Traducido desde…https://williambloom.com/
Cuando trabajé en la iglesia de St. James, Piccadilly, había una maravillosa cita pegada a una de las paredes. Si caminaba desde la rectoría contigua hasta la iglesia, no podía evitar verla.
Era una cita del psiquiatra y místico suizo, Carl Jung.
Uno no se ilumina imaginando figuras de luz, sino concientizando la oscuridad.
Esto proviene de su libro Estudios alquímicos, y en el mismo pasaje continúa escribiendo que este proceso de concienciar a la oscuridad es desagradable y, por lo tanto, no es popular.
Nunca fue escrita una palabra más verdadera. Las personas espirituales a menudo hacen cualquier cosa para evitar mirar sus propias fallas y sombras. Podríamos tener una competencia de talentos televisivos para evitar, negar y poner excusas.
Siempre sonreí cuando pasé ante la cita de Jung en la iglesia.
Me gustó especialmente porque muchos de los oradores en nuestro programa eran ingenuos acerca de la condición humana. Trasmitían ideas intrigantes e inspiradoras que prometían una mejor salud, mejores finanzas y relaciones más amorosas.
Probablemente estés muy familiarizado con este tipo de enseñanza: Cambia tus pensamientos. Cambia tu actitud. Y atraerás lo que desees.
Pero ellos no reconocieron ni entendieron nuestras sombras más profundas.
Para repetir lo que escribí hace unos meses, ese tipo de enseñanza apunta en una dirección interesante pero, en mi opinión, es engañosa y superficial. Engaña porque ignora el enorme material invisible e inconsciente que se encuentra debajo de la superficie. Trata a la psique humana como si lo que ves es lo que obtienes.
Pero los seres humanos son como icebergs, solo se muestra la punta. Debajo del agua hay una masa de historia psicológica, karma e influencias ancestrales.
Más que eso, también somos animales, mamíferos complejos con poderosos instintos biológicos.
Yo profeso en voz alta nuestra espiritualidad (almas en viajes inmensamente largos, desarrollando el corazón y la conciencia), pero sería crédulo e inmaduro ignorar nuestra biología.
Mire algunos de los instintos incrustados que pueden conducir nuestros sentimientos, pensamientos y comportamiento.
La necesidad de comida, refugio, estatus y confort.
La lujuria y la soledad.
Dolor, irritabilidad, excitación y pereza.
Respuestas a la amenaza, rudeza y agresión.
Puedes pensar que todos estos comportamientos son simplemente humanos. De hecho, están impulsados por la biología y puedes verlos claramente en otros animales. (No te interpongas en el camino de una bestia cansada, hambrienta e irritada. Ya sea un miembro de tu familia o un elefante en la jungla. Deja que tomen el té primero).
Pero hay un impulso biológico que es particularmente humano y es especialmente desafiante para nosotros. Nuestros cerebros mentales, nuestras mentes de monos están zumbando sin cesar con un impulso neuronal compulsivo para entender, interpretar y comentar todo lo que está sucediendo. Esta interminable conversación, que incluye historias inventadas y ficciones, resulta de un impulso biológico que ha asegurado la supervivencia de nuestra especie.
Nuestros cerebros llenan huecos, de modo que tenemos una imagen e historia completa. Puedes ver esto en forma rudimentaria en animales:
Nubes grises = Lluvia = Animales van al pozo de agua = Cena.
Nuestros cerebros llenan de manera compulsiva las lagunas, ¡y con frecuencia están equivocados! Alguien prometió telefonearte y luego no lo hizo. Tu cerebro inventa una historia...
Esta actividad cerebral continua y nuestros otros impulsos biológicos desencadenan diferentes niveles de excitación. Ves comida que te gusta y se producen hormonas de la digestión. Percibes una amenaza y tu cuerpo responde con ansiedad. Ves algo que te gusta y tu cuerpo responde con deseo. Nuestras mentes y cuerpos están integrados en una íntima anatomía neuroendocrina. Y nuestros cerebros confabulantes (creando la historia, rellenando los espacios) cuentan de manera compulsiva una historia para aliviarnos de la ansiedad de no saber.
Esas son las realidades biológicas para todos nosotros: la búsqueda de alimentos, la supervivencia, el estado y la interminable charla interna.
Es problemático, ¿no es así? Aquí estamos, hermosas almas cósmicas y estamos encarnados en esta funda de carne y hueso. No es de extrañar que haya tradiciones espirituales que intentan ignorar el cuerpo o, lo que es peor, lo castigan por ser tan biológicos.
Es importante que las personas que toman en serio el desarrollo espiritual entiendan estas realidades. Sí, somos bellas almas cósmicas.
Y también somos criaturas biológicas enredadas en nuestro karma personal y colectivo.
Mire las peores formas de crueldad humana y podrá ver cómo convergen y funcionan todas estas dinámicas. Estúpido, cruel, bestial comportamiento justificado por historias internas de engaño.
Agotados, asustados, amenazados, atrapados en una dinámica de rebaño, ¿quién sabe lo que podríamos hacer?
Eckhart Tolle se refiere gráficamente a nuestra sombra como el cuerpo del dolor y en Una Nueva Tierra escribe que "es una forma de energía semiautónoma que vive dentro de la mayoría de los seres humanos... Tiene su propia inteligencia primitiva, como un astuto animal, y su inteligencia se dirige principalmente a la supervivencia”.
Todos los practicantes espirituales experimentados son realistas acerca de nuestras sombras. Hay, por ejemplo, maravillosas pinturas orientales de meditadores serenos rodeados de terribles dragones, fantasmas y ghouls, todos representando aspectos del ser de sombra.
*
Tenemos que tomar todo esto en serio, ¿no es así? Seguramente merece nuestra más alta sabiduría, perspicacia y compasión.
Al reconocer la sombra, somos realistas sobre los desafíos en nuestro desarrollo espiritual. Podemos ser estratégicos y sabios en la autogestión de nuestro crecimiento. Ya no tenemos que perder energía en los fandangos de la negación. Ya no tenemos que hacer el viaje de culpa como si hubiera algo personal y singularmente malo con nosotros. Nuestros comportamientos de sombra son solo parte de la condición humana.
Entonces, ¿cuál es mi consejo para ayudarnos? No es diferente de todas las tradiciones espirituales sabias.
Primero, profundiza tu experiencia y conexión con la maravilla y la benevolencia de la naturaleza y el cosmos. Necesitas el combustible y la motivación que vienen de estar conectado con el gran misterio y la benevolencia de la vida. Comprométete a aumentar la entrega y la apertura al espíritu.
Segundo, sube el volumen de su compasión perspicaz y sabia. Abre tu corazón más plenamente a las realidades de la condición humana, practicando la aceptación, el perdón, la curación y la integración.
Y si nada de eso funciona, podrías probar un helado o una película... cualquier cosa que calme a la bestia. Hasta que estés listo para hacer el esfuerzo compasivo, para mirar profundamente de nuevo a los ojos de tu propia sombra y abrazarla con amor.
William Bloom
Nacido en Londres, su carrera original fue como novelista y editor. Tenía ocho libros publicados y había sido editor de comisionado senior en Macmillans cuando tenía 25 años. También fue cofundador de Advise, el primer servicio de asesoría para inmigrantes las 24 horas en Londres y participó en la publicación de International Times .
Luego tomó dos años de retiro espiritual viviendo fuera de la red en las montañas del Alto Atlas en el sur de Marruecos. Como estudiante maduro, estudió y luego enseñó en la London School of Economics, donde obtuvo su doctorado en psicología política. Su identidad personal, identidad nacional, política internacional fue publicada por Cambridge University Press. Luego se mudó a trabajar con adultos y adolescentes con necesidades especiales en Southwark College y obtuvo un Cert.Ed. Especializada en ese campo.
Sus antecedentes también incluyen tres años de psicoanálisis con el Dr. Edward Glover y la inmersión continua en psicoterapias y enfoques complementarios que incluyen trabajo corporal, respiración, trabajo indígena y pagano, y una práctica regular de meditación diaria desde sus primeros años veinte.
Es cofundador del Programa de Alternativas de la Iglesia de St. James, Londres; es miembro de la Fundación Findhorn , el principal centro de ecoespiritualidad de Europa.
Sus 26 libros incluyen El efecto endorfina y El poder de la espiritualidad moderna
https://williambloom.com/2016/05/28/embracing-your-shadow/
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