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Esta es una foto de Swan Creek, una corriente serpenteante que corre justo detrás de la casa donde vivían mis padres después de criar a sus ocho hijos. He navegado un poco en esta corriente, pero no se tarda mucho en encontrar atolladeros que requieren cargar por tierra por cierto trayecto la canoa . Mi sobrino navegó en kayak desde el lugar en esta foto hasta el río Maumee en el centro de Toledo Se me ocurrió que si podía navegar en kayak desde este lugar hasta el río Maumee, podría llegar al lago Erie, y luego al lago Ontario, y luego a la vía marítima de San Lorenzo, y luego ... ¡al océano Atlántico! ¡Tal vez comenzaré a entrenar para esa gran aventura de remar el nuevo año!
Después de que mamá murió hace poco más de un año, compré su casa (papá nos había dejado dieciséis años antes). Ahora la presencia del arroyo en mi conciencia diaria se ha convertido en un símbolo fuerte. Representa la corriente estrecha de conciencia en la que vivo la mayor parte del tiempo. Todos nosotros vivimos la mayor parte del tiempo en un yo pequeño y angosto, lo que Thomas Merton llamó el yo falso, que tiene poca capacidad para mantener un sentido de su conexión con el Yo Superior (Dios, el Campo, el Océano). Nuestra mente, como Swan Creek, está llena de bloqueos o escollos, y tiene poca o ninguna conciencia del Océano. Aunque el estrecho arroyo está lleno de lodo y contaminado, fluye con el Océano, aunque cree que el Océano está muy, muy lejos.
Parece mucho trabajo primero remar a través de todos los escollos en Swan Creek y luego continuar durante cientos de millas a través de los Grandes Lagos y la vía marítima para llegar al océano. Pero hay otro símbolo que me ha estado deleitando desde que compré la casa de mamá. Cada vez que llueve, el océano llega a la corriente estrecha. La corriente angosta no necesita purificarse o eliminar todos sus bloqueos para ser llenada nuevamente por el Océano. No necesita hacer nada excepto recibir el océano.
Durante la meditación y la oración son los momentos en que mi estrecho arroyo vuelve a cargar una conciencia oceánica. La meditación formal diaria durante un período más largo (20-30 minutos) me ayuda a mejorar la recarga de la consciencia del océano durante todo el día. Cada vez que los bloqueos de estrés, preocupación, irritación y duda dan a conocer su presencia en mí, me detengo a respirar y recordar el Océano que siempre fluye a través de mí.
Mi viaje en kayak hasta el Océano Atlántico puede ser una fantasía, pero los botes oceánicos regularmente hacen el viaje en dirección inversa hasta Toledo. Para que esas embarcaciones oceánicas de casco profundo pasen de manera segura por el río Maumee, se deben dragar alrededor de 850,000 yardas cúbicas cada año. Tal vez podemos dragar nosotros en esa corriente de consciencia, para ir más allá de la ira, la preocupación, etc…
No seré castigado a causa de mi ira.
Mi ira me castigará, haciéndome tocar fondo una y otra vez
Dios dice: draga el canal de mi paz más profundo en ti,
más profundo que la oscuridad más profunda por la que pases..
Kevin Anderson
Kevin Anderson, Ph.D. es psicólogo, autor y orador. Vive en el área de Toledo, Ohio. Su último libro es…”El Ahora es donde Dios Vive, Meditaciones para deleitar la mente y despertar el Alma”
https://www.thewingedlife.com/single-post/2018/12/02/Dredging-the-Channel-of-Peace
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