¡no hacía absolutamente nada! ¡Seguía con mi vida!

Comencé a afirmar esto hace unos dos años, después de haber leído acerca del Ho’oponopono, una práctica Hawaiana de reconciliación y perdón. Simplemente revisé la práctica y me enfoqué en la contracción del cuerpo.

¿Por qué fue esto tan útil? Si sientes amor incondicional por un amigo que toca a tu puerta, ¿no tendrías ésta actitud?: “Gracias por Estar Aquí, Te Amo, eres Bienvenido a Quedarte” Cualquier otra cosa sería resistencia. Y lo que se resiste, persiste.

El sólo hecho de decir esta frase cambió el juego. Fue como desprogramar la inconsciente y profundamente arraigada creencia que decía: “No quiero que esto surja, lo odio y quiero que desaparezca.” Lo que noté fue que, una vez que la decía, no necesitaba ya indagar más la contracción, por lo menos no al principio. ¡Todo estaba simplemente bien, incluso dulcemente bien! Incluso el dolor era sólo lo que era. Nada es gran cosa cuando no se le resiste.

Incluso me di cuenta que algunas veces la sola intención de investigar, después de haber dicho la frase, incluía la intención de deshacerme de la contracción (nuevamente). Utilizar la indagación en esa forma podría contribuir a solidificar la contracción. Me di cuenta que había una sutil inclinación a revisar si la contracción había desaparecido después de decir la frase. Ese, claramente, no era el propósito de decir la frase. La frase pretendía revelar una natural y amorosa aceptación de las sensaciones, una aceptación que se sintiera más allá de la mente.

Esto tuvo un efecto que desprogramó el error. Irónicamente, esta frase, después de repetirla unas cuantas veces, comenzó a liberar la contracción - no necesariamente por completo. El virus había aflojado sus espeluznantes bracitos y piernas de la energía que estaba surgiendo (no existe ningún virus, es sólo una metáfora). Cuando no estaba presente ninguna intención de desembarazarme de los residuos de la contracción, comenzaba a indagar en una manera muy bondadosa. La indagación era mucho más efectiva en ese punto. Se sentía como un juego o una exploración relajada sin ningún resultado o expectativa en mente.

Hay otras herramientas que utilizan los facilitadores durante las investigaciones guiadas para ayudar a que los clientes relajen la tendencia de intentar, intentar e intentar. Esto es lo que a mí me funcionó. Cuando uno no se siente atado a la indagación, se mantiene abierto a estas cosas.

Comparto esto con ustedes, no con la garantía de que la frase libere la contracción. Una vez más, este no es el propósito de la frase (incluso si el resultado sea la liberación). Para que se dé una profunda liberación, la indagación es a menudo necesaria después de que la frase ha impregnado nuestro ser. Comparto esto por si quisieran adoptar la frase y así desprogramar la creencia: “esto no debería estar pasando, no lo amo, y quiero que desaparezca.” Si tienes el mismo patrón por defecto, quizás esta frase te ayude a suspender el juego de intentar, intentar e intentar. Así podrás indagar en una forma más juguetona, más relajada, utilizando las herramientas en la forma en que estaban destinadas a funcionar - investigando con mucha bondad, sin intentar cambiar nada, sino más bien relajándote y permitiendo amorosamente que todo sea justo como es.

Quizás también veas la ironía: que a pesar de que aquello que resistimos, persiste, aquello que permitimos (honestamente), cambia, e incluso hasta llega a disolverse…. ¡A pesar de nuestros mejores esfuerzos para que el cambio se dé, el cambio se da, sobre todo, cuando dejamos de lado nuestros más grandes esfuerzos!

 

Scott Kiloby

Scott Kiloby es autor y orador internacional sobre el tema de la libertad a través de la realización no dual,  coach certificado de tratamiento de adicciones / especialista registrado en adicciones, director del Centro Kiloby para la Recuperación, Inc. y fundador de la Comunidad de Consultas Vivas.

Después de veinte años de adicción a las drogas y al alcohol, Scott comenzó a desarrollar la forma de recuperación que ahora se presenta en este sitio. Además de Natural Rest for Addiction, Scott es autor de los siguientes libros:

  • li>Living Realization: Your Present Experience As It Is
  • The Unfindable Inquiry (titled “Living Relationship” until 2014)
  • Reflections of the One Life: Daily Pointers to Enlightenment
  • Doorway to Total Liberation: Conversations with What Is
  • Love’s Quiet Revolution: The End of the Spiritual Search

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