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domingo, 24 de mayo de 2020

La Ira: La Oveja Negra de la Familia Emocional

 

Últimamente he estado estudiando un poco acerca de la ira y algunos otros conceptos relacionados. Para mí, esto significa explorar los pensamientos y sensaciones que le he atribuido. Me he quedado pensando si la ira no será una de las expresiones/emociones más malentendidas.

A menudo, la ira es considerada como tabú y como algo que ‘no está bien’, por eso solemos no enfrentarla cuando surge y la escondemos en una esquina, sólo para que pueda estallar un poco más tarde, o bien, dejamos que se estanque en esa esquina - en el cuerpo. Ese movimiento pasivo-agresivo, a veces actúa en despliegues violentos, y entonces se le etiqueta como 'ira’. La ira, así, es convertida en un enemigo, en algo que debe evitarse a toda costa. El costo de esto es que me juzgo a mí mismo de acuerdo a la etiqueta que tiene connotaciones negativas, pero que, en sí misma, no es más que una expresión.

Una conversación con una amiga acerca de este tema me ayudó a comprender cómo la ira está relacionada con el mito de la iluminación. En su experiencia, no hay nada de malo (o bueno) con la ira. Sin embargo, en los círculos espirituales, en donde se suele perpetuar el mito de la iluminación, la ira lleva un fuerte estigma.* El mito de la iluminación, abierta o encubiertamente, sugiere que la iluminación equivale a una pacífica ecuanimidad. Este es un gran tema, pero por el bien de este artículo, será suficiente observar cómo el mito de la iluminación perpetúa la represión, la resistencia y el aborrecimiento de lo que podría estar asociado con la ira. Si la iluminación equivale a ecuanimidad, entonces la ira (o la tristeza, o la felicidad) serían demonizados y considerados como 'no iluminados’, conduciéndonos, paradójicamente, hacia un mayor sufrimiento.

Cuando llevo los sentimientos y pensamientos de ira a la investigación, debo deconstruir todo lo que le he agregado a ese concepto. Me doy cuenta de las asociaciones ilusorias que le había adherido a esa palabra y a esas sensaciones, incluyendo imágenes benignas a las que di significado y atribuí a la ira. Tengo que experimentar las palabras como simples palabras, las imágenes como simples imágenes, y todas las sensaciones - que nunca significan nada en particular. Me doy cuenta que eran sólo mis pensamientos condicionados acerca de la ira, y mis temores a ella, lo que la mantenían con vida y lo que me mantuvo sufriendo mientras trataba de esconderme de ella y negarla. Sin la identificación de la ira significando XYZ, la ira surge o no. En realidad no importa.

¿Ira?

Muchas veces he sentido miedo de lo que sucedería si surge la ira, debido a la 'caja’ en donde yo misma le he colocado - y debido a lo que nuestra cultura 'ha hecho de ella’ - que debo hacer lo que sea para desconectarme de ella. Pero la ira no implica necesariamente escenas violentas y gritos, así como el llanto no implica depresión. Como con cualquier emoción, hay una amplia gama de expresión dentro del campo de la ira. Cuando me permito a mí misma convivir con la expresión, tal y como se da, ésta viene y va, como lo hacen todas las expresiones.

Me parece que parte de crecer/de estar en este cuerpo, es conectarnos con las emociones tal y como son, cuando y conforme surgen. En mi experiencia, la ira puede ser algo muy simple. Contactarnos con la ira podría simplemente verse como un ceño fruncido, o como una profunda voz alta, o como seriedad. Podría sentirse/verse como dureza o firmeza, o incluso, a veces, como furia. Podría compartir las mismas características de la certeza o de la presión. Podría surgir junto con ciertas sensaciones en el cuerpo. Podría llevarnos a realizar alguna acción, o a nada. Podría llevarnos a alimentar interacciones directas y sorprendentes. Simples movimientos. ¡Guau, ¿que sería de la ira si pudiera surgir y moverse con libertad, sin todo ese equipaje?! En mi experiencia, podría resultar algo sumamente productivo… y simple. ¿Cómo podría ser la ira menos perfecta que cualquier otra emoción que pasa? ¿Qué pasaría si permitiéramos la ira, tal y como permitimos el simple surgir de la alegría o la tristeza?

Cuando es libre de venir e irse, sin juicio, a menudo hace exactamente eso: viene y se va.

“Hay un tipo de libertad que se obtiene al aceptar plenamente el flujo de la vida y al vivir sin resistencia a sus altas y a sus bajas… Disolver las estructuras de la mente condicionada… esta es la verdadera libertad.”

- Keith Penn



* Este artículo se centra en el sesgo típico encontrado en los círculos espirituales, donde la ira se considera automáticamente inapropiada. Sin embargo, también existe otro tipo de sesgo externo, donde el método predominante de expresión se reduce a la ira. Para estas personas, la tristeza o el miedo se ven como lo no aceptable, entonces, se esconden mejor en la ira.

- Lisa Meuser, Traducido por Tarsila Murguía

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