La Vida no siempre (casi nunca) acontece a nuestro gusto. A lo que se nos antoja. Lo cuál no significa que no sea, tal y como Es, Perfecta.
¿Sufrimos por lo que experimentamos o por no experimentar lo que deseamos? Evidentemente, hay situaciones que no son deseables para nadie. En las que vamos a sufrir sí o sí, aunque nuestra actitud ante ellas nos reforzará más el sufrimiento que conlleva de por sí esa experiencia o nos lo mitigará.
Nuestro rechazo ante Lo Que Es, ante lo que está ocurriendo, ante lo inevitable, ante lo que está fuera de nuestro control, aumenta el dolor de nuestro Corazón. Nos arrebata la Paz que podríamos sentir si nos rindiéramos ante la Vida. Ante los cambios. Ante los imprevistos. Ante lo que en nuestra mano no podemos transformar.
Y es en este rechazo donde el sufrimiento se da más en las personas, no en las experiencias sufrientes de por sí, que pueden ser puntuales.
Por otra parte, la Vida nos va presentando oportunidades para que elijamos entre lo que es Esencial y lo que es secundario. Pero para poder elegir lo Esencial, lo importante, antes tenemos que descubrir qué es. Porque hoy en día no nos educan para Estar con lo Esencial sino para estar distrayéndonos de Ello.
El trabajo, el dinero, la fama, el reconocimiento externo, la diversión... pasan por encima, la mayoría de las veces, del Amor hacia los nuestros. Ni siquiera nos planteamos dejar nuestro trabajo (si es que podemos) para cuidar a nuestros ancianos, en lugar de pagar a otra persona para que los cuide o meterlos en una residencia (a no ser que necesite cuidados muy específicos).
¿No es el cuidado de nuestros Padres (cuando se vuelven dependientes) igual de Esencial que el cuidado de los hijos pequeños?
¿No es más Esencial renunciar a un mes de las vacaciones que deseas para estar al lado de tu padre/madre ancianos en el lugar que ellos desean y que, quizás, no vuelvan a ver...?
¿Es acaso más importante tu trabajo (sea el que sea), tus vacaciones (sean las que sean), tus aficiones (sean las que sean) que las personas a las que Amas y que te han cuidado cuando tú eras dependiente de ellas?
¿Sabes por qué ni siquiera nos lo planteamos, aparte de porque nuestra sociedad actual tiene muy poco respeto a los mayores? Porque nos MUESTRAN la otra cara de la moneda de la Vida, incluida la Muerte a la que la mayoría tanto le aterroriza. Porque duele muchísimo Ver su fragilidad, su vulnerabilidad, su ir a menos y nuestro verlos marchar. Y como en lugar de enseñarnos a Sentir, a sostenernos, nos enseñan a "tener éxito (externo)", pues en cuanto sentimos un ápice de ese dolor, salimos pitando porque somos incapaces de Estar y de Ser Compasivos, lo cuál implica tanto Amor como dolor.
Seguramente por eso tenemos una sociedad tan empastillada, capaz de dormir a pierna suelta. Porque en el fondo saben, sabemos, que no estamos haciendo lo correcto. Y no son los problemas los que no nos dejan dormir, es nuestra mala Conciencia sobre lo que estamos eligiendo en la Vida.
¿Por qué si lo más importante es el Amor y Amar, huimos del Amor y de Amar cuando la Vida nos brinda esa oportunidad? ¿Porque no nos gusta sufrir? Pues quizás, entonces, deberíamos arrancarnos el Corazón de cuajo y así seguro que no sentiríamos nada.
No es fácil apostar por lo Esencial cuando todo lo que nos rodea apuesta por lo irrelevante. Pero sólo hay que PARARSE un Instante, mirar a los Ojos de esos ancianos (o no ancianos) y Sentirlos. Y Vernos en ellos a su edad (si es que llegamos). Y preguntarnos: ¿Cómo me gustaría que me trataran a mí?
¿Eres Consciente de la inseguridad que siente una persona mayor cuando se ve sola, cuando va perdiendo su independencia, su pareja de toda la vida, su velocidad..., cuando ya no puede realizar lo que antes realizaba por el paso de los años? ¿Eres Consciente de la felicidad que emana de su mirada cuando ven que les hemos elegido antes que a nuestros caprichos (porque no son más que caprichos en realidad)?
No empatizamos con Ellos para nada. Nos molestan (sin comillas). Y es muy poco Humano actuar ante ellos como si ya estuvieran muertos. Como si no sirviesen para nada. Como si fueran un estorbo.
A nadie le gusta ver a una persona que amas, sufrir. Tan vulnerable. Pero, ¿de verdad que vamos a escoger "quitárnoslos de en medio" o quitarnos a nosotros mismos de en medio? ¿Vamos a escoger el miedo (porque se trata simplemente de miedo a lo que sentimos) al Amor, a la Compasión, a DAR ternura, cariño, Presencia y escucha?
La calidad de una sociedad es inversamente proporcional a la calidad con la que trata a sus ancianos. Y cuando digo sociedad, hablo de cada uno de nosotros.
No somos máquinas. No somos perfectos. Nos equivocamos. Nos cegamos. Nos olvidamos... Pero siempre, siempre, siempre, tenemos la oportunidad de volver a empezar. Las veces que queramos. De elegir lo que nos va a permitir dormir en Paz. De "mandar a la mierda" todo lo que nuestra mente nos dicta y de Escuchar y Actuar con y desde el Corazón.
La primera pregunta a responder es: ¿Puedo hacerlo? Y la segunda: ¿Quiero hacerlo? Solemos poder, pero no solemos querer. Y ante el no querer, nos inventamos mil y una excusas tan irrelevantes y tan poco "creyentes" que hasta dan risa.
Las Vida nos pone ante nosotros muchas encrucijadas que no deberían serlo. Ante las que sólo deberíamos plantearnos una opción. La más humana. La más natural.
¿Cómo estoy tratando yo a mis ancianos? Ésa es la pregunta que me hago constantemente para no Olvidar qué es lo Esencial. Para soltar todas mis expectativas, objetivos, futuros prescindibles que no me sirven para nada. Y para seguir Recordando instante a instante que es el AMOR y AMAR lo primordial.
Antes de ser Divinos, aprendamos a SER HUMANOS.
Emma-
https://wordpress.com/read/feeds/112222631/posts/3466495065
No hay comentarios.:
Publicar un comentario